Los expertos bajaron aún más sus proyecciones luego que el Gobierno admitiera la semana pasada que no alcanzará la meta de superávit fiscal primario que se había impuesto para este año, 1,1% del Producto Interior Bruto (PIB), y que su objetivo ahora es alcanzar un ahorro en las cuentas públicas equivalente a 0,15%.
Para alcanzar esa meta el Gobierno hará un recorte adicional de los gastos públicos, de 8.600 millones de reales (unos 2.662,5 millones de dólares), lo que reducirá aún más la actividad económica y acelerará su contracción, publica EFE.
Ahora, la previsión de los especialistas del mercado es más pesimista que la del Gobierno, que, en el informe sobre los gastos e ingresos del Estado que publicó la semana pasada, elevó su proyección para la contracción económica para este año al 1,49 por ciento.
En cualquier caso sí estas previsiones se confirman, la economía brasileña tendrá en 2015 su peor resultado en los últimos 25 años, desde la caída del 4,35 % que sufrió en 1990.
La contracción confirmaría la tendencia a la baja del PIB, luego de haber crecido 2,49 % en 2013, tan sólo subió 0,1% el año pasado.
Lo preocupante es que los especialistas tampoco prevén una fuerte recuperación en 2016, para cuando esperan un crecimiento del 0,20%, por debajo del 0,33% que esperaban hasta hace una semana y del 0,50% que calculaban hace cuatro semanas atrás.
Ademas, también son pesimistas sobre el comportamiento de los precios y elevaron su proyección para la inflación este año de 9,15 a 9,23% en el sondeo divulgado hoy.
De confirmarse ese pronóstico, la inflación en 2015 será la mayor en doce años y se aproximará a 9,3% registrado en 2003.
Brasil terminó 2014 con una inflación de 6,41%, por encima de la de 2013 (5,91%) pero por debajo del techo tolerado por el Gobierno.
En cuanto a la inflación para 2016, los economistas mantuvieron la previsión de la semana pasada, cuando preveían que los precios aumentarían 5,40 por ciento.
Los expertos bajaron aún más sus proyecciones luego que el Gobierno admitiera la semana pasada que no alcanzará la meta de superávit fiscal primario que se había impuesto para este año, 1,1% del Producto Interior Bruto (PIB), y que su objetivo ahora es alcanzar un ahorro en las cuentas públicas equivalente a 0,15%.
Para alcanzar esa meta el Gobierno hará un recorte adicional de los gastos públicos, de 8.600 millones de reales (unos 2.662,5 millones de dólares), lo que reducirá aún más la actividad económica y acelerará su contracción, publica EFE.
Ahora, la previsión de los especialistas del mercado es más pesimista que la del Gobierno, que, en el informe sobre los gastos e ingresos del Estado que publicó la semana pasada, elevó su proyección para la contracción económica para este año al 1,49 por ciento.
En cualquier caso sí estas previsiones se confirman, la economía brasileña tendrá en 2015 su peor resultado en los últimos 25 años, desde la caída del 4,35 % que sufrió en 1990.
La contracción confirmaría la tendencia a la baja del PIB, luego de haber crecido 2,49 % en 2013, tan sólo subió 0,1% el año pasado.
Lo preocupante es que los especialistas tampoco prevén una fuerte recuperación en 2016, para cuando esperan un crecimiento del 0,20%, por debajo del 0,33% que esperaban hasta hace una semana y del 0,50% que calculaban hace cuatro semanas atrás.
Ademas, también son pesimistas sobre el comportamiento de los precios y elevaron su proyección para la inflación este año de 9,15 a 9,23% en el sondeo divulgado hoy.
De confirmarse ese pronóstico, la inflación en 2015 será la mayor en doce años y se aproximará a 9,3% registrado en 2003.
Brasil terminó 2014 con una inflación de 6,41%, por encima de la de 2013 (5,91%) pero por debajo del techo tolerado por el Gobierno.
En cuanto a la inflación para 2016, los economistas mantuvieron la previsión de la semana pasada, cuando preveían que los precios aumentarían 5,40 por ciento.