Un jury al rojo vivo en Rawson: no se salvó nadie

Se ratificó la denuncia al defensor Sergio Rey por el pedido de $ 50 mil. Lo grabaron diciendo que “los jueces son la peor mierda que hay” y otras descalificaciones.

Testimonio. Micrófono en mano, el comisario Miguel Gómez acusa a Sergio Rey, que escucha detrás con la mano en la cara, junto a su defensor.
30 JUN 2015 - 21:33 | Actualizado

Por Rolando Tobarez / Twitter: @rtobarez

La moral pasa por otro lado. ¿Quiénes me van a hablar de moral?, ¿los jueces? A esos hijos de puta se las conozco todas, son unos chantas que están de viaje y por eso sobreseen”. Grabando frases así, el exjefe del Grupo Especial de Operaciones Policiales, Miguel Gómez, ratificó su denuncia contra el defensor público Sergio Rey. Lo acusó de mal desempeño por pedirle 50 mil pesos para desvincularlo de una causa por vejaciones, tras un operativo en el barrio Tiro Federal de Trelew.

En el primer día del jury de enjuiciamiento, Gómez leyó lo más sabroso de las charlas que grabó con Rey a fines de 2013. Lucieron repletas de descalificaciones al Poder Judicial, tráfico de influencias y maniobras sospechosas para que aceptara pagar.

El tribunal, que preside Jorge Pfleger, no decidió aún sin esas conversaciones y filmaciones se mostrarán en la audiencia en el Superior Tribunal de Justicia en Rawson. “Ni un segundo de las grabaciones tienen desperdicio”, había prometido Gómez, que cumplió.

“Mirá, Miguel, tengo llegada directa arriba y si te echás para atrás no sabés el quilombo que van a armar, los jueces son la peor mierda que hay”, fue otra perlita. “Te agarra un (Sergio) Piñeda, un (Sergio) Arguiano o un (Adrián) Barrios, que son tipos duros pero con la presión social se cagan y te cagan condenando”, leyó.

La primera propuesta había sido transmitida a través del defensor de Gómez en el juicio por vejaciones, Damián D´Antonio, quien le insistió para que pagara. Luego intervino Rey en persona: “No entiendo cómo esta causa llegó a juicio, estos negros de mierda quieren guita y no te van a pedir ni 200 mil ni 150 mil ni 100 mil. Te van a pedir 50 mil”. La oferta económica bajó luego a 35 mil pesos, 5 mil por acusado. “Te conviene porque esto termina acá; si vas a juicio, aunque te absuelvan les quedan instancias para recurrir y encima el juicio civil”.

El policía quedó “conmocionado”. No respondió pero Rey le pidió que lo pensara. Gómez sospechó de la legalidad y decidió grabar todo. La idea no le cerraba. Es que cuando le hablaron de “una oferta” pensó en un juicio abreviado u otra salida alternativa. Ante el tribunal, recordó que fue alumno de Rey, que alguna vez le dictó clases de Ética y Moral en un seminario de Derechos Humanos.

“Esto es espurio, es una cosa de locos pero no tienen que decir nada en ningún lado. Lo manejamos con Arnaldo Maza (jefe de fiscales de Trelew)”, son los dichos de Rey sobre la oferta en un tramo de grabación. “(Fabián) Moyano es un petiso soberbio y soretero, pero ya dijo que sí, y con (Sergio) Ferrín son los fiscales más vagos de la jurisdicción”, fue otra descripción.

Moyano era el fiscal de la causa por vejaciones y Gómez quería saber si estaba al tanto y “blanqueaba la oferta”. Lo buscó en los tribunales de Trelew y charlaron en mesa de entradas: “En realidad esto se hace pero no se puede hacer; hacé de cuenta que pagás un auto, un terreno o una deuda”, le dijo Moyano, que se iba de licencia y no actuaría en el juicio.

“Manejamos todo”

“Mi mujer es secretaria del Juzgado Laboral, para que veas que manejamos todo –dice otra transcripción de la charla con Rey-; esta gente busca guita y este es el mejor negocio, el tiempo te lo va a decir”.

“No quieren ir a juicio y ya hubo toques a (José) Glinski y (Federico) Ruffa. José me banca y la cuestión administrativa te la salvan. Y si hay que tocarlo a (Martín) Buzzi, lo tocamos”. Gómez explicó este párrafo: si estaba procesado no podía ascender en la carrera policial. Rey lo sabía.

“Es un negocio concreto, ¿qué me pueden hacer?, a lo sumo me apercibirán. Tengo diez mil casos como estos. Lo hablé personalmente con el juez; es una justicia del orto, te estoy cuidando el culo porque estos negros buscan otro fin”, siguió el relato de los dichos del enjuiciado, que hasta habría asegurado que el defensor general alterno, Alfredo Pérez Galimberti, estaba al tanto y había autorizado el pedido.

El costo

La primera grabación Gómez la hizo en su auto, cuando Rey lo llamó por primera vez. Hubo más de una reunión. Y la presión para que acepte –según el relato- subía a medida que el policía dudaba.

“Si llega a salir esto, el primero de mambo soy yo; si te echás para atrás voy a ir hasta las últimas consecuencias, con TN, Crónica, Página/12, tipo caso Almonacid (el joven violado en una comisaría de Trelew)”, deslizó el defensor para convencerlo. “Mi juego es mi juego y alguien tiene que asumir el costo, lamentablemente en este caso sos vos. Si decís que no, aguantátela”.

Garantía Maza

D´Antonio también quedó grabado. Según Gómez, “hasta él me reconoce lo que se pergeñaba y me lo dijo bien claro: `Mirá, tu situación es incómoda pero la mejor garantía te la puedo dar con Maza y las víctimas se van a callar. A mí tampoco me gusta mucho y tampoco lo veo correcto, pero es un modo de beneficiarte y te asegura cerrar el proceso”.

Para el policía, “quedó claro cómo se iba a materializar el acuerdo: las víctimas iban a desaparecer a cambio de dinero”.

Gómez le dijo al tribunal del jury que la oferta “era claramente un delito”. Se sintió presionado. Aunque estaba seguro de su inocencia, “estar procesado es muy duro porque uno trabaja con la exposición mediática, se me decía que los jueces estaban calientes conmigo y se me hablaba de una llegada directa a los estamentos que definían mi situación laboral”. Faltaba nada para el inicio de su juicio: “¿Quién me iba a creer si denunciaba algo tan grave a 24 horas? Estaba sometido, sin tiempo para pensar una salida y sin alguien de confianza para hablar”.

“Terrible irregularidad”

En otra charla privada Rey le dio la razón por dudar tanto. “Se dio cuenta del terrible acto irregular que cometía conmigo”, interpretó Gómez.

El defensor llegó a prometerle que “lo vemos a Maza, vamos juntos al juez y hoy mismo sale el proveído sobreseyéndote”.

La idea era que entregara dos cuotas en efectivo en la oficina de Rey: una al aceptar y otra con el papel del sobreseimiento en mano.

En cuanto a su exdefensor D´Antonio, el comisario Gómez dijo que “no sé por qué motivo se prestó a esto y nunca me dijo claramente que siga con el juicio. Lo decidí yo solo”.

En el juicio por vejaciones, el exjefe del GEOP igual fue absuelto: ni Fiscalía ni querella lo acusaron.

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Testimonio. Micrófono en mano, el comisario Miguel Gómez acusa a Sergio Rey, que escucha detrás con la mano en la cara, junto a su defensor.
30 JUN 2015 - 21:33

Por Rolando Tobarez / Twitter: @rtobarez

La moral pasa por otro lado. ¿Quiénes me van a hablar de moral?, ¿los jueces? A esos hijos de puta se las conozco todas, son unos chantas que están de viaje y por eso sobreseen”. Grabando frases así, el exjefe del Grupo Especial de Operaciones Policiales, Miguel Gómez, ratificó su denuncia contra el defensor público Sergio Rey. Lo acusó de mal desempeño por pedirle 50 mil pesos para desvincularlo de una causa por vejaciones, tras un operativo en el barrio Tiro Federal de Trelew.

En el primer día del jury de enjuiciamiento, Gómez leyó lo más sabroso de las charlas que grabó con Rey a fines de 2013. Lucieron repletas de descalificaciones al Poder Judicial, tráfico de influencias y maniobras sospechosas para que aceptara pagar.

El tribunal, que preside Jorge Pfleger, no decidió aún sin esas conversaciones y filmaciones se mostrarán en la audiencia en el Superior Tribunal de Justicia en Rawson. “Ni un segundo de las grabaciones tienen desperdicio”, había prometido Gómez, que cumplió.

“Mirá, Miguel, tengo llegada directa arriba y si te echás para atrás no sabés el quilombo que van a armar, los jueces son la peor mierda que hay”, fue otra perlita. “Te agarra un (Sergio) Piñeda, un (Sergio) Arguiano o un (Adrián) Barrios, que son tipos duros pero con la presión social se cagan y te cagan condenando”, leyó.

La primera propuesta había sido transmitida a través del defensor de Gómez en el juicio por vejaciones, Damián D´Antonio, quien le insistió para que pagara. Luego intervino Rey en persona: “No entiendo cómo esta causa llegó a juicio, estos negros de mierda quieren guita y no te van a pedir ni 200 mil ni 150 mil ni 100 mil. Te van a pedir 50 mil”. La oferta económica bajó luego a 35 mil pesos, 5 mil por acusado. “Te conviene porque esto termina acá; si vas a juicio, aunque te absuelvan les quedan instancias para recurrir y encima el juicio civil”.

El policía quedó “conmocionado”. No respondió pero Rey le pidió que lo pensara. Gómez sospechó de la legalidad y decidió grabar todo. La idea no le cerraba. Es que cuando le hablaron de “una oferta” pensó en un juicio abreviado u otra salida alternativa. Ante el tribunal, recordó que fue alumno de Rey, que alguna vez le dictó clases de Ética y Moral en un seminario de Derechos Humanos.

“Esto es espurio, es una cosa de locos pero no tienen que decir nada en ningún lado. Lo manejamos con Arnaldo Maza (jefe de fiscales de Trelew)”, son los dichos de Rey sobre la oferta en un tramo de grabación. “(Fabián) Moyano es un petiso soberbio y soretero, pero ya dijo que sí, y con (Sergio) Ferrín son los fiscales más vagos de la jurisdicción”, fue otra descripción.

Moyano era el fiscal de la causa por vejaciones y Gómez quería saber si estaba al tanto y “blanqueaba la oferta”. Lo buscó en los tribunales de Trelew y charlaron en mesa de entradas: “En realidad esto se hace pero no se puede hacer; hacé de cuenta que pagás un auto, un terreno o una deuda”, le dijo Moyano, que se iba de licencia y no actuaría en el juicio.

“Manejamos todo”

“Mi mujer es secretaria del Juzgado Laboral, para que veas que manejamos todo –dice otra transcripción de la charla con Rey-; esta gente busca guita y este es el mejor negocio, el tiempo te lo va a decir”.

“No quieren ir a juicio y ya hubo toques a (José) Glinski y (Federico) Ruffa. José me banca y la cuestión administrativa te la salvan. Y si hay que tocarlo a (Martín) Buzzi, lo tocamos”. Gómez explicó este párrafo: si estaba procesado no podía ascender en la carrera policial. Rey lo sabía.

“Es un negocio concreto, ¿qué me pueden hacer?, a lo sumo me apercibirán. Tengo diez mil casos como estos. Lo hablé personalmente con el juez; es una justicia del orto, te estoy cuidando el culo porque estos negros buscan otro fin”, siguió el relato de los dichos del enjuiciado, que hasta habría asegurado que el defensor general alterno, Alfredo Pérez Galimberti, estaba al tanto y había autorizado el pedido.

El costo

La primera grabación Gómez la hizo en su auto, cuando Rey lo llamó por primera vez. Hubo más de una reunión. Y la presión para que acepte –según el relato- subía a medida que el policía dudaba.

“Si llega a salir esto, el primero de mambo soy yo; si te echás para atrás voy a ir hasta las últimas consecuencias, con TN, Crónica, Página/12, tipo caso Almonacid (el joven violado en una comisaría de Trelew)”, deslizó el defensor para convencerlo. “Mi juego es mi juego y alguien tiene que asumir el costo, lamentablemente en este caso sos vos. Si decís que no, aguantátela”.

Garantía Maza

D´Antonio también quedó grabado. Según Gómez, “hasta él me reconoce lo que se pergeñaba y me lo dijo bien claro: `Mirá, tu situación es incómoda pero la mejor garantía te la puedo dar con Maza y las víctimas se van a callar. A mí tampoco me gusta mucho y tampoco lo veo correcto, pero es un modo de beneficiarte y te asegura cerrar el proceso”.

Para el policía, “quedó claro cómo se iba a materializar el acuerdo: las víctimas iban a desaparecer a cambio de dinero”.

Gómez le dijo al tribunal del jury que la oferta “era claramente un delito”. Se sintió presionado. Aunque estaba seguro de su inocencia, “estar procesado es muy duro porque uno trabaja con la exposición mediática, se me decía que los jueces estaban calientes conmigo y se me hablaba de una llegada directa a los estamentos que definían mi situación laboral”. Faltaba nada para el inicio de su juicio: “¿Quién me iba a creer si denunciaba algo tan grave a 24 horas? Estaba sometido, sin tiempo para pensar una salida y sin alguien de confianza para hablar”.

“Terrible irregularidad”

En otra charla privada Rey le dio la razón por dudar tanto. “Se dio cuenta del terrible acto irregular que cometía conmigo”, interpretó Gómez.

El defensor llegó a prometerle que “lo vemos a Maza, vamos juntos al juez y hoy mismo sale el proveído sobreseyéndote”.

La idea era que entregara dos cuotas en efectivo en la oficina de Rey: una al aceptar y otra con el papel del sobreseimiento en mano.

En cuanto a su exdefensor D´Antonio, el comisario Gómez dijo que “no sé por qué motivo se prestó a esto y nunca me dijo claramente que siga con el juicio. Lo decidí yo solo”.

En el juicio por vejaciones, el exjefe del GEOP igual fue absuelto: ni Fiscalía ni querella lo acusaron.


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