Desarrollan un camión que prescinde de conductor (incluso cuando llueve)

Un camión capaz de circular sin conductor incluso por campo abierto y a velocidades de hasta 60 kilómetros por hora, en condiciones climáticas adversas, fue construido por profesores y estudiantes de una universidad rusa.

09 DIC 2015 - 11:52 | Actualizado

"Hemos logrado que nuestro camión Kamaz circule sin conductor con mal tiempo, con niebla, lluvia o nieve", dijo Alevtina Chernikova, rectora de la Universidad Tecnológica MISIS de Moscú.

Esa universidad, la primera en ser distinguida por el Gobierno ruso como un centro de investigación nacional, desarrolló el denominado "ojos del camión", un complejo programa óptico que analiza el medio por el que circula el vehículo y transmite la información al sistema de inteligencia artificial que lo conduce.

El camión fue desarrollado en forma conjunta con la empresa rusa Kamaz, una fabricante de reconocida fama mundial tras ganar 12 de las últimas 16 carreras del Rally Dakar.

Chernikova, en declaraciones a la agencia EFE, admitió que "muchos otros fabricantes, como Volvo o Daimler, también trabajan en automóviles robot", aunque aún no logran el grado de desarrollo del Kamaz.

El modelo Kamaz ya superó dos ensayos este año y demostró que es capaz de seguir a otro camión conducido por una persona, calcando sus movimientos incluso si son en zigzag; detenerse ante los obstáculos y realizar maniobras sencillas como girar o cambiar de sentido.

Aunque la culminación del proyecto está prevista para 2020, varias empresas de los sectores agrícola, energético y minero ya han mostrado gran interés por hacerse con un camión de esas características.

Un vocero de la empresa dijo con relación al modelo "sin conductor" que "nuestros camiones ya pueden circular en piloto automático a velocidades de 60 kilómetros por hora, suficientes para la ciudad. En unos años ya podrán alcanzar los 90 kilómetros por hora".

En algunas zonas "se necesitan vehículos capaces de circular en condiciones peligrosas, allí donde no hay carreteras y en zonas donde el clima es muy adverso, como es el caso del círculo polar ártico ruso, donde se explotan yacimientos mineros, petrolíferos y de gas natural".

El sistema de reconocimiento del medio que se adaptó al Kamaz fue desarrollado por la universidad MISIS antes de sumarse al proyecto.

Animada por el éxito inicial del camión y de muchos de sus otros proyectos, la universidad puso en marcha un centro de investigación de robótica aplicada, que se propone reunir a los mejores científicos y técnicos del país en esa área.

En el futuro, el centro acogerá distintos laboratorios de investigación, entre ellos uno de inteligencia artificial y otro de interfaz para sistemas autónomos intelectuales.

La prestigiosa universidad moscovita -reconocida como una de las cinco mejores de Rusia en ciencias aplicadas- tiene la ambición de estructurar una cadena integral para dar vida a sus desarrollos tecnológicos, desde el aula y el laboratorio donde nacen las ideas, hasta su materialización en algo útil y rentable.

"Queremos integrar la educación, la ciencia y los negocios en la introducción de nuestras tecnologías. Y aquí es clave nuestro papel de centro educativo, además de científico, porque es necesario formar cuadros capaces de dar uso" a todos los avances que estarán presentes en nuestras vidas en el futuro, concluyó Chernikova.

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09 DIC 2015 - 11:52

"Hemos logrado que nuestro camión Kamaz circule sin conductor con mal tiempo, con niebla, lluvia o nieve", dijo Alevtina Chernikova, rectora de la Universidad Tecnológica MISIS de Moscú.

Esa universidad, la primera en ser distinguida por el Gobierno ruso como un centro de investigación nacional, desarrolló el denominado "ojos del camión", un complejo programa óptico que analiza el medio por el que circula el vehículo y transmite la información al sistema de inteligencia artificial que lo conduce.

El camión fue desarrollado en forma conjunta con la empresa rusa Kamaz, una fabricante de reconocida fama mundial tras ganar 12 de las últimas 16 carreras del Rally Dakar.

Chernikova, en declaraciones a la agencia EFE, admitió que "muchos otros fabricantes, como Volvo o Daimler, también trabajan en automóviles robot", aunque aún no logran el grado de desarrollo del Kamaz.

El modelo Kamaz ya superó dos ensayos este año y demostró que es capaz de seguir a otro camión conducido por una persona, calcando sus movimientos incluso si son en zigzag; detenerse ante los obstáculos y realizar maniobras sencillas como girar o cambiar de sentido.

Aunque la culminación del proyecto está prevista para 2020, varias empresas de los sectores agrícola, energético y minero ya han mostrado gran interés por hacerse con un camión de esas características.

Un vocero de la empresa dijo con relación al modelo "sin conductor" que "nuestros camiones ya pueden circular en piloto automático a velocidades de 60 kilómetros por hora, suficientes para la ciudad. En unos años ya podrán alcanzar los 90 kilómetros por hora".

En algunas zonas "se necesitan vehículos capaces de circular en condiciones peligrosas, allí donde no hay carreteras y en zonas donde el clima es muy adverso, como es el caso del círculo polar ártico ruso, donde se explotan yacimientos mineros, petrolíferos y de gas natural".

El sistema de reconocimiento del medio que se adaptó al Kamaz fue desarrollado por la universidad MISIS antes de sumarse al proyecto.

Animada por el éxito inicial del camión y de muchos de sus otros proyectos, la universidad puso en marcha un centro de investigación de robótica aplicada, que se propone reunir a los mejores científicos y técnicos del país en esa área.

En el futuro, el centro acogerá distintos laboratorios de investigación, entre ellos uno de inteligencia artificial y otro de interfaz para sistemas autónomos intelectuales.

La prestigiosa universidad moscovita -reconocida como una de las cinco mejores de Rusia en ciencias aplicadas- tiene la ambición de estructurar una cadena integral para dar vida a sus desarrollos tecnológicos, desde el aula y el laboratorio donde nacen las ideas, hasta su materialización en algo útil y rentable.

"Queremos integrar la educación, la ciencia y los negocios en la introducción de nuestras tecnologías. Y aquí es clave nuestro papel de centro educativo, además de científico, porque es necesario formar cuadros capaces de dar uso" a todos los avances que estarán presentes en nuestras vidas en el futuro, concluyó Chernikova.


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