"Estoy seguro de que la presidenta, que sufrió en carne propia la persecución, la cárcel y la tortura jamás pactaría, ni aceptaría indultar a un asesino" como es Kissinger, declaró Goulart hijo en una entrevista publicada por la agencia Ansa.
Joao "Jango" Goulart fue derrocado el 31 de marzo de 1964 y murió el 6 de diciembre de 1976 cuando se encontraba en su estancia de la provincia de Corrientes, noreste de Argentina, mientras era vigilado por agentes del Plan Cóndor según diversos documentos revelados en los últimos años.
En diciembre de 1976 Kissinger se desempeñaba como secretario de Estado del presidente republicano Gerald Ford, cargo que ya había ocupado durante la gestión de Richard Nixon.
Meses antes del fallecimiento de Goulart, Kissinger había recomendado al canciller argentino, Cesar Guzzetti, que la dictadura debía actuar con celeridad en la represión a los opositores al régimen.
Un documento hallado por el Instituto Joao Goulart y entregado a la Justicia, indica que la dictadura brasileña envió a la de Argentina una lista de "subversivos" que debían ser capturados y, eventualmente, eliminados, en la que estaba incluido Goulart.
Los restos de Goulart fueron exhumados en diciembre de 2013 ante la sospecha de que el paro cardíaco que cegó su vida fue causado por una sustancia tóxica escondida entre sus medicinas por agentes del Cóndor.
Si bien los estudios realizados en los restos de no arrojaron certezas sobre el envenenamiento tampoco permiten descartar por completo la intoxicación inducida, sostienen sus familiares.
Goulart hijo elogió el respaldo dado por Rousseff para que la Comisión de la Verdad desentierre al cuerpo del ex gobernante enterrado en su tierra natal, Sao Borja, estado de Rio Grande do Sul.
"Las verdaderos móviles del fallecimiento de Goulart, que gobernó entre 1961 y 1964, sólo se conocerán cuando la Justicia brasileña indague a varios sospechosos como Kissinger", sentencia Goulart.
"Muchos países latinoamericanos ya solicitaron la indagación de esta figura deplorable que es Kissinger" prosiguió, lamentando que el acusado aún no haya comparecido ante algún magistrado de su país.
Rousseff conversó el lunes con Henry Kissinger en Nueva York en el marco de su gira de cuatro días a Estados Unidos finalizada ayer en San Francisco, estado de California.
"Seguramente, -observó Goulart-, la reunión entre Rousseff y Kissinger fue resultado de un programa de actividades "impuesto por el ceremonial norteamericano".
"Estoy seguro de que la presidenta, que sufrió en carne propia la persecución, la cárcel y la tortura jamás pactaría, ni aceptaría indultar a un asesino" como es Kissinger, declaró Goulart hijo en una entrevista publicada por la agencia Ansa.
Joao "Jango" Goulart fue derrocado el 31 de marzo de 1964 y murió el 6 de diciembre de 1976 cuando se encontraba en su estancia de la provincia de Corrientes, noreste de Argentina, mientras era vigilado por agentes del Plan Cóndor según diversos documentos revelados en los últimos años.
En diciembre de 1976 Kissinger se desempeñaba como secretario de Estado del presidente republicano Gerald Ford, cargo que ya había ocupado durante la gestión de Richard Nixon.
Meses antes del fallecimiento de Goulart, Kissinger había recomendado al canciller argentino, Cesar Guzzetti, que la dictadura debía actuar con celeridad en la represión a los opositores al régimen.
Un documento hallado por el Instituto Joao Goulart y entregado a la Justicia, indica que la dictadura brasileña envió a la de Argentina una lista de "subversivos" que debían ser capturados y, eventualmente, eliminados, en la que estaba incluido Goulart.
Los restos de Goulart fueron exhumados en diciembre de 2013 ante la sospecha de que el paro cardíaco que cegó su vida fue causado por una sustancia tóxica escondida entre sus medicinas por agentes del Cóndor.
Si bien los estudios realizados en los restos de no arrojaron certezas sobre el envenenamiento tampoco permiten descartar por completo la intoxicación inducida, sostienen sus familiares.
Goulart hijo elogió el respaldo dado por Rousseff para que la Comisión de la Verdad desentierre al cuerpo del ex gobernante enterrado en su tierra natal, Sao Borja, estado de Rio Grande do Sul.
"Las verdaderos móviles del fallecimiento de Goulart, que gobernó entre 1961 y 1964, sólo se conocerán cuando la Justicia brasileña indague a varios sospechosos como Kissinger", sentencia Goulart.
"Muchos países latinoamericanos ya solicitaron la indagación de esta figura deplorable que es Kissinger" prosiguió, lamentando que el acusado aún no haya comparecido ante algún magistrado de su país.
Rousseff conversó el lunes con Henry Kissinger en Nueva York en el marco de su gira de cuatro días a Estados Unidos finalizada ayer en San Francisco, estado de California.
"Seguramente, -observó Goulart-, la reunión entre Rousseff y Kissinger fue resultado de un programa de actividades "impuesto por el ceremonial norteamericano".