La semana pasada Gabriel Quipildor llegó a Trelew por primera vez. Fue a partir de la invitación del organizador del Encuentro de Muralistas, Román Cura.
Oriundo de Berazategui, bautizó su obra como “Copla del agua”.
“Las jornadas de trabajo fueron intensas pero muy buenas”, evaluó Quipildor ayer en el acto de inauguración, horas antes de partir.
Contó que al inicio de la tarea, la expectatavia era mucha. “Con el trabajo terminado, la recepción de la obra por parte de la comunidad es muy gratificante. Al final se veía en las caras el agrado de ver el trabajo finalizado”, aseguró.
La realización del mural le demandó cuatro días en jornadas de doce horas, comenzando desde las 9 de la mañana. “Conmigo colaboraron alumnos y también la gente que pasaba con alcanzar alguna herramienta o también cebar un mate”. Quipildor comentó que como técnicas utilizó el cerámico y el cemento coloreado.
El autor describió que su obra “refleja el valor del agua, que es el recurso más dañado por la megaminería”, y mencionó que el trabajo buscó referirse a las luchas contra esa actividad que tienen en Chubut.
La semana pasada Gabriel Quipildor llegó a Trelew por primera vez. Fue a partir de la invitación del organizador del Encuentro de Muralistas, Román Cura.
Oriundo de Berazategui, bautizó su obra como “Copla del agua”.
“Las jornadas de trabajo fueron intensas pero muy buenas”, evaluó Quipildor ayer en el acto de inauguración, horas antes de partir.
Contó que al inicio de la tarea, la expectatavia era mucha. “Con el trabajo terminado, la recepción de la obra por parte de la comunidad es muy gratificante. Al final se veía en las caras el agrado de ver el trabajo finalizado”, aseguró.
La realización del mural le demandó cuatro días en jornadas de doce horas, comenzando desde las 9 de la mañana. “Conmigo colaboraron alumnos y también la gente que pasaba con alcanzar alguna herramienta o también cebar un mate”. Quipildor comentó que como técnicas utilizó el cerámico y el cemento coloreado.
El autor describió que su obra “refleja el valor del agua, que es el recurso más dañado por la megaminería”, y mencionó que el trabajo buscó referirse a las luchas contra esa actividad que tienen en Chubut.