Crisis petrolera: el crudo llegó a tocar los 38 dólares

Algunos integrantes del sector alertan que con los actuales precios están en riesgo cerca de 2.000 puestos de empleo. La última semana el valor del barril de petróleo tuvo importantes fluctuaciones y cerró en US$ 45. Aseguran que se buscará aguantar hasta octubre.

Incertidumbre. La coyuntura internacional no ayuda y podría haber más complicaciones para el sector.
31 AGO 2015 - 17:51 | Actualizado

Por Federico Sánchez / Twitter: @federicosn

Las últimas semanas de agosto han sido sin dudas las más dramáticas para el sector petrolero de Chubut desde que comenzó la caída libre del precio del petróleo a partir de mediados del año pasado. El barril llegó a estar por debajo de la barrera psicológica de los 40 dólares, pese a una remontada sobre el final de la semana, con la revisión hacia arriba del dato de crecimiento de Estados Unidos. Las fluctuaciones elevaron el valor del hidrocarburo a U$S 45.

A este escenario de por sí delicado, se le sumó la llegada de los primeros telegramas de preaviso de despido de las empresas, como una suerte de señal para el Gobierno Provincial de hasta dónde están dispuestas a resignar rentabilidad.

En medio de los cimbronazos que pega la crisis petrolera, arrastrada por la mayor producción de crudo en el mundo y las malas noticias que vienen desde China por un menor crecimiento de su economía, algunos empresarios que forman parte de la cadena hidrocarburífera comentan por lo bajo que de no mediar las elecciones del 25 de octubre, ya habrían sido despedidos cerca de 2.000 trabajadores en Chubut. Vale recordar que entre puestos directos e indirectos dependen de la actividad petrolera de la región cerca de 30.000 empleos.

La fuente, que prefirió mantenerse reservada, analizó que el escenario “es muy complicado”. Agregó que “en las negociaciones que hay en Buenos Aires hay una percepción más real y lo que llega es que si no estuvieran las elecciones de por medio, ya habrían 2.000 despidos en la provincia. Si para octubre esto no cambia, seguramente van a bajar o paralizarse equipos y esto se va a desencadenar”.

Los argumentos tienen que ver con que los incentivos otorgados por el Gobierno Nacional para mantener el precio interno del crudo ya no bastan. “Cuando estaba el barril a 50 dólares servía, ahora eso ya no alcanza”. A eso se le suma, que muchas de las operadoras exportan y están a merced del mercado.

Dentro de ese marco, pasado octubre y de mantenerse los actuales precios para el petróleo, auguran un complicado desenlace. La apuesta es que en estos meses pueda haber un repunte. “Si mejoran los precios, todo seguirá igual y no habrá grandes cambios. Pero si esto sigue así como está, no parece haber muchas alternativas”. Algunos analistas prevén que continuarán las oscilaciones, aunque siempre estará debajo de los U$S 60.

Así y todo, existe una esperanza en lo que pueda hacer el Gobierno Nacional. Los empresarios confían en que la actual ayuda se multiplique por parte de Nación a partir de un simple razonamiento: “Ellos con los bajos precios a nivel internacional se benefician porque tienen que importar. Entonces eso que les sobra, lo podrían destinar a bancar la industria de acá”.

Se podría decir que la ecuación con estos valores es ventajosa para el Gobierno Nacional, en cuanto a su necesidad de comprar hidrocarburos y muy desventajosa para las provincias productoras como Chubut y Neuquén: “Esto para las economías regionales es un desastre”.

Reuniones

Varias fueron las reuniones que mantuvo en estas dos semanas que pasaron el Gobierno Provincial. El gobernador Martín Buzzi estuvo con los gremios, con las operadoras en Buenos Aires y para las próximas dos semanas ya hay una cargada agenda: se realizará un nuevo encuentro el 1º de septiembre con todos los actores regionales de la industria, previo a la reunión que la OFEPHI mantendrá la semana siguiente.

La cumbre del 8 de septiembre con todas las provincias productoras contará con la participación del gobernador y precandidato a presidente, Daniel Scioli. Allí se buscará sellar un acuerdo político para que en caso de llegar a la Casa Rosada Scioli continúe con los incentivos para la industria que hoy brinda Nación y que fueron acordados los últimos días de diciembre.

Inversiones en juego

Los planes de inversión comprometidos para este año llegan a los 3.000 millones de dólares en toda la Cuenca del Golfo San Jorge. De acuerdo con datos del sector, el mayor desembolso corresponde a Pan American Energy: U$S 1.300 millones de inversiones y otros 700 para gastos operativos, que sirven para perforar 246 pozos, con un total de 16 equipos perforadores.

YPF por su parte destina para este año U$S 400 millones, sumado a otros 300 millones para gastos operativos, con el objetivo de perforar 110 pozos, con un total de 7 equipos. En tanto Tecpetrol, debería asignar U$S 120 millones en inversiones y gastos operativos por 100 millones: 110 pozos y 7 equipos de perforación.Más atrás en cuanto a su aporte aparecen CAPSA, que recientemente adecuó su contrato a la Ley de Hidrocarburos de la Provincia, y ENAP Sipetrol, cuya renegociación está pendiente en Legislatura.

“De forma resumida, ya que por momentos se suben más que otros, hay 30 equipos perforadores. Pero a ello hay que sumarle los que existen de pulling y work over. En total tenés más de 110 equipos movilizados”, aseguró al Económico el diputado provincial y representante del sindicato petrolero, Carlos Gómez.

Según el diputado, por cada equipo que pueda paralizarse o incluso bajar, dependen en promedio 200 trabajadores, por puestos directos e indirectos. La cadena petrolera incluye operaciones especiales, transporte, servicio logístico, de agua, transporte de personal, indumentaria, control médico. “Por eso todo el mundo tiembla cuando un equipo se paraliza”. Por el momento, hubo algunos equipos paralizados (seis), que tras negociaciones pudieron poner en marcha. Sin lugar a dudas la situación más complicada se da en Tecpetrol. La operadora exporta prácticamente toda su producción, con lo cual los incentivos otorgados para el precio del mercado interno no sirven en este caso.

Tecpetrol tiene al menos 7 equipos de perforación, con cerca de 200 trabajadores promedio por cada uno trabajando allí. Con lo cual para dimensionar los riesgos solo basta con hacer una simple cuenta.

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Incertidumbre. La coyuntura internacional no ayuda y podría haber más complicaciones para el sector.
31 AGO 2015 - 17:51

Por Federico Sánchez / Twitter: @federicosn

Las últimas semanas de agosto han sido sin dudas las más dramáticas para el sector petrolero de Chubut desde que comenzó la caída libre del precio del petróleo a partir de mediados del año pasado. El barril llegó a estar por debajo de la barrera psicológica de los 40 dólares, pese a una remontada sobre el final de la semana, con la revisión hacia arriba del dato de crecimiento de Estados Unidos. Las fluctuaciones elevaron el valor del hidrocarburo a U$S 45.

A este escenario de por sí delicado, se le sumó la llegada de los primeros telegramas de preaviso de despido de las empresas, como una suerte de señal para el Gobierno Provincial de hasta dónde están dispuestas a resignar rentabilidad.

En medio de los cimbronazos que pega la crisis petrolera, arrastrada por la mayor producción de crudo en el mundo y las malas noticias que vienen desde China por un menor crecimiento de su economía, algunos empresarios que forman parte de la cadena hidrocarburífera comentan por lo bajo que de no mediar las elecciones del 25 de octubre, ya habrían sido despedidos cerca de 2.000 trabajadores en Chubut. Vale recordar que entre puestos directos e indirectos dependen de la actividad petrolera de la región cerca de 30.000 empleos.

La fuente, que prefirió mantenerse reservada, analizó que el escenario “es muy complicado”. Agregó que “en las negociaciones que hay en Buenos Aires hay una percepción más real y lo que llega es que si no estuvieran las elecciones de por medio, ya habrían 2.000 despidos en la provincia. Si para octubre esto no cambia, seguramente van a bajar o paralizarse equipos y esto se va a desencadenar”.

Los argumentos tienen que ver con que los incentivos otorgados por el Gobierno Nacional para mantener el precio interno del crudo ya no bastan. “Cuando estaba el barril a 50 dólares servía, ahora eso ya no alcanza”. A eso se le suma, que muchas de las operadoras exportan y están a merced del mercado.

Dentro de ese marco, pasado octubre y de mantenerse los actuales precios para el petróleo, auguran un complicado desenlace. La apuesta es que en estos meses pueda haber un repunte. “Si mejoran los precios, todo seguirá igual y no habrá grandes cambios. Pero si esto sigue así como está, no parece haber muchas alternativas”. Algunos analistas prevén que continuarán las oscilaciones, aunque siempre estará debajo de los U$S 60.

Así y todo, existe una esperanza en lo que pueda hacer el Gobierno Nacional. Los empresarios confían en que la actual ayuda se multiplique por parte de Nación a partir de un simple razonamiento: “Ellos con los bajos precios a nivel internacional se benefician porque tienen que importar. Entonces eso que les sobra, lo podrían destinar a bancar la industria de acá”.

Se podría decir que la ecuación con estos valores es ventajosa para el Gobierno Nacional, en cuanto a su necesidad de comprar hidrocarburos y muy desventajosa para las provincias productoras como Chubut y Neuquén: “Esto para las economías regionales es un desastre”.

Reuniones

Varias fueron las reuniones que mantuvo en estas dos semanas que pasaron el Gobierno Provincial. El gobernador Martín Buzzi estuvo con los gremios, con las operadoras en Buenos Aires y para las próximas dos semanas ya hay una cargada agenda: se realizará un nuevo encuentro el 1º de septiembre con todos los actores regionales de la industria, previo a la reunión que la OFEPHI mantendrá la semana siguiente.

La cumbre del 8 de septiembre con todas las provincias productoras contará con la participación del gobernador y precandidato a presidente, Daniel Scioli. Allí se buscará sellar un acuerdo político para que en caso de llegar a la Casa Rosada Scioli continúe con los incentivos para la industria que hoy brinda Nación y que fueron acordados los últimos días de diciembre.

Inversiones en juego

Los planes de inversión comprometidos para este año llegan a los 3.000 millones de dólares en toda la Cuenca del Golfo San Jorge. De acuerdo con datos del sector, el mayor desembolso corresponde a Pan American Energy: U$S 1.300 millones de inversiones y otros 700 para gastos operativos, que sirven para perforar 246 pozos, con un total de 16 equipos perforadores.

YPF por su parte destina para este año U$S 400 millones, sumado a otros 300 millones para gastos operativos, con el objetivo de perforar 110 pozos, con un total de 7 equipos. En tanto Tecpetrol, debería asignar U$S 120 millones en inversiones y gastos operativos por 100 millones: 110 pozos y 7 equipos de perforación.Más atrás en cuanto a su aporte aparecen CAPSA, que recientemente adecuó su contrato a la Ley de Hidrocarburos de la Provincia, y ENAP Sipetrol, cuya renegociación está pendiente en Legislatura.

“De forma resumida, ya que por momentos se suben más que otros, hay 30 equipos perforadores. Pero a ello hay que sumarle los que existen de pulling y work over. En total tenés más de 110 equipos movilizados”, aseguró al Económico el diputado provincial y representante del sindicato petrolero, Carlos Gómez.

Según el diputado, por cada equipo que pueda paralizarse o incluso bajar, dependen en promedio 200 trabajadores, por puestos directos e indirectos. La cadena petrolera incluye operaciones especiales, transporte, servicio logístico, de agua, transporte de personal, indumentaria, control médico. “Por eso todo el mundo tiembla cuando un equipo se paraliza”. Por el momento, hubo algunos equipos paralizados (seis), que tras negociaciones pudieron poner en marcha. Sin lugar a dudas la situación más complicada se da en Tecpetrol. La operadora exporta prácticamente toda su producción, con lo cual los incentivos otorgados para el precio del mercado interno no sirven en este caso.

Tecpetrol tiene al menos 7 equipos de perforación, con cerca de 200 trabajadores promedio por cada uno trabajando allí. Con lo cual para dimensionar los riesgos solo basta con hacer una simple cuenta.


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