VW negocia compensar a Brasil por su apoyo a la dictadura

La fábrica alemana de automotores Volkswagen reveló que negocia con autoridades de Brasil un modo de compensar al país por el apoyo que dio a la última dictadura (1964-85).

02 NOV 2015 - 10:50 | Actualizado

“Estamos en el inicio de una discusión sobre cómo llegar a un acuerdo respecto de esta cuestión”, afirmó el director de Comunicación de la compañía, Manfred Grieger, en declaraciones publicadas hoy por el diario O Estado de Sao Paulo.

Una comisión gubernamental que investigó los crímenes de lesa humanidad cometidos por la última dictadura brasileña determinó que varias empresas privadas, nacionales y extranjeras, colaboraron con el régimen militar.

En el caso de Volkswagen, la comisión constató que donó al régimen unos 200 vehículos y cedió unos galpones de su fábrica en Sao Bernardo do Campo, en el cinturón industrial de San Pablo, que los militares utilizaron como centro clandestino de detención y torturas.

Según O Estado de Sao Paulo, una de las alternativas que se analizan es la construcción de un museo en memoria de las víctimas del régimen militar en esa ciudad, que sería costeada por la firma alemana.

Grieger dijo al periódico que, hasta el momento, se trata de una “idea” que está en discusión con las instituciones brasileñas de derechos humanos y con sindicatos, pero aclaró que la discusión no ha concluido y que se estudian “los próximos pasos”.

Sebastiao Lopes de Oliveira Neto, miembro de un grupo de trabajo sobre la represión al movimiento sindical en tiempos de la dictadura, explicó que lo que se busca es “una reparación, pero no mediante acuerdos individuales, sino a través de soluciones colectivas” que ayuden a recuperar y preservar la memoria histórica.

02 NOV 2015 - 10:50

“Estamos en el inicio de una discusión sobre cómo llegar a un acuerdo respecto de esta cuestión”, afirmó el director de Comunicación de la compañía, Manfred Grieger, en declaraciones publicadas hoy por el diario O Estado de Sao Paulo.

Una comisión gubernamental que investigó los crímenes de lesa humanidad cometidos por la última dictadura brasileña determinó que varias empresas privadas, nacionales y extranjeras, colaboraron con el régimen militar.

En el caso de Volkswagen, la comisión constató que donó al régimen unos 200 vehículos y cedió unos galpones de su fábrica en Sao Bernardo do Campo, en el cinturón industrial de San Pablo, que los militares utilizaron como centro clandestino de detención y torturas.

Según O Estado de Sao Paulo, una de las alternativas que se analizan es la construcción de un museo en memoria de las víctimas del régimen militar en esa ciudad, que sería costeada por la firma alemana.

Grieger dijo al periódico que, hasta el momento, se trata de una “idea” que está en discusión con las instituciones brasileñas de derechos humanos y con sindicatos, pero aclaró que la discusión no ha concluido y que se estudian “los próximos pasos”.

Sebastiao Lopes de Oliveira Neto, miembro de un grupo de trabajo sobre la represión al movimiento sindical en tiempos de la dictadura, explicó que lo que se busca es “una reparación, pero no mediante acuerdos individuales, sino a través de soluciones colectivas” que ayuden a recuperar y preservar la memoria histórica.


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