Barack Obama descarta una gran ofensiva terrestre contra EI
El presidente de estadounidense, Barack Obama, dijo hoy que sería un "error" enviar grandes cantidades de tropas a Siria para intentar derrotar al Estado Islámico (EI) e insistió en que la actual estrategia, consistente en ataques aéreos y apoyo a otros grupos islamistas que combaten a esa fuerza terrorista, llevará tiempo pero tendrá éxito.
En conferencia de prensa, en el marco de la cumbre del G20 en Antalya, Turquía, dominada por los ataques del EI de la semana pasada en París, el mandatario dijo también que los servicios de inteligencia de su país no disponían de ninguna información específica sobre posibles atentados en Francia.
Asimismo, advirtió que cerrar la puerta a los cientos de miles de refugiados que buscan llegar a Europa en aras de una mayor seguridad para evitar una recurrencia de atentados sería un proceder inhumano con gente que ella misma es víctima del extremismo y una "traición" a los valores de Occidente.
En su contacto con la prensa, Obama defendió la actual estrategia contra el EI y dijo que sería un "error" lanzar una vasta campaña terrestre contra los yihadistas en Siria.
"Yo creo eso, al igual que mis asesores miliares y civiles", dijo el presidente norteamericano, y ratificó que no cambiará su estrategia en la lucha contra EI.
Si Estados Unidos aumentase la presencia en Siria, "por ejemplo, con 50.000 soldados, veríamos una repetición de lo de antes", aseguró Obama, en aparente referencia a lo sucedido tras la guerra en Irak.
Los elementos radicales "volverían" si no hay una población local que defiende otros valores, "a menos que queramos una ocupación permanente de países", advirtió Obama, según informó la agencia de noticias EFE.
Por otra parte, el presidente de Estados Unidos defendió su estrategia actual contra EI y aseguró que "será la que al final servirá, pero tomará su tiempo".
Desde agosto y septiembre de 2014, Estados Unidos bombardea posiciones del EI en Irak y Siria, y generales norteamericanos han testificado ante el Congreso en Washington que la campaña ha permitido matar a cientos de yihadistas.
Por otro lado, el gobierno norteamericano apoya con armas a otros grupos rebeldes que, al igual que el EI, quieren derrocar al presidente sirio, Bashar Al Assad, y a fines del mes pasado, Obama envió a 50 soldados de elite a Siria a asesorar a esos grupos insurgentes, que también combaten al Estado Islámico.
"En el frente militar continuaremos acelerando lo que estamos haciendo, buscando nuevos socios. He autorizado más fuerzas especiales para mejorar esta coordinación", manifestó el presidente estadounidense.
"La estrategia debe ser una que sea sostenible", explicó Obama, para precisar que se trata de "perseguir la infraestructura de su liderazgo, cerrar sus fronteras y reducir su espacio".
En cuanto a la posibilidad del grupo yihadista de atentar contra objetivos en Occidente, el presidente dijo que Estados Unidos "no ha subestimado las capacidades de EI".
"Es posible para una organización como EI, que tiene una ideología tan retorcida, sin respeto por vidas inocentes, y tiene las capacidades de golpear en Occidente", advirtió Obama en referencia a los atentados de París del viernes, que causaron 129 muertos.
El mandatario agregó que los servicios secretos de su país no tenían información sobre posibles ataques en Francia.
"No tengo constancia de que hubiera algo específico que hubiera supuesto un presagio sobre una acción concreta en París, que hubiese permitido a las fuerzas del orden o a militares actuar para interrumpirlo", señaló Obama.
Según el Presidente, los servicios de inteligencia de su país reciben cada día "flujos de amenazas" y "las preocupaciones sobre potenciales atentados de Estado Islámico (EI) en Occidente existen desde hace más de un año y llegan de forma periódica".
Los ataques en París coincidieron con la mayor crisis de refugiados en Europa desde la Segunda Guerra Mundial, con casi 800.000 migrantes, la mayoría de ellos refugiados de guerra de Siria y otros países, arribados al territorio europeo por mar en lo que va del año, según cifras oficiales.
Aunque la información no fue confirmada oficialmente, medios franceses informaron ayer que uno de los autores de los ataques en París al parecer ingresó a Europa por Grecia junto a la masa de migrantes, y se teme que los atentados acentúen la estigmatización que ya de hecho sufren muchos de los refugiados.
En sus declaraciones a la prensa, Obama dijo que de lo que huyen los refugiados es de la violencia y del "terrorismo" y que, pese a la necesidad de aumentar los controles de seguridad, negarles el acceso sería "violar los valores" de la comunidad internacional.
"Tenemos que recordar que muchos de los refugiaos son ellos mismos las víctimas del terrorismo, por eso huyen. Cerrarles la puerta en sus caras sería una traición a nuestros valores", dijo.
"Nuestras naciones pueden dar la bienvenida a refugiados, que buscan seguridad desesperadamente y asegurar nuestra propia seguridad. Podemos y debemos hacer ambas cosas", insistió.
Obama dijo que el G-20 se ha comprometido a "aumentar los controles fronterizos, compartiendo más información y reforzando los esfuerzos para evitar el flujo de combatientes extranjeros hacia y desde Siria e Irak".
En conferencia de prensa, en el marco de la cumbre del G20 en Antalya, Turquía, dominada por los ataques del EI de la semana pasada en París, el mandatario dijo también que los servicios de inteligencia de su país no disponían de ninguna información específica sobre posibles atentados en Francia.
Asimismo, advirtió que cerrar la puerta a los cientos de miles de refugiados que buscan llegar a Europa en aras de una mayor seguridad para evitar una recurrencia de atentados sería un proceder inhumano con gente que ella misma es víctima del extremismo y una "traición" a los valores de Occidente.
En su contacto con la prensa, Obama defendió la actual estrategia contra el EI y dijo que sería un "error" lanzar una vasta campaña terrestre contra los yihadistas en Siria.
"Yo creo eso, al igual que mis asesores miliares y civiles", dijo el presidente norteamericano, y ratificó que no cambiará su estrategia en la lucha contra EI.
Si Estados Unidos aumentase la presencia en Siria, "por ejemplo, con 50.000 soldados, veríamos una repetición de lo de antes", aseguró Obama, en aparente referencia a lo sucedido tras la guerra en Irak.
Los elementos radicales "volverían" si no hay una población local que defiende otros valores, "a menos que queramos una ocupación permanente de países", advirtió Obama, según informó la agencia de noticias EFE.
Por otra parte, el presidente de Estados Unidos defendió su estrategia actual contra EI y aseguró que "será la que al final servirá, pero tomará su tiempo".
Desde agosto y septiembre de 2014, Estados Unidos bombardea posiciones del EI en Irak y Siria, y generales norteamericanos han testificado ante el Congreso en Washington que la campaña ha permitido matar a cientos de yihadistas.
Por otro lado, el gobierno norteamericano apoya con armas a otros grupos rebeldes que, al igual que el EI, quieren derrocar al presidente sirio, Bashar Al Assad, y a fines del mes pasado, Obama envió a 50 soldados de elite a Siria a asesorar a esos grupos insurgentes, que también combaten al Estado Islámico.
"En el frente militar continuaremos acelerando lo que estamos haciendo, buscando nuevos socios. He autorizado más fuerzas especiales para mejorar esta coordinación", manifestó el presidente estadounidense.
"La estrategia debe ser una que sea sostenible", explicó Obama, para precisar que se trata de "perseguir la infraestructura de su liderazgo, cerrar sus fronteras y reducir su espacio".
En cuanto a la posibilidad del grupo yihadista de atentar contra objetivos en Occidente, el presidente dijo que Estados Unidos "no ha subestimado las capacidades de EI".
"Es posible para una organización como EI, que tiene una ideología tan retorcida, sin respeto por vidas inocentes, y tiene las capacidades de golpear en Occidente", advirtió Obama en referencia a los atentados de París del viernes, que causaron 129 muertos.
El mandatario agregó que los servicios secretos de su país no tenían información sobre posibles ataques en Francia.
"No tengo constancia de que hubiera algo específico que hubiera supuesto un presagio sobre una acción concreta en París, que hubiese permitido a las fuerzas del orden o a militares actuar para interrumpirlo", señaló Obama.
Según el Presidente, los servicios de inteligencia de su país reciben cada día "flujos de amenazas" y "las preocupaciones sobre potenciales atentados de Estado Islámico (EI) en Occidente existen desde hace más de un año y llegan de forma periódica".
Los ataques en París coincidieron con la mayor crisis de refugiados en Europa desde la Segunda Guerra Mundial, con casi 800.000 migrantes, la mayoría de ellos refugiados de guerra de Siria y otros países, arribados al territorio europeo por mar en lo que va del año, según cifras oficiales.
Aunque la información no fue confirmada oficialmente, medios franceses informaron ayer que uno de los autores de los ataques en París al parecer ingresó a Europa por Grecia junto a la masa de migrantes, y se teme que los atentados acentúen la estigmatización que ya de hecho sufren muchos de los refugiados.
En sus declaraciones a la prensa, Obama dijo que de lo que huyen los refugiados es de la violencia y del "terrorismo" y que, pese a la necesidad de aumentar los controles de seguridad, negarles el acceso sería "violar los valores" de la comunidad internacional.
"Tenemos que recordar que muchos de los refugiaos son ellos mismos las víctimas del terrorismo, por eso huyen. Cerrarles la puerta en sus caras sería una traición a nuestros valores", dijo.
"Nuestras naciones pueden dar la bienvenida a refugiados, que buscan seguridad desesperadamente y asegurar nuestra propia seguridad. Podemos y debemos hacer ambas cosas", insistió.
Obama dijo que el G-20 se ha comprometido a "aumentar los controles fronterizos, compartiendo más información y reforzando los esfuerzos para evitar el flujo de combatientes extranjeros hacia y desde Siria e Irak".