Gaiman: misterioso robo en Soriano
El ladrón se alzó con 80 mil pesos. Sospechan que utilizó copia de una llave para ingresar a la empresa.
La emblemática empresa de algas Soriano S.A, de Gaiman, sufrió un misterioso robo. Habría ocurrido entre las 21 del jueves y las 5 de la madrugada de ayer. Los malvivientes entraron sin forzar ninguna abertura, sin romper vidrios y movieron elementos para simular que revolvieron documentación en las oficinas. Pero en realidad fueron a un recóndito escondite donde por razones bancarias, había escondidos unos 80 mil pesos destinado al pago de la quincena de 70 empleados.
Las dudas sobre el hecho le quitan el sueño a los dos empleados que primero llegaron a la empresa, ubicada sobre la calle Juan Evans, a la vera del rio, de dónde sacan el agar-agar para fabricar productos como la gelatina. Los empleados hablaron con Jornada y contaron que hallaron las oficinas con un extraño desorden. Poco después descubrieron que la plata no estaba. Desde temprano, se lo pudo ver muy crispado y ofuscado por la situación a don Lorenzo Soriano, el dueño de la firma.
“Nunca manejamos dinero acá. Ayer por una situación particular de los bancos, debimos trasladar acá los montos para abonar las quincenas. No vino la totalidad de gente que debía cobrar y por eso quedaron algunos valores en el edificio. Se juntaron muchas cosas. Fue un golpe certero”, definió uno de los antiguos empleados que se topó con la situación.
Muy sospechoso
“Los ladrones entraron sin forzar las puertas, pasaron por esta oficina –mostró con un brazo- y tiraron un par de papeles. Después siguieron caminando parece y se metieron a la otra oficina de donde también tiraron unos sobres”, describió el empleado, quien sospecha de una pantomima para simular la búsqueda de un botín. “Esto no lo hizo un delincuente dedicado a eso. Fue una persona que vino solo por el dinero. Creo que se va a esclarecer, porque solo se va a pisar”, aventuró.
Sin llave
La empleada que primero llegó le confirmó a Jornada que “cuando llegué a las 8, encontré que solo una puerta estaba sin llave. Es la puerta que comunica las oficinas con la planta. Para entrar por ahí hay que pasar por la planta. A la noche quedan dos personas, una en las calderas, que es muy difícil que vea algo, y una en las cubas que si camina por las pasarelas puede ver si alguien entra por el frente”, precisó.
Todo indica que quien entró tenía una copia de la llave. “Es una persona que tenía sabido que justo de casualidad escondimos plata acá. La gente de Gaiman sabe muy bien que acá no se guarda nada de plata. Manejamos todo por cheques”.
La emblemática empresa de algas Soriano S.A, de Gaiman, sufrió un misterioso robo. Habría ocurrido entre las 21 del jueves y las 5 de la madrugada de ayer. Los malvivientes entraron sin forzar ninguna abertura, sin romper vidrios y movieron elementos para simular que revolvieron documentación en las oficinas. Pero en realidad fueron a un recóndito escondite donde por razones bancarias, había escondidos unos 80 mil pesos destinado al pago de la quincena de 70 empleados.
Las dudas sobre el hecho le quitan el sueño a los dos empleados que primero llegaron a la empresa, ubicada sobre la calle Juan Evans, a la vera del rio, de dónde sacan el agar-agar para fabricar productos como la gelatina. Los empleados hablaron con Jornada y contaron que hallaron las oficinas con un extraño desorden. Poco después descubrieron que la plata no estaba. Desde temprano, se lo pudo ver muy crispado y ofuscado por la situación a don Lorenzo Soriano, el dueño de la firma.
“Nunca manejamos dinero acá. Ayer por una situación particular de los bancos, debimos trasladar acá los montos para abonar las quincenas. No vino la totalidad de gente que debía cobrar y por eso quedaron algunos valores en el edificio. Se juntaron muchas cosas. Fue un golpe certero”, definió uno de los antiguos empleados que se topó con la situación.
Muy sospechoso
“Los ladrones entraron sin forzar las puertas, pasaron por esta oficina –mostró con un brazo- y tiraron un par de papeles. Después siguieron caminando parece y se metieron a la otra oficina de donde también tiraron unos sobres”, describió el empleado, quien sospecha de una pantomima para simular la búsqueda de un botín. “Esto no lo hizo un delincuente dedicado a eso. Fue una persona que vino solo por el dinero. Creo que se va a esclarecer, porque solo se va a pisar”, aventuró.
Sin llave
La empleada que primero llegó le confirmó a Jornada que “cuando llegué a las 8, encontré que solo una puerta estaba sin llave. Es la puerta que comunica las oficinas con la planta. Para entrar por ahí hay que pasar por la planta. A la noche quedan dos personas, una en las calderas, que es muy difícil que vea algo, y una en las cubas que si camina por las pasarelas puede ver si alguien entra por el frente”, precisó.
Todo indica que quien entró tenía una copia de la llave. “Es una persona que tenía sabido que justo de casualidad escondimos plata acá. La gente de Gaiman sabe muy bien que acá no se guarda nada de plata. Manejamos todo por cheques”.