De acuerdo con este organismo estatal, el dato acumulado en 2015 está muy por encima del 4,6 % registrado en el mismo período del año pasado, indica un cable de la agencia de noticias EFE.
Sin embargo, el dato interanual, de 9,49%, estuvo un poco por debajo del registrado un año antes, cuando fue del 9,53%
El IBGE destacó que la inflación subió 0,32 puntos porcentuales en septiembre respecto del mes anterior, cuando los precios tuvieron un aumento del 0,22%.
La inflación constituye una de las principales preocupaciones del Gobierno de la presidenta Dilma Rousseff, y para intentar contener el alza de los precios el Banco Central aplicó un aumento a las tasas de interés, que se encuentran en su máximo nivel en los últimos años.
Asimismo, para enderezar una economía que se encuentra en recesión técnica y equilibrar las maltrechas cuentas públicas, el Ejecutivo decidió aplicar un severo ajuste fiscal, que incluye fuertes recortes en el gasto público y un aumento de la recaudación a través de la vía tributaria.
Pese a esta medida, las últimas proyecciones divulgadas por el Banco Central de Brasil, con base en las estimaciones de diversos analistas financieros, apuntan a que la economía se contraerá este año 2,85%.
La meta oficial para la inflación en Brasil este año, marcada por el propio Ejecutivo a principios de año, era del 4,5%, con una tolerancia de dos puntos porcentuales que elevaban el techo al 6,5%.
De acuerdo con este organismo estatal, el dato acumulado en 2015 está muy por encima del 4,6 % registrado en el mismo período del año pasado, indica un cable de la agencia de noticias EFE.
Sin embargo, el dato interanual, de 9,49%, estuvo un poco por debajo del registrado un año antes, cuando fue del 9,53%
El IBGE destacó que la inflación subió 0,32 puntos porcentuales en septiembre respecto del mes anterior, cuando los precios tuvieron un aumento del 0,22%.
La inflación constituye una de las principales preocupaciones del Gobierno de la presidenta Dilma Rousseff, y para intentar contener el alza de los precios el Banco Central aplicó un aumento a las tasas de interés, que se encuentran en su máximo nivel en los últimos años.
Asimismo, para enderezar una economía que se encuentra en recesión técnica y equilibrar las maltrechas cuentas públicas, el Ejecutivo decidió aplicar un severo ajuste fiscal, que incluye fuertes recortes en el gasto público y un aumento de la recaudación a través de la vía tributaria.
Pese a esta medida, las últimas proyecciones divulgadas por el Banco Central de Brasil, con base en las estimaciones de diversos analistas financieros, apuntan a que la economía se contraerá este año 2,85%.
La meta oficial para la inflación en Brasil este año, marcada por el propio Ejecutivo a principios de año, era del 4,5%, con una tolerancia de dos puntos porcentuales que elevaban el techo al 6,5%.