Jujuy: ocho mujeres se integran por primera vez como choferes de transporte urbano

Conformaron la primer Asociación Sindical de Mujeres Conductoras de la provincia y cumplen "el sueño" de integrarse al plantel de conductores de una línea de colectivos, un servicio históricamente operado por hombres, en el que derribaron "una barrera de género", afirmó la delegada Liliana Laureano.

Destacan como un hecho histórico que ocho féminas conducirán en el transporte urbano de Jujuy.
24 OCT 2015 - 19:06 | Actualizado

"No podemos creer todo lo que nos está pasando: conformamos una asociación de hecho para salir a luchar por nuestro sueño de poder trabajar haciendo lo que nos gusta, que es manejar, y se está cumpliendo", contó a Télam Liliana Laureano, delegada y una de las cuatro trabajadoras que concretaron la primer jornada laboral el pasado Día de la Madre.

Tras un proceso de arduas prácticas de manejo, las flamantes conductoras que se ponen al volante de la línea 22 de Unión Bus son Laureano y Marina Izetta, Sonia Mendoza, Silvana Villegas, Silvia Arjona, Érica Valdez, Luciana Cardozo y Judith Lino.

Fueron ellas quienes durante más de 40 días realizaron prácticas en el playón de la empresa; luego, recorridos por distintos barrios con simulación de los trayectos habituales, junto a un instructor; y por último, pasaron una prueba, por la que deberán pasar la próxima semana las cuatros conductoras restantes.

La flamante conductora relató que, tras muchas puertas cerrada, el sueño lo concretaron gracias a la diputada Milagro Sala y al presidente del directorio de la compañía Unión Bus, Rodolfo Severich.

"Milagro nos recibió y nos dio inmediatamente su apoyo, intercediendo ante Rodolfo Severich, quien también se puso a disposición y nos dio la posibilidad de instruirnos", dándonos lo necesario, afirmó.

Laureano vivió una doblemente significativa primer jornada de trabajo porque le significó "un regalo en el día de la madre", que además pudo compartir con sus hijas, quienes la alentaron en el recorrido.

La trabajadora expresó que, "en esta sociedad tan machista", no creyó encontrar apoyo en la gente, aunque Télam pudo observar en una recorrida en colectivo que el recibimiento fue cálido y en medio de un clima festivo por parte de los jujeños que usan la línea 22 (conecta el barrio Los Perales con el centro de la ciudad y llega a la Nueva Terminal de Ómnibus).

Adultos mayores, madres y chicos saludan a las conductoras y hasta las aplauden por el lugar que ocupan, en medio de un cambio radical que sorprende hasta a los más chicos: "Mirá, una nena está manejando", le dijo un chico a su mamá, sorprendido a ver a la 'chofera' frente al volante.

"Estamos muy contentas, la sociedad nos recibió en su mayoría con los brazos abiertos, nos apoya, nos bendice, nos trata re bien, sobre todo, se da cuenta del buen trato y la atención que le damos como mujeres a la hora de cobrarles el boleto", balanceó Laureano.

Algunas situaciones conflictivas que mencionó la conductora se relacionan con que "hay muchos hombres que te tocan bocina y te insultan, solo por tu condición de mujer; lo hacen aun siendo ellos los imprudentes", reportó Laureano, experimentada en lidiar con este tipo de automovilistas en los 10 años en los que fue taxista.

"Los hombres no reconocen que la mujer puede; creen que es más débil, no se dan cuenta que tenemos más tacto en muchas cosas, y eso es algo que sucede en todos los trabajos", concluyó.

Marina Izzeta, secretaria adjunta de la Asociación y una de las cuatros choferes que ingresarán la semana próxima, dijo que dedicó ocho horas diarias a la práctica.

"Nos pusieron un instructor muy capacitado -Luis Llave-, a quien le estamos muy agradecidas", alabó Izzeta, quien no halla diferencia "entre manejar un automóvil o un colectivo: solo se trata de adaptarse a las dimensiones".

Al contrario de lo que pudiera parecer, lo más difícil es "el corte de la boleta, por la agilidad con la que debemos entregar el vuelto".

Izzeta también agradeció el nuevo camino laboral a Sala, Severich y a la Unión Tranviarios Automotor (UTA): "Lo mejor de lo que está pasando es que los chicos de hoy puedan crecer con cero prejuicios de ver a una mujer en estos tipos de trabajo", reivindicó.

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24 OCT 2015 - 19:06

"No podemos creer todo lo que nos está pasando: conformamos una asociación de hecho para salir a luchar por nuestro sueño de poder trabajar haciendo lo que nos gusta, que es manejar, y se está cumpliendo", contó a Télam Liliana Laureano, delegada y una de las cuatro trabajadoras que concretaron la primer jornada laboral el pasado Día de la Madre.

Tras un proceso de arduas prácticas de manejo, las flamantes conductoras que se ponen al volante de la línea 22 de Unión Bus son Laureano y Marina Izetta, Sonia Mendoza, Silvana Villegas, Silvia Arjona, Érica Valdez, Luciana Cardozo y Judith Lino.

Fueron ellas quienes durante más de 40 días realizaron prácticas en el playón de la empresa; luego, recorridos por distintos barrios con simulación de los trayectos habituales, junto a un instructor; y por último, pasaron una prueba, por la que deberán pasar la próxima semana las cuatros conductoras restantes.

La flamante conductora relató que, tras muchas puertas cerrada, el sueño lo concretaron gracias a la diputada Milagro Sala y al presidente del directorio de la compañía Unión Bus, Rodolfo Severich.

"Milagro nos recibió y nos dio inmediatamente su apoyo, intercediendo ante Rodolfo Severich, quien también se puso a disposición y nos dio la posibilidad de instruirnos", dándonos lo necesario, afirmó.

Laureano vivió una doblemente significativa primer jornada de trabajo porque le significó "un regalo en el día de la madre", que además pudo compartir con sus hijas, quienes la alentaron en el recorrido.

La trabajadora expresó que, "en esta sociedad tan machista", no creyó encontrar apoyo en la gente, aunque Télam pudo observar en una recorrida en colectivo que el recibimiento fue cálido y en medio de un clima festivo por parte de los jujeños que usan la línea 22 (conecta el barrio Los Perales con el centro de la ciudad y llega a la Nueva Terminal de Ómnibus).

Adultos mayores, madres y chicos saludan a las conductoras y hasta las aplauden por el lugar que ocupan, en medio de un cambio radical que sorprende hasta a los más chicos: "Mirá, una nena está manejando", le dijo un chico a su mamá, sorprendido a ver a la 'chofera' frente al volante.

"Estamos muy contentas, la sociedad nos recibió en su mayoría con los brazos abiertos, nos apoya, nos bendice, nos trata re bien, sobre todo, se da cuenta del buen trato y la atención que le damos como mujeres a la hora de cobrarles el boleto", balanceó Laureano.

Algunas situaciones conflictivas que mencionó la conductora se relacionan con que "hay muchos hombres que te tocan bocina y te insultan, solo por tu condición de mujer; lo hacen aun siendo ellos los imprudentes", reportó Laureano, experimentada en lidiar con este tipo de automovilistas en los 10 años en los que fue taxista.

"Los hombres no reconocen que la mujer puede; creen que es más débil, no se dan cuenta que tenemos más tacto en muchas cosas, y eso es algo que sucede en todos los trabajos", concluyó.

Marina Izzeta, secretaria adjunta de la Asociación y una de las cuatros choferes que ingresarán la semana próxima, dijo que dedicó ocho horas diarias a la práctica.

"Nos pusieron un instructor muy capacitado -Luis Llave-, a quien le estamos muy agradecidas", alabó Izzeta, quien no halla diferencia "entre manejar un automóvil o un colectivo: solo se trata de adaptarse a las dimensiones".

Al contrario de lo que pudiera parecer, lo más difícil es "el corte de la boleta, por la agilidad con la que debemos entregar el vuelto".

Izzeta también agradeció el nuevo camino laboral a Sala, Severich y a la Unión Tranviarios Automotor (UTA): "Lo mejor de lo que está pasando es que los chicos de hoy puedan crecer con cero prejuicios de ver a una mujer en estos tipos de trabajo", reivindicó.


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