Cristina respaldó a los candidatos oficialistas y quiere una destilería “biprovincial”

Estuvo en Comodoro Rivadavia y luego en Caleta Olivia. Con su paso revolucionó la ciudad, mantuvo reuniones y, una vez en Santa Cruz, brindó definiciones políticas. Buzzi remarcó el gesto del paso presidencial por la provincia.

16 OCT 2015 - 22:20 | Actualizado

Un claro gesto de respaldo político”. La visita de la Presidente de la Nación, Cristina Fernández de Kirchner, dejó en la región claras señales de apoyo a los candidatos oficialistas y el compromiso de avanzar en obras consideradas primordiales para la Patagonia.

En medio de un cerrado despliegue de seguridad que limitó el acceso a los medios de prensa, la Presidente sí priorizó el contacto directo con militantes y adherentes de diferentes agrupaciones. Desde su llegada al Aeropuerto “General Enrique Mosconi”, Comodoro Rivadavia respaldó a la figura líder del Frente para la Victoria con distintas manifestaciones. Desde saludos a la vera de la Ruta Nacional Número Tres hasta una reacción emotiva –llanto incluido- de un reconocido docente que en pleno trayecto hacia el casco céntrico provocó que Cristina hiciera detener el vehículo utilitario que la transportaba.

Por última vez siendo la máxima autoridad política del país, CFK se alojó en el Lucania Palazzo Hotel, propiedad de la familia Torraca que ofició de anfitriona a lo igual que con los ex mandatarios Fernando De la Rúa y Néstor Carlos Kirchner, quien también solía elegir éste sofisticado espacio en el corazón mismo de la ciudad. Pernoctó en una de las suites del décimo piso que fue cedido por completo (diez habitaciones) a la comitiva presidencial y mantuvo, en todo momento, un trato cordial con el personal que la asistió.

La llegada al hotel resultó tumultuosa en muchos aspectos. La seguridad tuvo brechas que afectaron nuevamente a los periodistas que aguardaban tras una extensa guardia y localizados en un “corralito” que los alejó de cualquier contacto visual. De hecho se debió lidiar con una verdadera marea de celulares y funcionarios de tercer y cuarto nivel que priorizaron la “selfie” de ocasión. Hubo “retos públicos” del equipo de Seguridad y una evidente falta de coordinación en aspectos básicos: se abrieron las puertas vidriadas y numerosos militantes de la Cámpora impidieron que se cumpliera con la recepción que el hotel tenía previsto, con la firma en un registro y el obsequio de una ofrenda floral.

En una escena no muchas vista en otras giras, CFK viajó en medio de un tumulto frenético compuesto por cholulos, fanáticos, amigos de amigos y también funcionarios, entre ellos el intendente Néstor Di Pierro y su vice Carlos Linares. La Presidente se dirigió a su habitación para minutos más tarde regresar al primer piso donde la aguardaban, ya en el comedor, los invitados a una cena de “mesa chica”. A las autoridades citadas se agregaron los aspirantes a la diputación nacional, Santiago Igón y Ana Llanos Massa como también el diputado nacional Juan Mario Pais y el senador Marcelo Guinle.

Ese selecto grupo “de los ocho” degustó pescados, mariscos y carne de la zona en un encuentro que tuvo carácter informal aunque con un evidente contenido político. Al término de la comida, alrededor de la una de la mañana, la Presidente de la Nación saboreó un café con leche.

Ayer el lobby del hotel amaneció vallado al igual que los alrededores. El hermetismo, el intento de impedir el ingreso de habituales clientes al espacio y la falta de comunicación protocolar y de Prensa fue notoria. Se generó una usina de rumores respecto a la agenda a cumplir por Cristina de Kirchner quien desayunó pasadas las 9 en su habitación para luego mantener una serie de reuniones con sus secretarios privados.

Recién minutos antes de las 13 decidió emprender el viaje hacia Caleta Olivia, Santa Cruz. Enfundada en ropa de abrigo recibió un obsequio de La Batucada Comodorense (un sombrero murguero con los colores nacionales) y se acercó hasta el vallado para un saludo rápido e informal. Evitó preguntas aunque con simpatía, volvió a prestarse a numerosos pedidos fotográficos especialmente con niños y jóvenes. Ya en el exterior del edificio, saludó brevemente al público que se había acercado hasta el lugar, entre ellos una fracción de la Unión Obrera de la Construcción, e inició el corto trayecto hasta la base habilitada en la zona del muelle pesquero en el Puerto local. Allí abordó el helicóptero de Prefectura Naval Argentina con rumbo al norte de Santa Cruz junto a Daniel Scioli, candidato a la Presidente del FPV, uno de los dos gobernadores que la acompañó. El otro fue el formoseño Gildo Insfran, especialmente invitado. También compartió el viaje de aproximadamente quince minutos hasta el lugar del acto en Caleta Olivia, el candidato a la vicepresidencia y actual titular de la Secretaria Legal y Técnica de la presidencia, Carlos “Chino” Zannini.

Destilería “biprovincial”

La presidente de la Nación le pidió al candidato presidencial del Frente para la Victoria, Daniel Scioli, que construya una destilería en el límite de las provincias de Chubut y Santa Cruz. Fue en el Centro Cultural, Manuel “Cacho” Camino.

Allí vaticinó que Scioli será el próximo “presidente de los argentinos” comprometiendo la continuidad de proyectos iniciados en la Región Patagónica. “Entre Chubut y Santa Cruz producen el 50% del petróleo del país, por esto que necesitamos una destilaría acá, en la frontera. Necesitamos una destilería y yo sé que Daniel (Scioli) la realizará y entrará en la historia de la Patagonia”.

Remarcó que ésta obra “no se trata de localismos, se trata de generar competitividad, para achicar el gasto y aumentar la rentabilidad. Hay que hacerlo en la Patagonia porque los hidrocarburos están acá”. Destacó que se continuará haciendo hincapié en la ciencia, la tecnología y en la educación. “Tenemos muchísimas reservas entre Chubut y Santa Cruz, cómo no vamos a producir técnicos propios”.

En duros términos criticó al gobernador Daniel Peralta, ausente en el acto. “Cuando nos fuimos de aquí nosotros dejamos una provincia en marcha. Ahora tenemos que volver a enganchar a Santa Cruz. El país que tenemos ahora no tiene nada que ver con el que recibimos nosotros”, enfatizó.

Tomando la posta, Daniel Scioli se comprometió a seguir las políticas en materia productiva que comenzó en el 2003 con la llegada de Néstor Kirchner a la presidencia. “Si hay algo que caracteriza nuestro gobierno es que planifica a futuro. La provincia de Santa Cruz puede volver a tener la misma impronta que cuando gobernaba Néstor”, remarcó.

Claro gesto de apoyo

El gobernador Martín Buzzi resaltó que “cada vez más se profundiza la diferencia entre dos modelos de país que se proponen: el modelo de la Shell, de Macri, y por otro lado el modelo de YPF, de Scioli, de Cristina, el modelo que hemos apoyado desde siempre”.

Valoró que esta nueva visita presidencial a Chubut fue un “gesto político muy claro de apoyo a la fórmula provincial y a la formula a la intendencia del Frente para la Victoria”. Por otra parte, a pocos días de las elecciones, señaló que “hemos trabajado mucho para llegar a esta fecha con la provincia con trabajo, tranquilos en un marco de mucho diálogo y escucha”. En este sentido adelantó que los comicios se darán de una manera “más cómoda y ordenada por la menor cantidad de boletas en el cuarto oscuro y la mayor cantidad de escuelas habilitadas para votar”.

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16 OCT 2015 - 22:20

Un claro gesto de respaldo político”. La visita de la Presidente de la Nación, Cristina Fernández de Kirchner, dejó en la región claras señales de apoyo a los candidatos oficialistas y el compromiso de avanzar en obras consideradas primordiales para la Patagonia.

En medio de un cerrado despliegue de seguridad que limitó el acceso a los medios de prensa, la Presidente sí priorizó el contacto directo con militantes y adherentes de diferentes agrupaciones. Desde su llegada al Aeropuerto “General Enrique Mosconi”, Comodoro Rivadavia respaldó a la figura líder del Frente para la Victoria con distintas manifestaciones. Desde saludos a la vera de la Ruta Nacional Número Tres hasta una reacción emotiva –llanto incluido- de un reconocido docente que en pleno trayecto hacia el casco céntrico provocó que Cristina hiciera detener el vehículo utilitario que la transportaba.

Por última vez siendo la máxima autoridad política del país, CFK se alojó en el Lucania Palazzo Hotel, propiedad de la familia Torraca que ofició de anfitriona a lo igual que con los ex mandatarios Fernando De la Rúa y Néstor Carlos Kirchner, quien también solía elegir éste sofisticado espacio en el corazón mismo de la ciudad. Pernoctó en una de las suites del décimo piso que fue cedido por completo (diez habitaciones) a la comitiva presidencial y mantuvo, en todo momento, un trato cordial con el personal que la asistió.

La llegada al hotel resultó tumultuosa en muchos aspectos. La seguridad tuvo brechas que afectaron nuevamente a los periodistas que aguardaban tras una extensa guardia y localizados en un “corralito” que los alejó de cualquier contacto visual. De hecho se debió lidiar con una verdadera marea de celulares y funcionarios de tercer y cuarto nivel que priorizaron la “selfie” de ocasión. Hubo “retos públicos” del equipo de Seguridad y una evidente falta de coordinación en aspectos básicos: se abrieron las puertas vidriadas y numerosos militantes de la Cámpora impidieron que se cumpliera con la recepción que el hotel tenía previsto, con la firma en un registro y el obsequio de una ofrenda floral.

En una escena no muchas vista en otras giras, CFK viajó en medio de un tumulto frenético compuesto por cholulos, fanáticos, amigos de amigos y también funcionarios, entre ellos el intendente Néstor Di Pierro y su vice Carlos Linares. La Presidente se dirigió a su habitación para minutos más tarde regresar al primer piso donde la aguardaban, ya en el comedor, los invitados a una cena de “mesa chica”. A las autoridades citadas se agregaron los aspirantes a la diputación nacional, Santiago Igón y Ana Llanos Massa como también el diputado nacional Juan Mario Pais y el senador Marcelo Guinle.

Ese selecto grupo “de los ocho” degustó pescados, mariscos y carne de la zona en un encuentro que tuvo carácter informal aunque con un evidente contenido político. Al término de la comida, alrededor de la una de la mañana, la Presidente de la Nación saboreó un café con leche.

Ayer el lobby del hotel amaneció vallado al igual que los alrededores. El hermetismo, el intento de impedir el ingreso de habituales clientes al espacio y la falta de comunicación protocolar y de Prensa fue notoria. Se generó una usina de rumores respecto a la agenda a cumplir por Cristina de Kirchner quien desayunó pasadas las 9 en su habitación para luego mantener una serie de reuniones con sus secretarios privados.

Recién minutos antes de las 13 decidió emprender el viaje hacia Caleta Olivia, Santa Cruz. Enfundada en ropa de abrigo recibió un obsequio de La Batucada Comodorense (un sombrero murguero con los colores nacionales) y se acercó hasta el vallado para un saludo rápido e informal. Evitó preguntas aunque con simpatía, volvió a prestarse a numerosos pedidos fotográficos especialmente con niños y jóvenes. Ya en el exterior del edificio, saludó brevemente al público que se había acercado hasta el lugar, entre ellos una fracción de la Unión Obrera de la Construcción, e inició el corto trayecto hasta la base habilitada en la zona del muelle pesquero en el Puerto local. Allí abordó el helicóptero de Prefectura Naval Argentina con rumbo al norte de Santa Cruz junto a Daniel Scioli, candidato a la Presidente del FPV, uno de los dos gobernadores que la acompañó. El otro fue el formoseño Gildo Insfran, especialmente invitado. También compartió el viaje de aproximadamente quince minutos hasta el lugar del acto en Caleta Olivia, el candidato a la vicepresidencia y actual titular de la Secretaria Legal y Técnica de la presidencia, Carlos “Chino” Zannini.

Destilería “biprovincial”

La presidente de la Nación le pidió al candidato presidencial del Frente para la Victoria, Daniel Scioli, que construya una destilería en el límite de las provincias de Chubut y Santa Cruz. Fue en el Centro Cultural, Manuel “Cacho” Camino.

Allí vaticinó que Scioli será el próximo “presidente de los argentinos” comprometiendo la continuidad de proyectos iniciados en la Región Patagónica. “Entre Chubut y Santa Cruz producen el 50% del petróleo del país, por esto que necesitamos una destilaría acá, en la frontera. Necesitamos una destilería y yo sé que Daniel (Scioli) la realizará y entrará en la historia de la Patagonia”.

Remarcó que ésta obra “no se trata de localismos, se trata de generar competitividad, para achicar el gasto y aumentar la rentabilidad. Hay que hacerlo en la Patagonia porque los hidrocarburos están acá”. Destacó que se continuará haciendo hincapié en la ciencia, la tecnología y en la educación. “Tenemos muchísimas reservas entre Chubut y Santa Cruz, cómo no vamos a producir técnicos propios”.

En duros términos criticó al gobernador Daniel Peralta, ausente en el acto. “Cuando nos fuimos de aquí nosotros dejamos una provincia en marcha. Ahora tenemos que volver a enganchar a Santa Cruz. El país que tenemos ahora no tiene nada que ver con el que recibimos nosotros”, enfatizó.

Tomando la posta, Daniel Scioli se comprometió a seguir las políticas en materia productiva que comenzó en el 2003 con la llegada de Néstor Kirchner a la presidencia. “Si hay algo que caracteriza nuestro gobierno es que planifica a futuro. La provincia de Santa Cruz puede volver a tener la misma impronta que cuando gobernaba Néstor”, remarcó.

Claro gesto de apoyo

El gobernador Martín Buzzi resaltó que “cada vez más se profundiza la diferencia entre dos modelos de país que se proponen: el modelo de la Shell, de Macri, y por otro lado el modelo de YPF, de Scioli, de Cristina, el modelo que hemos apoyado desde siempre”.

Valoró que esta nueva visita presidencial a Chubut fue un “gesto político muy claro de apoyo a la fórmula provincial y a la formula a la intendencia del Frente para la Victoria”. Por otra parte, a pocos días de las elecciones, señaló que “hemos trabajado mucho para llegar a esta fecha con la provincia con trabajo, tranquilos en un marco de mucho diálogo y escucha”. En este sentido adelantó que los comicios se darán de una manera “más cómoda y ordenada por la menor cantidad de boletas en el cuarto oscuro y la mayor cantidad de escuelas habilitadas para votar”.


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