La galería Leica acoge la serie en blanco y negro que el músico tomó entre concierto y concierto, reflejando una vida rodeada de flashes y miradas curiosas, la de sus seguidores y "paparazzis", en un juego donde los papeles se invierten.
El músico, ganador de cuatro premios Grammy, explica que en un inicio usar la cámara fue solo "por puro entretenimiento" y que le "parecía interesante cómo reaccionaba la gente", pero no fue hasta que mostró su trabajo a su amigo Jean-Baptiste Mondino, fotógrafo de moda francés, que decidió exhibirlo al público.
Al ver las fotografías del rockero, Jean se sintió atraído por "la composición de las imágenes y el concepto tan original" y lo animó a que organizara la muestra, según ha señalado el músico.
Una de las fotografías que llama la atención es aquella en la que una fan, al darse cuenta que iba a ser fotografiada, deja su cámara a un lado y sonríe directamente al lente de Kravitz.
"Íbamos a un concierto. Ella estaba filmando, yo tenía mi cámara a la mano, la miré y pensé 'wow, es una linda chica', y entonces ella dejó caer su cámara, me miró y sonrió", relata el cantante sobre la composición.
La exposición "Flash" ha pasado ya por Los Ángeles (EE.UU.), Berlín (Alemania) y Viena (Austria), y los beneficios que obtenga de la venta de las fotografías, cuyos precios oscilan entre 1.800 y 4,000 dólares, irán destinados a obras de caridad, anunció el propio músico.
La galería Leica acoge la serie en blanco y negro que el músico tomó entre concierto y concierto, reflejando una vida rodeada de flashes y miradas curiosas, la de sus seguidores y "paparazzis", en un juego donde los papeles se invierten.
El músico, ganador de cuatro premios Grammy, explica que en un inicio usar la cámara fue solo "por puro entretenimiento" y que le "parecía interesante cómo reaccionaba la gente", pero no fue hasta que mostró su trabajo a su amigo Jean-Baptiste Mondino, fotógrafo de moda francés, que decidió exhibirlo al público.
Al ver las fotografías del rockero, Jean se sintió atraído por "la composición de las imágenes y el concepto tan original" y lo animó a que organizara la muestra, según ha señalado el músico.
Una de las fotografías que llama la atención es aquella en la que una fan, al darse cuenta que iba a ser fotografiada, deja su cámara a un lado y sonríe directamente al lente de Kravitz.
"Íbamos a un concierto. Ella estaba filmando, yo tenía mi cámara a la mano, la miré y pensé 'wow, es una linda chica', y entonces ella dejó caer su cámara, me miró y sonrió", relata el cantante sobre la composición.
La exposición "Flash" ha pasado ya por Los Ángeles (EE.UU.), Berlín (Alemania) y Viena (Austria), y los beneficios que obtenga de la venta de las fotografías, cuyos precios oscilan entre 1.800 y 4,000 dólares, irán destinados a obras de caridad, anunció el propio músico.