De perpetua a libre: la Cámara absolvió a la Oficial Laura Córdoba
Fue en la revisión de penas por el Caso Antillanca. También dejó en libertad al comisario Carlos Sandoval, que tenía 4 años de condena. Y confirmó las perpetuas para Martín Solís y Jorge Abraham.
Los jueces Martín Montenovo, de Comodoro Rivadavia, Nelly García, de Esquel y Rafael Luchelli, de Puerto Madryn, confirmaron la prisión perpetua para dos policías de Trelew por la muerte a golpes del joven Julián Antillanca, a la vez que absolvieron a la oficial Laura Córdoba y al comisario Carlos Sandoval.
La resolución la dio a conocer el juez comodorense, con una oratoria impecable, donde habló ante la concurrencia en términos claros. Estaban presentes familiares y amigos de los policías y allegados del joven asesinado en 2010.
Fue el juez Montenovo el que dio a conocer la resolución y las explicaciones del caso para cada uno de los imputados. Calificó a la decisión como “muy compleja” al punto tal que las decisiones que tomaron ninguna fue “por unanimidad”.
La revisión de las sentencias permitió ratificar las penas de cadena perpetua para los policías Martín Solís y Jorge Abraham, mientras que fueron absueltos Laura Córdoba y al comisario Carlos Sandoval.
Tanto Solís como Abraham y Córdoba habían sido condenados por homicidio agravado, mientras que Sandoval fue penado por encubrimiento del hecho, ocurrido en septiembre de 2010 en inmediaciones de la rotonda 5 de Octubre.
Complejidad
Estuvo presente el querellante de Antillanca, Germán Kéxel, junto a Arnaldo Maza, en representación de la Fiscalía. Por parte de los imputados actuaron los abogados Fabián Gabalachis y Gustavo Castro. En el tribunal colegiado estuvo ausente la jueza de Esquel, Nelly García.
Montenovo puso a disposición de las partes la resolución, no obstante las explicaciones que brindó en la audiencia. Al destacar lo complejo de la decisión tomada, hizo alusión a que se tuvo que tener en cuenta el primer juicio en donde los cuatro imputados resultaron absueltos y el segundo de los juicios en el que fueron hallados culpables.
El 17 de julio Gabalachis y Castro habían presentado ante la Cámara Penal un recurso de queja por la pena impuesta en el segundo juicio contra la Policía, donde los cuatro fueron condenados en un marco de presunta presión social. Los defensores habían enfatizado ante los jueces que observaban falencias y arbitrariedades del Tribunal de Enjuiciamiento, en alusión a Adrián Barrios, Darío Arguiano y Marcelo Nieto Di Biase. Reiteraron la presunta violación constitucional al ser juzgados sus clientes dos veces por un mismo suceso. Además solicitaron la nulidad de lo sentenciado, a partir de la falta de temporalidad en el proceso investigado.
Señalaron que desde la parte acusadora no se tuvo en cuenta el horario de la muerte de Julián, cuando a través de todos los testimonios difieren en cuanto al momento en que se produjo.
También se habían quejado por las declaraciones de la testigo Jorgelina Dominguez, quien públicamente fue puesta en una situación incómoda en medio de acusaciones de ofrecimientos de dinero para que declarase en contra de Solís y Abrahm.
Los tiempos
En este aspecto el Tribunal Colegiado no hizo lugar al reproche de la hora en que lo asesinaron a Anrtillanca. Los jueces indicaron que “en este tipo de incidente resulta imposible la determinación de los tiempos” destacando además que esta cuestión no afectó el legítimo derecho de defensa de los imputados.
Los jueces Martín Montenovo, de Comodoro Rivadavia, Nelly García, de Esquel y Rafael Luchelli, de Puerto Madryn, confirmaron la prisión perpetua para dos policías de Trelew por la muerte a golpes del joven Julián Antillanca, a la vez que absolvieron a la oficial Laura Córdoba y al comisario Carlos Sandoval.
La resolución la dio a conocer el juez comodorense, con una oratoria impecable, donde habló ante la concurrencia en términos claros. Estaban presentes familiares y amigos de los policías y allegados del joven asesinado en 2010.
Fue el juez Montenovo el que dio a conocer la resolución y las explicaciones del caso para cada uno de los imputados. Calificó a la decisión como “muy compleja” al punto tal que las decisiones que tomaron ninguna fue “por unanimidad”.
La revisión de las sentencias permitió ratificar las penas de cadena perpetua para los policías Martín Solís y Jorge Abraham, mientras que fueron absueltos Laura Córdoba y al comisario Carlos Sandoval.
Tanto Solís como Abraham y Córdoba habían sido condenados por homicidio agravado, mientras que Sandoval fue penado por encubrimiento del hecho, ocurrido en septiembre de 2010 en inmediaciones de la rotonda 5 de Octubre.
Complejidad
Estuvo presente el querellante de Antillanca, Germán Kéxel, junto a Arnaldo Maza, en representación de la Fiscalía. Por parte de los imputados actuaron los abogados Fabián Gabalachis y Gustavo Castro. En el tribunal colegiado estuvo ausente la jueza de Esquel, Nelly García.
Montenovo puso a disposición de las partes la resolución, no obstante las explicaciones que brindó en la audiencia. Al destacar lo complejo de la decisión tomada, hizo alusión a que se tuvo que tener en cuenta el primer juicio en donde los cuatro imputados resultaron absueltos y el segundo de los juicios en el que fueron hallados culpables.
El 17 de julio Gabalachis y Castro habían presentado ante la Cámara Penal un recurso de queja por la pena impuesta en el segundo juicio contra la Policía, donde los cuatro fueron condenados en un marco de presunta presión social. Los defensores habían enfatizado ante los jueces que observaban falencias y arbitrariedades del Tribunal de Enjuiciamiento, en alusión a Adrián Barrios, Darío Arguiano y Marcelo Nieto Di Biase. Reiteraron la presunta violación constitucional al ser juzgados sus clientes dos veces por un mismo suceso. Además solicitaron la nulidad de lo sentenciado, a partir de la falta de temporalidad en el proceso investigado.
Señalaron que desde la parte acusadora no se tuvo en cuenta el horario de la muerte de Julián, cuando a través de todos los testimonios difieren en cuanto al momento en que se produjo.
También se habían quejado por las declaraciones de la testigo Jorgelina Dominguez, quien públicamente fue puesta en una situación incómoda en medio de acusaciones de ofrecimientos de dinero para que declarase en contra de Solís y Abrahm.
Los tiempos
En este aspecto el Tribunal Colegiado no hizo lugar al reproche de la hora en que lo asesinaron a Anrtillanca. Los jueces indicaron que “en este tipo de incidente resulta imposible la determinación de los tiempos” destacando además que esta cuestión no afectó el legítimo derecho de defensa de los imputados.