"El Niño" alcanzará su máxima intensidad durante la Navidad
El fenómeno climático alcanzará su punto de máxima tensión el 24 de este mes, en especial en la región mesopotámica, el sudeste de Paraguay y el sur de Brasil. Luego, menos intenso se extenderá hasta marzo.
El informe generado por el especialista Eduardo Sierra, de la Bosa de Cereales de Rosario, en el que se asegura que el fenómeno en cuestión no se convertirá en la “catástrofe climática del siglo” para la región, precisa que para la semana de los festejos navideños se esperan fuertes precipitaciones y violentas tormentas, con epicentro en el sudeste de Paraguay, el norte de la Mesopotamia argentina y el sur de Brasil.
Advierten que esta situación aportará gran cantidad de agua a los ríos de la cuenca del Plata, como el Paraná y el Uruguay.
Por su parte, en gran parte del NOA, Paraguay, el Chaco, sur de la Mesopotamia, norte de la Región Pampeana, este de Cuyo, y determinadas zonas de Brasil y Uruguay, padecerán “intensas tormentas, con vientos, aguaceros torrenciales y posibles granizadas”.
Para el verano de 2016, se esperan que las condiciones meteorológicas continuarán siendo de gran intensidad, con fuertes aguaceros, granizos y vientos, aunque con intervalos de escasa actividad.
En ese marco, la actividad climática será discontinua, alternándose con condiciones de tiempo extremadamente caluroso y seco.
Por otro lado, el informe hace un aviso especial sobre los días de entorno de Semana Santa, donde se esperan “fenómenos extremos”.
También, se prevé que las zonas bajas del Litoral Fluvial se verá afectado por incrementos del caudal de los principales ríos del país y de Sudamérica, haciendo especial hincapié en aumento en los niveles de la cuenca del río Uruguay.
Por último, se espera que a partir de otoño de 2016, “El Niño” empezará a retirarse y se empezarán a “experimentar precipitaciones inferiores a lo normal y vigorosas irrupciones de aire polar, con riesgo de heladas tempranas”
Cabe recordar que dicho fenómeno climático a causado, en lo que va del año, numerosas inundaciones en el territorio argentino, como las ocurridas en la cuenca del Río Salado, como así también, crecidas y abnegaciones en los grandes ríos de la cuenca del Plata.
Estos episodios, sumados a un ambiente cálido y húmedo, tuvieron consecuencias para el agro que determinaron enfermedades y plagas, así como el avance de las malezas y la “obstaculización de las labores agrícolas, generando gastos adicionales de acondicionamiento, almacenaje y transporte de la producción.
De todas maneras, el informe destaca que a pesar de las desavenencias producidas por “El Niño”, las cosechas han prosperado y se han conseguido récords de producción en el campo argentino.
El informe generado por el especialista Eduardo Sierra, de la Bosa de Cereales de Rosario, en el que se asegura que el fenómeno en cuestión no se convertirá en la “catástrofe climática del siglo” para la región, precisa que para la semana de los festejos navideños se esperan fuertes precipitaciones y violentas tormentas, con epicentro en el sudeste de Paraguay, el norte de la Mesopotamia argentina y el sur de Brasil.
Advierten que esta situación aportará gran cantidad de agua a los ríos de la cuenca del Plata, como el Paraná y el Uruguay.
Por su parte, en gran parte del NOA, Paraguay, el Chaco, sur de la Mesopotamia, norte de la Región Pampeana, este de Cuyo, y determinadas zonas de Brasil y Uruguay, padecerán “intensas tormentas, con vientos, aguaceros torrenciales y posibles granizadas”.
Para el verano de 2016, se esperan que las condiciones meteorológicas continuarán siendo de gran intensidad, con fuertes aguaceros, granizos y vientos, aunque con intervalos de escasa actividad.
En ese marco, la actividad climática será discontinua, alternándose con condiciones de tiempo extremadamente caluroso y seco.
Por otro lado, el informe hace un aviso especial sobre los días de entorno de Semana Santa, donde se esperan “fenómenos extremos”.
También, se prevé que las zonas bajas del Litoral Fluvial se verá afectado por incrementos del caudal de los principales ríos del país y de Sudamérica, haciendo especial hincapié en aumento en los niveles de la cuenca del río Uruguay.
Por último, se espera que a partir de otoño de 2016, “El Niño” empezará a retirarse y se empezarán a “experimentar precipitaciones inferiores a lo normal y vigorosas irrupciones de aire polar, con riesgo de heladas tempranas”
Cabe recordar que dicho fenómeno climático a causado, en lo que va del año, numerosas inundaciones en el territorio argentino, como las ocurridas en la cuenca del Río Salado, como así también, crecidas y abnegaciones en los grandes ríos de la cuenca del Plata.
Estos episodios, sumados a un ambiente cálido y húmedo, tuvieron consecuencias para el agro que determinaron enfermedades y plagas, así como el avance de las malezas y la “obstaculización de las labores agrícolas, generando gastos adicionales de acondicionamiento, almacenaje y transporte de la producción.
De todas maneras, el informe destaca que a pesar de las desavenencias producidas por “El Niño”, las cosechas han prosperado y se han conseguido récords de producción en el campo argentino.