Debates públicos e interna irresuelta, los ejes de la campaña en la recta final al 25
Leé La Columna del Domingo, la tradicional editorial de la edición dominical de Jornada, con la mejor información política de Chubut.
La realización del segundo debate entre candidatos organizado por el Grupo Jornada dejó más en claro que nunca que no es lo mismo debatir cara a cara ante la gente que hacerlo a través de los medios.
Adrián Maderna, el candidato de Chubut Somos Todos, podrá ganar las próximas elecciones generales para la intendencia de Trelew, tal vez por mayor diferencia de la que obtuvo en las PASO del 9 de agosto. Pero lo que no podrá es evitar el cuestionamiento de muchos ciudadanos que preferían verlo frente a frente con César Gustavo Mac Karthy (FpV), José María Ramón (Cambiemos) y Gonzalo Pérez Álvarez (MAPU), que expusieron sus ideas ante las cámaras de televisión sin temor.
Los debates, el del Grupo Jornada o cualquier otro que se haya organizado o se organice en el futuro, no definen elecciones. Pero sí definen a los candidatos que eligen evitarlos.
La máxima que afirma que “el que va ganando no debate” pinta de cuerpo entero a la clase dirigente argentina, que se llena la boca cuestionando las viejas prácticas de la política pero no hace nada por cambiarlas. Muchos de los que dicen representar “la nueva política” huelen a rancio por donde se los olfatee.
Un atril vacío
La ausencia de Maderna en el #DebateTrelew del jueves pasado lo dejó a merced de sus oponentes, principalmente de Mac Karthy, que no dejó pasar la oportunidad de martillar sobre el atril vacío que dejó su contendiente.
Tampoco Ramón y Pérez Álvarez desaprovecharon la oportunidad de limar al candidato dasnevista pero matizar sus dardos entre Maderna y Mac Karthy, al que responsabilizaron por muchas de las carencias que tiene Trelew.
Fue saludable, más allá de algunas chicanas, ver a tres candidatos haciendo propuestas concretas, coincidiendo en varios puntos (la necesidad de cambiar de raíz la administración de la Cooperativa Eléctrica, por ejemplo) y discutiendo con bastante más altura de la que a veces se suele dar a través de los medios, sin ese “cara a cara” que algunos los asusta.
Suspendido
Esta semana, la Pastoral Social de la Diócesis de Comodoro Rivadavia comunicó que debía suspender un foro propuesto desde hace varias semanas con los candidatos a gobernador y el postulante que encabece la lista de diputados provinciales de los respectivos partidos, “por no contar con la participación necesaria de los mismos, debido a que dos de ellos han manifestado por el silencio o por escrito, su no concurrencia.”
Sin nombrarlos, se referían a los dos principales aspirantes a la gobernación: Martín Buzzi y Mario Das Neves. A quienes, sin embargo, la Pastoral Social les pidió que hagan llegar por escrito sus respuestas a un cuestionario que les enviaron.
“Queremos vivir las elecciones como un acontecimiento esperanzador, que refleje el nivel cívico de un pueblo que va a las urnas con la convicción de que es el mejor modo de expresar la voluntad de ser una Nación cada vez más inclusiva para todos los argentinos y que sea una auténtica fiesta cívica en el marco de la Constitución Nacional”, expresó la Iglesia en el mismo comunicado en el que anunciaba la suspensión el foro.
“A cada uno le corresponde un papel y una responsabilidad que hacen al bien de la República. Ya que todos somos responsables, nadie puede sentirse ajeno a ello.” Clarísimo.
Buzzi y Das Neves tendrán otra oportunidad debatir el próximo 15 de octubre, en el #DebateChubut que organiza el Grupo Jornada y para el que ya han respondido de manera positiva Carlos Lorenzo, el candidato a gobernador por Cambiemos, y Oscar Petersen, del Polo Social.
Y este lunes se realizarán las invitaciones formales para un debate entre los candidatos en primer lugar en la lista de senadores nacionales de las tres agrupaciones con mayores posibilidades de acceder a una banca en el Senado: Juan Mario Pais (FpV), Alfredo González Luenzo (Chubut Somos Todos) y Mario Cimadevilla (Cambiemos), que serán convocados a expresar sus ideas en la semana previa a las elecciones generales.
Voy y vengo
Los cambios de espacios políticos han sido una constante en los últimos años en Chubut. En los últimos tiempos, además, se han dado con tal naturalidad que buena parte de la sociedad no los ha advertido o los ha tomado como parte del paisaje.
En la recta final hacia el 25 de octubre, los realineamientos de dirigentes o sectores internos que antes estaban decididamente del “otro lado” ya son una constante.
Pasó primero con Rafael Williams, que de presidente del Partido Justicialista de Chubut saltó a jefe de campaña en la zona cordillerana de Chubut Somos Todos.
Siguió con Miguel “Coné” Díaz, la sorpresa electoral de las parlamentarias de 2013, que pasó sin escalas de ser un “soldado del Pingüino” a un aliado incondicional del dasnevismo. O de prominero que proponía el “gol de oro” a un acérrimo crítico de las empresas mineras. O, nuevamente, de kirchnerista “filodasnevista” a buzzista de la primera hora.
Lo mismo ocurrió con algunos intendentes que se daban codazos por mostrarse junto a Das Neves tras su arrolladora elección de 2013 y hoy se sumaron a las filas del buzzismo sin ponerse ni un poquito colorados.
Esta semana, algunas agrupaciones kirchneristas de Chubut volvieron a alimentar la interna al dar un salto hacia el dasnevismo, aunque –aseguran ellos- conservando la esencia del “proyecto nacional y popular.”
La más resonante fue la del MoCaRa, la agrupación que lidera Joanna Peralta en Chubut y tiene un fuerte respaldo de Alicia Kirchner a nivel nacional, que se fue del Gobierno provincial dando un portazo y anunció que trabajará para que Daniel Scioli sea presidente y Mario Das Neves gobernador. Inclusive, anunció un gran acto político el 10 de octubre para apoyar la candidatura del líder de Chubut Somos Todos.
Es, sin dudas, la interna nunca resuelta del peronismo chubutense, que sigue haciendo añicos aquella vieja frase de Juan Domingo Perón: “El que gana conduce y el que pierde acompaña.”
El problema es que nadie quiere asumir el costo de las derrotas. Prefieren la confusión ideológica con tal de retener una cuota de poder. Lo que piense la gente de ellos, parece, les importa poco y nada.
La realización del segundo debate entre candidatos organizado por el Grupo Jornada dejó más en claro que nunca que no es lo mismo debatir cara a cara ante la gente que hacerlo a través de los medios.
Adrián Maderna, el candidato de Chubut Somos Todos, podrá ganar las próximas elecciones generales para la intendencia de Trelew, tal vez por mayor diferencia de la que obtuvo en las PASO del 9 de agosto. Pero lo que no podrá es evitar el cuestionamiento de muchos ciudadanos que preferían verlo frente a frente con César Gustavo Mac Karthy (FpV), José María Ramón (Cambiemos) y Gonzalo Pérez Álvarez (MAPU), que expusieron sus ideas ante las cámaras de televisión sin temor.
Los debates, el del Grupo Jornada o cualquier otro que se haya organizado o se organice en el futuro, no definen elecciones. Pero sí definen a los candidatos que eligen evitarlos.
La máxima que afirma que “el que va ganando no debate” pinta de cuerpo entero a la clase dirigente argentina, que se llena la boca cuestionando las viejas prácticas de la política pero no hace nada por cambiarlas. Muchos de los que dicen representar “la nueva política” huelen a rancio por donde se los olfatee.
Un atril vacío
La ausencia de Maderna en el #DebateTrelew del jueves pasado lo dejó a merced de sus oponentes, principalmente de Mac Karthy, que no dejó pasar la oportunidad de martillar sobre el atril vacío que dejó su contendiente.
Tampoco Ramón y Pérez Álvarez desaprovecharon la oportunidad de limar al candidato dasnevista pero matizar sus dardos entre Maderna y Mac Karthy, al que responsabilizaron por muchas de las carencias que tiene Trelew.
Fue saludable, más allá de algunas chicanas, ver a tres candidatos haciendo propuestas concretas, coincidiendo en varios puntos (la necesidad de cambiar de raíz la administración de la Cooperativa Eléctrica, por ejemplo) y discutiendo con bastante más altura de la que a veces se suele dar a través de los medios, sin ese “cara a cara” que algunos los asusta.
Suspendido
Esta semana, la Pastoral Social de la Diócesis de Comodoro Rivadavia comunicó que debía suspender un foro propuesto desde hace varias semanas con los candidatos a gobernador y el postulante que encabece la lista de diputados provinciales de los respectivos partidos, “por no contar con la participación necesaria de los mismos, debido a que dos de ellos han manifestado por el silencio o por escrito, su no concurrencia.”
Sin nombrarlos, se referían a los dos principales aspirantes a la gobernación: Martín Buzzi y Mario Das Neves. A quienes, sin embargo, la Pastoral Social les pidió que hagan llegar por escrito sus respuestas a un cuestionario que les enviaron.
“Queremos vivir las elecciones como un acontecimiento esperanzador, que refleje el nivel cívico de un pueblo que va a las urnas con la convicción de que es el mejor modo de expresar la voluntad de ser una Nación cada vez más inclusiva para todos los argentinos y que sea una auténtica fiesta cívica en el marco de la Constitución Nacional”, expresó la Iglesia en el mismo comunicado en el que anunciaba la suspensión el foro.
“A cada uno le corresponde un papel y una responsabilidad que hacen al bien de la República. Ya que todos somos responsables, nadie puede sentirse ajeno a ello.” Clarísimo.
Buzzi y Das Neves tendrán otra oportunidad debatir el próximo 15 de octubre, en el #DebateChubut que organiza el Grupo Jornada y para el que ya han respondido de manera positiva Carlos Lorenzo, el candidato a gobernador por Cambiemos, y Oscar Petersen, del Polo Social.
Y este lunes se realizarán las invitaciones formales para un debate entre los candidatos en primer lugar en la lista de senadores nacionales de las tres agrupaciones con mayores posibilidades de acceder a una banca en el Senado: Juan Mario Pais (FpV), Alfredo González Luenzo (Chubut Somos Todos) y Mario Cimadevilla (Cambiemos), que serán convocados a expresar sus ideas en la semana previa a las elecciones generales.
Voy y vengo
Los cambios de espacios políticos han sido una constante en los últimos años en Chubut. En los últimos tiempos, además, se han dado con tal naturalidad que buena parte de la sociedad no los ha advertido o los ha tomado como parte del paisaje.
En la recta final hacia el 25 de octubre, los realineamientos de dirigentes o sectores internos que antes estaban decididamente del “otro lado” ya son una constante.
Pasó primero con Rafael Williams, que de presidente del Partido Justicialista de Chubut saltó a jefe de campaña en la zona cordillerana de Chubut Somos Todos.
Siguió con Miguel “Coné” Díaz, la sorpresa electoral de las parlamentarias de 2013, que pasó sin escalas de ser un “soldado del Pingüino” a un aliado incondicional del dasnevismo. O de prominero que proponía el “gol de oro” a un acérrimo crítico de las empresas mineras. O, nuevamente, de kirchnerista “filodasnevista” a buzzista de la primera hora.
Lo mismo ocurrió con algunos intendentes que se daban codazos por mostrarse junto a Das Neves tras su arrolladora elección de 2013 y hoy se sumaron a las filas del buzzismo sin ponerse ni un poquito colorados.
Esta semana, algunas agrupaciones kirchneristas de Chubut volvieron a alimentar la interna al dar un salto hacia el dasnevismo, aunque –aseguran ellos- conservando la esencia del “proyecto nacional y popular.”
La más resonante fue la del MoCaRa, la agrupación que lidera Joanna Peralta en Chubut y tiene un fuerte respaldo de Alicia Kirchner a nivel nacional, que se fue del Gobierno provincial dando un portazo y anunció que trabajará para que Daniel Scioli sea presidente y Mario Das Neves gobernador. Inclusive, anunció un gran acto político el 10 de octubre para apoyar la candidatura del líder de Chubut Somos Todos.
Es, sin dudas, la interna nunca resuelta del peronismo chubutense, que sigue haciendo añicos aquella vieja frase de Juan Domingo Perón: “El que gana conduce y el que pierde acompaña.”
El problema es que nadie quiere asumir el costo de las derrotas. Prefieren la confusión ideológica con tal de retener una cuota de poder. Lo que piense la gente de ellos, parece, les importa poco y nada.