España: Rajoy propuso un pacto, pero el PSOE lo rechaza

El presidente en funciones y líder del Partido Popular (PP), Mariano Rajoy, entregó hoy una propuesta de pacto de gobierno a liberales y socialistas, dando un paso que éstos últimos consideraron "irrespetuoso" con su líder, Pedro Sánchez, quien negocia contra reloj los apoyos para su elección al frente de un nuevo Ejecutivo.

11 FEB 2016 - 17:06 | Actualizado

"Quien tienen la iniciativa y le corresponde buscar apoyos es Pedro Sánchez. Afortunadamente el tiempo de Rajoy ya ha pasado", afirmó el vocero del Partido Socialista (PSOE), Antonio Hernando, en conferencia de prensa, inmediatamente después de que compareciera el mandatario.

El líder conservador presentó un documento con las medidas al jefe de los liberales, Albert Rivera, con el que se reunió en el Congreso de los Diputados, precisamente un día antes de mantener un encuentro con Sánchez, al que también envió el texto.

Rajoy explicó que propone un acuerdo en base a cinco pactos: crecimiento y empleo, reforma fiscal y financiación autonómica, un pacto social para reforzar el Estado de Bienestar, un pacto por la educación y un acuerdo para el fortalecimiento institucional que incluiría un compromiso de defensa de la unidad de España.

“Cualquier alternativa” diferente al gobierno de coalición entre PP, PSOE y Ciudadanos es “lo peor que le puede pasar a España en los próximos cuatro años” y “lo peor” para los intereses del país, reiteró el político conservador.

Además, Rajoy se mostró abierto a solicitar a la Unión Europea (UE) flexibilidad en el cumplimiento del déficit, coincidiendo con Ciudadanos y como propuso el PSOE en el documento sobre el que Sánchez negocia su investidura.

"España tiene que cumplir con la senda de estabilidad presupuestaria acordada por la UE, pero también se puede hacer uso de la flexibilidad que permite la normativa europea", dijo el presidente, quien hasta ahora había defendido el cumplimento estricto de las cifras pactadas para garantizar "confianza".

Pero el vocero socialista en el Congreso no tardó en rechazar una vez más la propuesta de Rajoy, al que criticó duramente por tomar la iniciativa después de haber rechazado la oportunidad de formar gobierno por "razones tácticas".

"Da la sensación de que Rajoy sigue atrapado en el tiempo. Pero la situación cambió radicalmente cuando el Jefe de Estado le encargó formar el gobierno a Sánchez", sostuvo Hernando.

"Despreció el encargo de la jefatura de Estado" y "ahora se comporta como candidato a la presidencia y no lo es", añadió. Su actitud es "irresponsable y poco respetuosa con los tiempos constitucionales", remarcó el diputado socialista.

De hecho, Rajoy reiteró que no renuncia a presentarse como candidato a la investidura si Sánchez fracasa.

Además, acordó poner en marcha una mesa de negociaciones con Ciudadanos, igual a la que mantiene el PSOE.

Sánchez se reunirá con el líder del PP mañana en el Congreso de los Diputados en la que será la primera reunión entre ambos desde que el socialista recibió el encargo del rey de intentar formar gobierno.

Las expectativas sobre ese encuentro son escasas, puesto que el PP dejó claro que no apoyará ni facilitará la investidura de Sánchez, que a su vez no pedirá nada en ese sentido al líder de los conservadores.

El candidato oficial a la Presidencia del gobierno mantiene abiertas negociaciones con Ciudadanos, Izquierda Unida, los valencianos de Comprimís y el Partido Nacionalista Vasco (PNV), a las que espera que pronto se sume Podemos.

Su intención es conseguir apoyos para un gobierno en minoría en base a un documento con medidas de corte social y regeneración democrática en las que puedan estar de acuerdo tanto Ciudadanos como Podemos. Necesita que uno de los dos al menos se abstenga y el otro lo apoye.

"Estamos convencidos de que vamos a hablar con Podemos y va a ser posible ese acuerdo", subrayó hoy Hernando.

No obstante, Podemos, la fuerza izquierdista liderada por Pablo Iglesias se niega a sentarse con el PSOE si éstos no abandonan las negociaciones con Ciudadanos, por considerar que ambas fuerzas son incompatibles.

Iglesias insiste en su oferta de gobierno de coalición entre PSOE, PP e IU, pero Sánchez es consciente que un acuerdo de esas características requiere también del apoyo de los nacionalistas vascos y de la abstención de los independentistas catalanes, que dice que no pedirá en pleno conflicto por la secesión de Cataluña.

A Sánchez le queda la opción de un acuerdo de gobierno con Ciudadanos, pero esto requeriría de la abstención del PP.

En este contexto, Rivera oficia como una especie de mediador, por eso defiende que su equipo se siente de forma paralela con el PSOE y el PP.

El objetivo es ver qué "puntos de encuentro" existen entre los tres partidos, sostuvo. Rivera había adelantado que Rajoy estaba "receptivo" en lo que respecta a flexibilizar los objetivos de déficit.

Por otro lado, Rivera destacó el acuerdo en torno al Cataluña y en ese sentido sostuvo que quiere que cualquier acuerdo de gobierno ponga por escrito que "no habrá ningún referéndum independentista".

Pese a criticar que el gobierno no hizo lo suficiente contra la corrupción, Rivera apenas exigió a Rajoy la firma de un pacto para luchar contra ella, por la que han sido imputados numerosos dirigentes del PP en los últimos años.

11 FEB 2016 - 17:06

"Quien tienen la iniciativa y le corresponde buscar apoyos es Pedro Sánchez. Afortunadamente el tiempo de Rajoy ya ha pasado", afirmó el vocero del Partido Socialista (PSOE), Antonio Hernando, en conferencia de prensa, inmediatamente después de que compareciera el mandatario.

El líder conservador presentó un documento con las medidas al jefe de los liberales, Albert Rivera, con el que se reunió en el Congreso de los Diputados, precisamente un día antes de mantener un encuentro con Sánchez, al que también envió el texto.

Rajoy explicó que propone un acuerdo en base a cinco pactos: crecimiento y empleo, reforma fiscal y financiación autonómica, un pacto social para reforzar el Estado de Bienestar, un pacto por la educación y un acuerdo para el fortalecimiento institucional que incluiría un compromiso de defensa de la unidad de España.

“Cualquier alternativa” diferente al gobierno de coalición entre PP, PSOE y Ciudadanos es “lo peor que le puede pasar a España en los próximos cuatro años” y “lo peor” para los intereses del país, reiteró el político conservador.

Además, Rajoy se mostró abierto a solicitar a la Unión Europea (UE) flexibilidad en el cumplimiento del déficit, coincidiendo con Ciudadanos y como propuso el PSOE en el documento sobre el que Sánchez negocia su investidura.

"España tiene que cumplir con la senda de estabilidad presupuestaria acordada por la UE, pero también se puede hacer uso de la flexibilidad que permite la normativa europea", dijo el presidente, quien hasta ahora había defendido el cumplimento estricto de las cifras pactadas para garantizar "confianza".

Pero el vocero socialista en el Congreso no tardó en rechazar una vez más la propuesta de Rajoy, al que criticó duramente por tomar la iniciativa después de haber rechazado la oportunidad de formar gobierno por "razones tácticas".

"Da la sensación de que Rajoy sigue atrapado en el tiempo. Pero la situación cambió radicalmente cuando el Jefe de Estado le encargó formar el gobierno a Sánchez", sostuvo Hernando.

"Despreció el encargo de la jefatura de Estado" y "ahora se comporta como candidato a la presidencia y no lo es", añadió. Su actitud es "irresponsable y poco respetuosa con los tiempos constitucionales", remarcó el diputado socialista.

De hecho, Rajoy reiteró que no renuncia a presentarse como candidato a la investidura si Sánchez fracasa.

Además, acordó poner en marcha una mesa de negociaciones con Ciudadanos, igual a la que mantiene el PSOE.

Sánchez se reunirá con el líder del PP mañana en el Congreso de los Diputados en la que será la primera reunión entre ambos desde que el socialista recibió el encargo del rey de intentar formar gobierno.

Las expectativas sobre ese encuentro son escasas, puesto que el PP dejó claro que no apoyará ni facilitará la investidura de Sánchez, que a su vez no pedirá nada en ese sentido al líder de los conservadores.

El candidato oficial a la Presidencia del gobierno mantiene abiertas negociaciones con Ciudadanos, Izquierda Unida, los valencianos de Comprimís y el Partido Nacionalista Vasco (PNV), a las que espera que pronto se sume Podemos.

Su intención es conseguir apoyos para un gobierno en minoría en base a un documento con medidas de corte social y regeneración democrática en las que puedan estar de acuerdo tanto Ciudadanos como Podemos. Necesita que uno de los dos al menos se abstenga y el otro lo apoye.

"Estamos convencidos de que vamos a hablar con Podemos y va a ser posible ese acuerdo", subrayó hoy Hernando.

No obstante, Podemos, la fuerza izquierdista liderada por Pablo Iglesias se niega a sentarse con el PSOE si éstos no abandonan las negociaciones con Ciudadanos, por considerar que ambas fuerzas son incompatibles.

Iglesias insiste en su oferta de gobierno de coalición entre PSOE, PP e IU, pero Sánchez es consciente que un acuerdo de esas características requiere también del apoyo de los nacionalistas vascos y de la abstención de los independentistas catalanes, que dice que no pedirá en pleno conflicto por la secesión de Cataluña.

A Sánchez le queda la opción de un acuerdo de gobierno con Ciudadanos, pero esto requeriría de la abstención del PP.

En este contexto, Rivera oficia como una especie de mediador, por eso defiende que su equipo se siente de forma paralela con el PSOE y el PP.

El objetivo es ver qué "puntos de encuentro" existen entre los tres partidos, sostuvo. Rivera había adelantado que Rajoy estaba "receptivo" en lo que respecta a flexibilizar los objetivos de déficit.

Por otro lado, Rivera destacó el acuerdo en torno al Cataluña y en ese sentido sostuvo que quiere que cualquier acuerdo de gobierno ponga por escrito que "no habrá ningún referéndum independentista".

Pese a criticar que el gobierno no hizo lo suficiente contra la corrupción, Rivera apenas exigió a Rajoy la firma de un pacto para luchar contra ella, por la que han sido imputados numerosos dirigentes del PP en los últimos años.


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