Recomiendan nuevas pruebas antes de aprobar vacuna contra la malaria

El Grupo de Expertos sobre Inmunización (SAGE) y el Comité Asesor sobre Malaria (MPAC) consideran que es necesario implementar nuevos programas piloto de vacunación con la RTS, la primera vacuna que se ha demostrado efectiva contra la enfermedad, antes de aprobarla.

23 OCT 2015 - 11:47 | Actualizado

Los expertos consideran que es imperativo hacer más pruebas piloto en niños de entre 5 y 17 meses "antes de considerar programas más amplios", indicó un despacho de la agencia EFE.

Los científicos quieren saber cuál es el verdadero efecto protector de la vacuna fuera de los ensayos clínicos; la capacidad y posibilidad de poder incluir la administración de cuatro dosis de RTS en los programas rutinarios de vacunación; el impacto en la mortalidad infantil; y su seguridad dados los efectos secundarios detectados.

La vacuna RTS, denominada Mosquirix, ha sido desarrollada por la farmacéutica GlaxoSimithKline (GSK) en colaboración con la ONG PATH, junto a varios centros de investigación africanos.

Hasta la fecha, se han llevado a cabo ensayos clínicos de tipo III en 150.000 niños de siete países subsaharianos en dos grupos de edad: recién nacidos de 6 a 12 semanas; y bebés de 5 a 17 meses de edad.

De media, la vacuna mostró una eficacia del 30 por ciento, que si bien es baja, dadas las muertes anuales por malaria, podría ser una herramienta relevante en la lucha contra el paludismo.

No obstante, los expertos tienen varias dudas sobre su eficacia a largo plazo.

La vacuna requiere la administración de cuatro dosis: 7 meses, 8 meses, 9 meses y la cuarta un año y medio después.

Los expertos dudan que las familias lleven a sus hijos a recibir la cuarta dosis pasados 18 meses, cuando esta vacunación no está vinculada a ninguna otra inyección incluida en el calendario de inmunización y dadas las dificultades que implica el poder llegar hasta un centro de salud en lugares remotos de África donde la malaria es más endémica.

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23 OCT 2015 - 11:47

Los expertos consideran que es imperativo hacer más pruebas piloto en niños de entre 5 y 17 meses "antes de considerar programas más amplios", indicó un despacho de la agencia EFE.

Los científicos quieren saber cuál es el verdadero efecto protector de la vacuna fuera de los ensayos clínicos; la capacidad y posibilidad de poder incluir la administración de cuatro dosis de RTS en los programas rutinarios de vacunación; el impacto en la mortalidad infantil; y su seguridad dados los efectos secundarios detectados.

La vacuna RTS, denominada Mosquirix, ha sido desarrollada por la farmacéutica GlaxoSimithKline (GSK) en colaboración con la ONG PATH, junto a varios centros de investigación africanos.

Hasta la fecha, se han llevado a cabo ensayos clínicos de tipo III en 150.000 niños de siete países subsaharianos en dos grupos de edad: recién nacidos de 6 a 12 semanas; y bebés de 5 a 17 meses de edad.

De media, la vacuna mostró una eficacia del 30 por ciento, que si bien es baja, dadas las muertes anuales por malaria, podría ser una herramienta relevante en la lucha contra el paludismo.

No obstante, los expertos tienen varias dudas sobre su eficacia a largo plazo.

La vacuna requiere la administración de cuatro dosis: 7 meses, 8 meses, 9 meses y la cuarta un año y medio después.

Los expertos dudan que las familias lleven a sus hijos a recibir la cuarta dosis pasados 18 meses, cuando esta vacunación no está vinculada a ninguna otra inyección incluida en el calendario de inmunización y dadas las dificultades que implica el poder llegar hasta un centro de salud en lugares remotos de África donde la malaria es más endémica.


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