El cura del Via Crucis submarino de Madryn, con el Papa

Juan Gabriel Arias estuvo una semana junto a su amigo el Santo Padre. Lideró durante años la particular procesión subacuática y desde hace tiempo vive en Mozambique, África.

23 NOV 2015 - 11:07 | Actualizado

"Fue muy importante la visita del papa Francisco a África", estimó Arias en diálogo con Télam en el Vaticano, donde llegó "invitado a pasar una semana en Santa Marta por el Santo Padre", de quien es "amigo" desde hace varios años.

"Allí son conscientes de que el mundo los trata como personas de segunda o tercera categoría, que a nadie le importan. Por eso es importante la visita del Papa, a él sí le importan", agregó Arias, responsable de la fundación en ese país del sudeste africano, donde está a cargo de la parroquia de Mangundze, a unos 300 kilómetros al norte de Maputo, la capital de Mozambique.

El sumo pontífice visitará República Centroafricana, Uganda y Kenia entre el próximo 25 y 30 de noviembre, en su último viaje antes del Año Santo que se iniciará el 8 de diciembre.

Arias, ex vocal de Racing y que durante años encabezó el Vía Crucis submarino de Puerto Madryn, lamenta que "con la cantidad de atentados que hay en África no hubo ni de cerca la repercusión que tuvieron los de Francia. Nadie se fija en ellos, a nadie le importan, pero al Papa sí. Por eso es todo el continente africano que espera con entusiasmo a Francisco".

En 2000, Arias comenzó a trabajar en Mozambique, primero viajando cada vez con más frecuencia desde Buenos Aires y luego ya de manera estable, donde se convirtió en un referente del obispo de Roma en el país que ocupa el puesto 171 en calidad de vida entre los 183 países monitoreados por la ONU.

Entre el trabajo diario de Arias, que debe unir "lo pastoral y lo social", se encuentra la responsabilidad de dar el desayuno "a 650 chicos de tres escuelas, que antes ni siquiera conocían lo que era comer algo a la mañana en una zona donde la gente está acostumbrada a tener una sola comida al día".

Y los resultados de esa tarea empiezan a quedar a la vista, cuenta con orgullo: "La desnutrición allá es un problema muy grave. Y los directores me dicen que hay chicos que habían dejado la escuela y empiezan a ir para desayunar, otros que llegaban tarde y ahora van a horario para no perderse esa comida, y además que todos prestan más atención en clase y están mas despiertos".

En esa dirección, Arias realza el acuerdo firmado entre Scholas y los Cascos Blancos argentinos, por el cual la comisión dependiente de la Cancillería hará "al menos dos misiones este año, cada una de cerca de un mes de duración", para ayudarlo en el terreno.

Tras un primer viaje de los Cascos Blancos en octubre, "ahora esperamos seguir con el tema del agua y hacer 2 misiones, con entre 6 y 8 profesionales de distintas especialidades y que cada misión se quede un mes. Incluso llevar cirujanos y hacer operaciones en centros médicos de Mozambique con médicos argentinos", adelantó.

"Lo de Cascos Blancos abre muchas puertas, y la verdad que con su apoyo y con que estamos trabajando en conjunto le vamos a cambiar la vida a toda la gente de la zona. Va a ser algo muy grande, muy fuerte. gente de otras regiones van a querer venir a atenderse al puesto de salud en el que trabajaremos", se ilusiona el cura argentino que comparte "desayuno, almuerzo y cena" toda esta semana con el sumo pontífice.

"Mandar médicos, lo que estamos haciendo con Cascos Blancos, es revolucionario. En mi parroquia, el 99% de la gente nunca ve un médico desde que nace hasta que muere", grafica.

"En Mozambique, cualquier acción que vos haces tiene un impacto enorme que le cambia la vida a la gente. Hay que pensar que se trata de un lugar en el que con dos dólares un chico desayuna un mes entero. Imagínate como suma cuando me donan de a 50, 100 pesos. Eso hace que la gente se motive e incluso con poco ayuda mucho", concluyó.

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23 NOV 2015 - 11:07

"Fue muy importante la visita del papa Francisco a África", estimó Arias en diálogo con Télam en el Vaticano, donde llegó "invitado a pasar una semana en Santa Marta por el Santo Padre", de quien es "amigo" desde hace varios años.

"Allí son conscientes de que el mundo los trata como personas de segunda o tercera categoría, que a nadie le importan. Por eso es importante la visita del Papa, a él sí le importan", agregó Arias, responsable de la fundación en ese país del sudeste africano, donde está a cargo de la parroquia de Mangundze, a unos 300 kilómetros al norte de Maputo, la capital de Mozambique.

El sumo pontífice visitará República Centroafricana, Uganda y Kenia entre el próximo 25 y 30 de noviembre, en su último viaje antes del Año Santo que se iniciará el 8 de diciembre.

Arias, ex vocal de Racing y que durante años encabezó el Vía Crucis submarino de Puerto Madryn, lamenta que "con la cantidad de atentados que hay en África no hubo ni de cerca la repercusión que tuvieron los de Francia. Nadie se fija en ellos, a nadie le importan, pero al Papa sí. Por eso es todo el continente africano que espera con entusiasmo a Francisco".

En 2000, Arias comenzó a trabajar en Mozambique, primero viajando cada vez con más frecuencia desde Buenos Aires y luego ya de manera estable, donde se convirtió en un referente del obispo de Roma en el país que ocupa el puesto 171 en calidad de vida entre los 183 países monitoreados por la ONU.

Entre el trabajo diario de Arias, que debe unir "lo pastoral y lo social", se encuentra la responsabilidad de dar el desayuno "a 650 chicos de tres escuelas, que antes ni siquiera conocían lo que era comer algo a la mañana en una zona donde la gente está acostumbrada a tener una sola comida al día".

Y los resultados de esa tarea empiezan a quedar a la vista, cuenta con orgullo: "La desnutrición allá es un problema muy grave. Y los directores me dicen que hay chicos que habían dejado la escuela y empiezan a ir para desayunar, otros que llegaban tarde y ahora van a horario para no perderse esa comida, y además que todos prestan más atención en clase y están mas despiertos".

En esa dirección, Arias realza el acuerdo firmado entre Scholas y los Cascos Blancos argentinos, por el cual la comisión dependiente de la Cancillería hará "al menos dos misiones este año, cada una de cerca de un mes de duración", para ayudarlo en el terreno.

Tras un primer viaje de los Cascos Blancos en octubre, "ahora esperamos seguir con el tema del agua y hacer 2 misiones, con entre 6 y 8 profesionales de distintas especialidades y que cada misión se quede un mes. Incluso llevar cirujanos y hacer operaciones en centros médicos de Mozambique con médicos argentinos", adelantó.

"Lo de Cascos Blancos abre muchas puertas, y la verdad que con su apoyo y con que estamos trabajando en conjunto le vamos a cambiar la vida a toda la gente de la zona. Va a ser algo muy grande, muy fuerte. gente de otras regiones van a querer venir a atenderse al puesto de salud en el que trabajaremos", se ilusiona el cura argentino que comparte "desayuno, almuerzo y cena" toda esta semana con el sumo pontífice.

"Mandar médicos, lo que estamos haciendo con Cascos Blancos, es revolucionario. En mi parroquia, el 99% de la gente nunca ve un médico desde que nace hasta que muere", grafica.

"En Mozambique, cualquier acción que vos haces tiene un impacto enorme que le cambia la vida a la gente. Hay que pensar que se trata de un lugar en el que con dos dólares un chico desayuna un mes entero. Imagínate como suma cuando me donan de a 50, 100 pesos. Eso hace que la gente se motive e incluso con poco ayuda mucho", concluyó.


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