Denuncian golpiza policial
César Barrionuevo denunció que efectivos de la Seccional Primera de Policía de Puerto Madryn lo detuvieron sin ningún tipo de motivo, lo metieron en el calabozo y le propinaron una feroz golpiza provocándole quebradura de costillas y lesiones graves en el tímpano de un oído.
Según el testimonio del vecino que realiza actividades de buceo, el hecho ocurrió el día del balotaje a pocas cuadras de la Escuela 110 donde había emitido su sufragio. Relató que “me interceptaron en la calle España con el móvil policial y me pidieron los papeles del auto. Les entrego todos los papeles y me inclino para buscar entre las dos butacas el comprobante del seguro cuando sin darme ninguna explicación me sacan de los pelos para afuera y empiezan a golpearme”. Relató que “cuando quedo arrodillado en el piso viene un policía y me pega en las costillas con un garrote de punta y me dejan sin aire, yo les decía que tengo todo en regla y cuando caigo me esposan al máximo hasta romperme la piel de la muñeca y me vuelven a pegar con el garrote en las costillas”
Barrionuevo recuerda que “un agente le dice a los demás que me pegara en las partes blandas para que no quedaran marcas y cuando quedo arrodillado viene uno y me pega una patada en el oído que me revienta el tímpano y aparece otro policía y me da un bastonazo que me abre un tajo de dos centímetros”.
Tras asegurar que todas las lesiones están constatadas por los médicos, el denunciante reveló que los efectivos policiales lo llevaron a la comisaría Primera donde lo recibe un agente con acento norteño y le asesta un golpe de puño en el rostro.
Dijo que “me tiraron en la celda y me siguieron golpeando. Yo les pedía que me dejaran hablar con mi abogado y que trajeran un médico para que me hagan un control de alcoholemia pero no escuchaban razones. Luego viene un oficial y se lleva a los agentes a una habitación donde parece que los reprende porque cuando salen de ahí ya no vuelven a golpearme”. También relató que cuando lo liberan de la comisaría, “se acerca un oficial con unas planillas para que firme pero que me niego a firmar porque no se veía lo que decía el papel. Me decían que era un pelotudo y que si no firmaba iba a estar mucho tiempo adentro y como quería que todo terminara, la firmé pero con la mano izquierda para que quede clara mi disconformidad”.
El vecino se dirigió raudamente a la fiscalía local para efectuar la denuncia, aunque también se quejó por la actitud de las personas que lo atendieron en el lugar. “Me dijeron que como no tenía hematomas iba a ser muy difícil comprobar lo que estaba diciendo y eso me dio la pauta de que todo iba a quedar en la nada”.
El buceador comentó consternado que después del episodio fue a retirar el auto que le había sido secuestrado y se encontró con la sorpresa de que le habían aplicado una multa de $20 mil con un papel que decía que “manejaba alcoholizado y que me había resistido al arresto”.
Según el testimonio del vecino que realiza actividades de buceo, el hecho ocurrió el día del balotaje a pocas cuadras de la Escuela 110 donde había emitido su sufragio. Relató que “me interceptaron en la calle España con el móvil policial y me pidieron los papeles del auto. Les entrego todos los papeles y me inclino para buscar entre las dos butacas el comprobante del seguro cuando sin darme ninguna explicación me sacan de los pelos para afuera y empiezan a golpearme”. Relató que “cuando quedo arrodillado en el piso viene un policía y me pega en las costillas con un garrote de punta y me dejan sin aire, yo les decía que tengo todo en regla y cuando caigo me esposan al máximo hasta romperme la piel de la muñeca y me vuelven a pegar con el garrote en las costillas”
Barrionuevo recuerda que “un agente le dice a los demás que me pegara en las partes blandas para que no quedaran marcas y cuando quedo arrodillado viene uno y me pega una patada en el oído que me revienta el tímpano y aparece otro policía y me da un bastonazo que me abre un tajo de dos centímetros”.
Tras asegurar que todas las lesiones están constatadas por los médicos, el denunciante reveló que los efectivos policiales lo llevaron a la comisaría Primera donde lo recibe un agente con acento norteño y le asesta un golpe de puño en el rostro.
Dijo que “me tiraron en la celda y me siguieron golpeando. Yo les pedía que me dejaran hablar con mi abogado y que trajeran un médico para que me hagan un control de alcoholemia pero no escuchaban razones. Luego viene un oficial y se lleva a los agentes a una habitación donde parece que los reprende porque cuando salen de ahí ya no vuelven a golpearme”. También relató que cuando lo liberan de la comisaría, “se acerca un oficial con unas planillas para que firme pero que me niego a firmar porque no se veía lo que decía el papel. Me decían que era un pelotudo y que si no firmaba iba a estar mucho tiempo adentro y como quería que todo terminara, la firmé pero con la mano izquierda para que quede clara mi disconformidad”.
El vecino se dirigió raudamente a la fiscalía local para efectuar la denuncia, aunque también se quejó por la actitud de las personas que lo atendieron en el lugar. “Me dijeron que como no tenía hematomas iba a ser muy difícil comprobar lo que estaba diciendo y eso me dio la pauta de que todo iba a quedar en la nada”.
El buceador comentó consternado que después del episodio fue a retirar el auto que le había sido secuestrado y se encontró con la sorpresa de que le habían aplicado una multa de $20 mil con un papel que decía que “manejaba alcoholizado y que me había resistido al arresto”.