Estado Islámico causa 10 muertos en ataque a consulado pakistaní
Al menos siete miembros de las fuerzas afganas y tres asaltantes suicidas murieron hoy en un ataque del grupo islamista radical Estado Islámico (EI) contra el consulado de Pakistán en la ciudad afgana de Jalalabad, informaron fuentes oficiales, que reportaron también una decena de heridos.
El ataque se inició a las 9 hora local (1.30 de Argentina) cuando uno de los suicidas detonó los explosivos que portaba y permitió a otros dos entrar en un hostal contiguo al consulado paquistaní, informó un portavoz del Ejército afgano, Maqsood Sahibzada, citado por la agencia de noticias EFE.
"El objetivo de los atacantes fue el consulado de Pakistán", indicó el portavoz del Ejército en la provincia de Nangarhar, cuya capital es Jalalabad.
Por su parte, el portavoz del gobernador provincial, Attaullah Khogyanai, afirmó que el ataque concluyó "después de casi tres horas" de enfrentamientos y detalló que siete de los heridos son policías y los otros tres civiles.
El ataque fue reivindicado pocas horas después por la rama afgana del Estado Islámico (EI) en un comunicado publicado en los foros yihadistas, Wilayat al Jurasán (Provincia de Jurasán), la filial del EI en la zona, en el que los rebeldes aseguran que "decenas de apóstatas (infieles) murieron en un ataque de los soldados del califato".
"Uno de los tres soldados del califato hizo explosionar su cinturón de explosivos contra los guardias del consulado, destruyó uno de sus vehículos y mató a todos los agentes", se jactó la nota.
Según Wilayat al Jurasán, con esta acción se abrió el camino a los otros yihadistas, que entraron en el edificio del consulado pakistaní.
Un segundo agresor detonó su cinturón de explosivos dentro del edificio mientras que el tercero "pudo regresar a las sedes de los muyahidin (guerreros santos)", señaló el texto.
"La operación duró cuatro horas y mataron a decenas de trabajadores del consulado y a numerosos oficiales de los servicios de inteligencia paquistaníes apóstatas", prosiguió el texto de los rebeldes.
Fuentes oficiales afganas confirmaron que el ataque se saldó con la muerte de siete miembros de las fuerzas afganas y tres asaltantes suicidas.
La acción insurgente se produce una semana después del ataque al consulado de la India en la ciudad afgana de Mazar-i-Sharif, en el norte de Afganistán, en el que murieron cinco personas (los cuatro atacantes y un policía) tras 25 horas de enfrentamiento.
En Pakistán, en tanto, un ataque suicida cerca del principal centro de vacunación en la convulsa ciudad de Quetta (oeste), dejó al menos 15 muertos, la mayoría de ellos policías que escoltaban a los vacunadores.
El brutal ataque se produce el último día de una campaña de vacunación que comenzó el lunes en Quetta y otros distritos de Baluchistán para inmunizar a unos 2,4 millones de niños.
El ataque se inició a las 9 hora local (1.30 de Argentina) cuando uno de los suicidas detonó los explosivos que portaba y permitió a otros dos entrar en un hostal contiguo al consulado paquistaní, informó un portavoz del Ejército afgano, Maqsood Sahibzada, citado por la agencia de noticias EFE.
"El objetivo de los atacantes fue el consulado de Pakistán", indicó el portavoz del Ejército en la provincia de Nangarhar, cuya capital es Jalalabad.
Por su parte, el portavoz del gobernador provincial, Attaullah Khogyanai, afirmó que el ataque concluyó "después de casi tres horas" de enfrentamientos y detalló que siete de los heridos son policías y los otros tres civiles.
El ataque fue reivindicado pocas horas después por la rama afgana del Estado Islámico (EI) en un comunicado publicado en los foros yihadistas, Wilayat al Jurasán (Provincia de Jurasán), la filial del EI en la zona, en el que los rebeldes aseguran que "decenas de apóstatas (infieles) murieron en un ataque de los soldados del califato".
"Uno de los tres soldados del califato hizo explosionar su cinturón de explosivos contra los guardias del consulado, destruyó uno de sus vehículos y mató a todos los agentes", se jactó la nota.
Según Wilayat al Jurasán, con esta acción se abrió el camino a los otros yihadistas, que entraron en el edificio del consulado pakistaní.
Un segundo agresor detonó su cinturón de explosivos dentro del edificio mientras que el tercero "pudo regresar a las sedes de los muyahidin (guerreros santos)", señaló el texto.
"La operación duró cuatro horas y mataron a decenas de trabajadores del consulado y a numerosos oficiales de los servicios de inteligencia paquistaníes apóstatas", prosiguió el texto de los rebeldes.
Fuentes oficiales afganas confirmaron que el ataque se saldó con la muerte de siete miembros de las fuerzas afganas y tres asaltantes suicidas.
La acción insurgente se produce una semana después del ataque al consulado de la India en la ciudad afgana de Mazar-i-Sharif, en el norte de Afganistán, en el que murieron cinco personas (los cuatro atacantes y un policía) tras 25 horas de enfrentamiento.
En Pakistán, en tanto, un ataque suicida cerca del principal centro de vacunación en la convulsa ciudad de Quetta (oeste), dejó al menos 15 muertos, la mayoría de ellos policías que escoltaban a los vacunadores.
El brutal ataque se produce el último día de una campaña de vacunación que comenzó el lunes en Quetta y otros distritos de Baluchistán para inmunizar a unos 2,4 millones de niños.