Hace ciento cincuenta años un puñado de galeses temerarios se subió a un barco con todos sus pertrechos, y sus familias, y cruzó el Atlántico hacia una Patagonia de la que apenas tenían su ubicación y a la que temían por los relatos que hablaban de salvajes que la habitaban y que probablemente los matarían. Ese grupo, en el que no vino ningún soldado, ni militar, y que incluso se animó a la mar en una embarcación que se dedicaba a transportar té, y no emigrantes, se encontró aquí con otra sociedad que no sólo los cobijó sino que les enseñó a vivir para no morir de hambre en los primeros, durísimos, tiempos. Un siglo y medio después, en medio del festejo, esa tierra que los colonos soñaron de paz y armonía está envuelta en la violencia verbal –y también de hecho, lamentablemente- en una lucha casi enfermiza por el poder dándole a la ciudadanía un espectáculo bochornoso en el que, si se diera credulidad a lo que dicen los postulantes, lo único que les ofrecería ese abanico de posibilidades para las elecciones sería un racimo de tunantes inescrupulosos, truhanes y filibusteros. Y tampoco es así.
Mezcla
Es en ese marco que debe leerse lo que la clase dirigente, y especialmente los candidatos, leen de todo lo que ocurre a su alrededor. Así la visita trunca de Cristina a Puerto Madryn se aprovecha para cuestionar su apoyo a Buzzi en su intento reeleccionista, lo que incluso fue desmentido por la propia Presidente (que nunca habla desde la inocencia, está claro) y un espectáculo de jerarquía mundial como Corazón Pionero, recordando el sesquicentenario, termina copado por banderas partidarias y sindicales afín con un cierre de campaña y no con una historia que está palmariamente por encima de cualquier personaje del presente. Hay una mixtura bastante retorcida entre lo que es y lo que se dice que es, y desde todos los sentidos. Y esa es la oferta, prácticamente baldía de propuestas, que han tenido los chubutenses que el próximo domingo cumplirán con las PASO, una elección que a nivel provincial perdió su esencia pues buena parte de la cosa partidaria se definió en la cúpula de los mismos partidos: somos todos democráticos, pero preferimos elegir entre pocos.
Cuarto oscuro
Como si fuera poco, los chubutenses encontrarán el próximo domingo un cuarto oscuro plagado de boletas como nunca antes. Sólo en la provincia hay 3.014 candidatos, lo que incluye a los 130 aspirantes a jefes comunales, los que por primera vez accederán a ese lugar por medio del sufragio. Los cuerpos de las boletas contendrán –en general, pues hay “boletas cortas”- candidatos al Parlasur, a presidente, senadores, diputados nacionales, gobernadores, intendentes, diputados provinciales y concejales. Si la intención es que cada elector conozca pelo y barba de cada postulante para dirimir desde esa posición, resulta difícil hacerse a la idea que el objetivo estará logrado este 9 de agosto.
Tres peleas
En rigor, la pelea en las Primarias se reducirá –se reduce- a tres distritos, que además impactan en la casuística provincial: Trelew, Rawson y Esquel. No es menor, en absoluto, su relevancia. Y, además, contienen entre sí a las dos fuerzas que -se supone- pelearán por el gobierno a nivel provincial.
De las tres, resulta medular la ciudad de Luis. Es la más politizada de la provincia, tanto que equipara su preeminencia a Comodoro Rivadavia, que tiene más del doble de sus habitantes. Definido el candidato del oficialismo, con la fuerte figura de César Gustavo Mac Karthy, resta saber quién será el hombre que acompañe a Mario Das Neves en Chubut Somos Todos. Aquí está claro que Máximo Pérez Catán, actual intendente, representa al más puro pensamiento del líder partidario, pero suponer que esto lo instalará en octubre por su solo peso no está dentro de lo aconsejable pues Adrián Maderna, su competidor, ha pergeñado una campaña con mucha pisada barrial y sin pausas lo que hoy pone, por lo menos, un interrogante respecto a la opción que tomará el electorado el próximo domingo.
Algo similar ocurre en la capital de la provincia. Allí Rossana Artero logró desde su intendencia el lugar en la boleta de Buzzi, que es la boleta de Scioli, por lo que el FpV no tuvo demasiados obstáculos para tomar definiciones. En el dasnevismo no ocurrió lo mismo pues, cuando Adrián Awstin aparecía como candidato firme, afuera incluso el exintendente Adrián López, salió a dar pelea Marcelo Suárez, cuya presencia en los barrios sustenta hoy, a siete días e la verdad, sus chances.
En la cordillera
Esquel es, claro, la localidad más importante de la cordillera chubutense. Por su cantidad de habitantes y por su posición estratégica, como puerta de entrada a la exuberante geografía de la región. Chubut Somos Todos jugó sus fichas rápido por Omar “Pato” Fernández, un hombre que no necesita presentación en la ciudad, con impronta peronista y desde siempre allegado al dasnevismo. La gran disputa la darán, allí, Juan Ripa y Ricardo Bestene, ambos con presencia en el staff de Buzzi en su gestión al frente de la provincia, Horacio Iturrioz, titular del Concejo Deliberante y hombre cercano al exagroministro Norberto Yauhar, y María Elena Paggi, que representa los intereses de la agrupación Miguel Falcón. Es el único distrito con peso en el conteo provincial en donde el FpV dirimirá la cosa en las urnas. No alcanzó, en su momento, el gesto de Raúl “Bulín” Fernández, quien sacrificó sus aspiraciones a intendente en un intento por alcanzar el consenso y evitar la pelea del 9 de agosto.
Bestene, que ya logró el apoyo público de 9 de las 18 juntas vecinales, y Ripa, cuya presencia en los barrios lo sustentan, aparecen como los dos candidatos con mayores adhesiones.
Otro cuarteto
Aun cuando los sondeos previos no ubican al espacio para pelear el liderazgo en el conteo final, en Trelew también habrá disputa con cuatro opciones dentro de la UCR (Cambiemos), en donde a los dos más puros de la línea, Edith Terenzi y Oscar Miranda, se suman José María Ramón, con pasado en el ARI, y Héctor Marcelo Pizza, que representa los intereses del PRO en esa interna.
El país
Por lo demás, no debe soslayarse que más allá del escaso porcentaje que Chubut agrega al padrón nacional, también resultará interesante saber qué opción se tomará en la provincia a la hora de las preferencias nacionales. Las intenciones, allí, están bastante claras: el Frente para la Victoria buscará una victoria holgada que le permita soñar con un triunfo de Daniel Scioli en primera vuelta en octubre, y el PRO intentará achicar esa brecha para pensar en una segunda vuelta que le robustezca sus chances de alcanzar la presidencia con Mauricio Macri. Sergio Massa es, hoy, el tercero en discordia que busca repuntar en las encuestas para llegar con posibilidades al próximo domingo. ¿Cómo votarán los chubutenses para las presidenciales? Es la pregunta del millón que tendrá respuesta el domingo, después de las seis de la tarde.
Hace ciento cincuenta años un puñado de galeses temerarios se subió a un barco con todos sus pertrechos, y sus familias, y cruzó el Atlántico hacia una Patagonia de la que apenas tenían su ubicación y a la que temían por los relatos que hablaban de salvajes que la habitaban y que probablemente los matarían. Ese grupo, en el que no vino ningún soldado, ni militar, y que incluso se animó a la mar en una embarcación que se dedicaba a transportar té, y no emigrantes, se encontró aquí con otra sociedad que no sólo los cobijó sino que les enseñó a vivir para no morir de hambre en los primeros, durísimos, tiempos. Un siglo y medio después, en medio del festejo, esa tierra que los colonos soñaron de paz y armonía está envuelta en la violencia verbal –y también de hecho, lamentablemente- en una lucha casi enfermiza por el poder dándole a la ciudadanía un espectáculo bochornoso en el que, si se diera credulidad a lo que dicen los postulantes, lo único que les ofrecería ese abanico de posibilidades para las elecciones sería un racimo de tunantes inescrupulosos, truhanes y filibusteros. Y tampoco es así.
Mezcla
Es en ese marco que debe leerse lo que la clase dirigente, y especialmente los candidatos, leen de todo lo que ocurre a su alrededor. Así la visita trunca de Cristina a Puerto Madryn se aprovecha para cuestionar su apoyo a Buzzi en su intento reeleccionista, lo que incluso fue desmentido por la propia Presidente (que nunca habla desde la inocencia, está claro) y un espectáculo de jerarquía mundial como Corazón Pionero, recordando el sesquicentenario, termina copado por banderas partidarias y sindicales afín con un cierre de campaña y no con una historia que está palmariamente por encima de cualquier personaje del presente. Hay una mixtura bastante retorcida entre lo que es y lo que se dice que es, y desde todos los sentidos. Y esa es la oferta, prácticamente baldía de propuestas, que han tenido los chubutenses que el próximo domingo cumplirán con las PASO, una elección que a nivel provincial perdió su esencia pues buena parte de la cosa partidaria se definió en la cúpula de los mismos partidos: somos todos democráticos, pero preferimos elegir entre pocos.
Cuarto oscuro
Como si fuera poco, los chubutenses encontrarán el próximo domingo un cuarto oscuro plagado de boletas como nunca antes. Sólo en la provincia hay 3.014 candidatos, lo que incluye a los 130 aspirantes a jefes comunales, los que por primera vez accederán a ese lugar por medio del sufragio. Los cuerpos de las boletas contendrán –en general, pues hay “boletas cortas”- candidatos al Parlasur, a presidente, senadores, diputados nacionales, gobernadores, intendentes, diputados provinciales y concejales. Si la intención es que cada elector conozca pelo y barba de cada postulante para dirimir desde esa posición, resulta difícil hacerse a la idea que el objetivo estará logrado este 9 de agosto.
Tres peleas
En rigor, la pelea en las Primarias se reducirá –se reduce- a tres distritos, que además impactan en la casuística provincial: Trelew, Rawson y Esquel. No es menor, en absoluto, su relevancia. Y, además, contienen entre sí a las dos fuerzas que -se supone- pelearán por el gobierno a nivel provincial.
De las tres, resulta medular la ciudad de Luis. Es la más politizada de la provincia, tanto que equipara su preeminencia a Comodoro Rivadavia, que tiene más del doble de sus habitantes. Definido el candidato del oficialismo, con la fuerte figura de César Gustavo Mac Karthy, resta saber quién será el hombre que acompañe a Mario Das Neves en Chubut Somos Todos. Aquí está claro que Máximo Pérez Catán, actual intendente, representa al más puro pensamiento del líder partidario, pero suponer que esto lo instalará en octubre por su solo peso no está dentro de lo aconsejable pues Adrián Maderna, su competidor, ha pergeñado una campaña con mucha pisada barrial y sin pausas lo que hoy pone, por lo menos, un interrogante respecto a la opción que tomará el electorado el próximo domingo.
Algo similar ocurre en la capital de la provincia. Allí Rossana Artero logró desde su intendencia el lugar en la boleta de Buzzi, que es la boleta de Scioli, por lo que el FpV no tuvo demasiados obstáculos para tomar definiciones. En el dasnevismo no ocurrió lo mismo pues, cuando Adrián Awstin aparecía como candidato firme, afuera incluso el exintendente Adrián López, salió a dar pelea Marcelo Suárez, cuya presencia en los barrios sustenta hoy, a siete días e la verdad, sus chances.
En la cordillera
Esquel es, claro, la localidad más importante de la cordillera chubutense. Por su cantidad de habitantes y por su posición estratégica, como puerta de entrada a la exuberante geografía de la región. Chubut Somos Todos jugó sus fichas rápido por Omar “Pato” Fernández, un hombre que no necesita presentación en la ciudad, con impronta peronista y desde siempre allegado al dasnevismo. La gran disputa la darán, allí, Juan Ripa y Ricardo Bestene, ambos con presencia en el staff de Buzzi en su gestión al frente de la provincia, Horacio Iturrioz, titular del Concejo Deliberante y hombre cercano al exagroministro Norberto Yauhar, y María Elena Paggi, que representa los intereses de la agrupación Miguel Falcón. Es el único distrito con peso en el conteo provincial en donde el FpV dirimirá la cosa en las urnas. No alcanzó, en su momento, el gesto de Raúl “Bulín” Fernández, quien sacrificó sus aspiraciones a intendente en un intento por alcanzar el consenso y evitar la pelea del 9 de agosto.
Bestene, que ya logró el apoyo público de 9 de las 18 juntas vecinales, y Ripa, cuya presencia en los barrios lo sustentan, aparecen como los dos candidatos con mayores adhesiones.
Otro cuarteto
Aun cuando los sondeos previos no ubican al espacio para pelear el liderazgo en el conteo final, en Trelew también habrá disputa con cuatro opciones dentro de la UCR (Cambiemos), en donde a los dos más puros de la línea, Edith Terenzi y Oscar Miranda, se suman José María Ramón, con pasado en el ARI, y Héctor Marcelo Pizza, que representa los intereses del PRO en esa interna.
El país
Por lo demás, no debe soslayarse que más allá del escaso porcentaje que Chubut agrega al padrón nacional, también resultará interesante saber qué opción se tomará en la provincia a la hora de las preferencias nacionales. Las intenciones, allí, están bastante claras: el Frente para la Victoria buscará una victoria holgada que le permita soñar con un triunfo de Daniel Scioli en primera vuelta en octubre, y el PRO intentará achicar esa brecha para pensar en una segunda vuelta que le robustezca sus chances de alcanzar la presidencia con Mauricio Macri. Sergio Massa es, hoy, el tercero en discordia que busca repuntar en las encuestas para llegar con posibilidades al próximo domingo. ¿Cómo votarán los chubutenses para las presidenciales? Es la pregunta del millón que tendrá respuesta el domingo, después de las seis de la tarde.