El presidente François Hollande hizo cambios en su gabinete

Después de su última gran renovación hace dos años, el presidente francés, Francois Hollande, remodeló hoy su gobierno con la llegada del ex primer ministro, Jean-Marc Ayrault, como nuevo canciller, y de otros cinco ministros, algunos de fuerzas aliadas, que ocuparán carteras más periféricas.

11 FEB 2016 - 18:27 | Actualizado

Para Hollande el nuevo gobierno tendrá como prioridades "la seguridad, el empleo y el medioambiente", y adelantó que espera no tener que hacer más cambios antes del fin de su mandato en 2017, según una entrevista televisada por los canales France 2 y TF1.

En su entrevista televisiva, Hollande pidió que el debate parlamentario sobre la reforma constitucional "no dure demasiado tiempo" -pese a las fuertes críticas que provoca entre la izquierda- y adelantó que el Código de Trabajo también será modificado para dar "más flexibilidad" a las empresas para ampliar la jornada laboral, establecida en 35 horas semanales por una de las leyes insignias del socialismo francés.

El cambio más importante y también el más esperado es el del titular del Ministerio de Relaciones Exteriores, uno de los puestos centrales del gobierno, para el que Hollande designó a Ayrault, un político discreto por naturaleza, curtido en la política local y un fiel militante del oficialista Partido Socialista (PS).

Ayrault es un veterano dirigente de 66 años, que hace apenas dos tuvo que ceder las riendas del gobierno al actual premier, Manuel Valls, tras una dolorosa derrota electoral del PS en las elecciones municipales de marzo de 2014, casi dos años después de haber asumido.

Cuando asumió como premier Ayrault, analistas y compañeros destacaron su capacidad de negociación, adquirida durante sus años como jefe de bancada socialista en la Asamblea Nacional y sus buenos vínculos con Alemania, país que se convirtió en el principal socio de Francia en el continente y el líder indiscutido de la Unión Europea (UE).

Por eso, hoy su sucesor al frente del gobierno, Valls, sostuvo ante la prensa que el cambio de gabinete inyecta "experiencia y solidez", a un año y medio de las elecciones presidenciales, en las que el socialismo y sus aliados de centro-izquierda tendrán serias dificultades para mantenerse en el poder, informó la agencia española EFE.

En total salieron cuatro ministros y entraron seis, además de varios cambios en secretarias.

Según explicó Valls, esta remodelación otorgará una "base ampliada" al gobierno y puso como ejemplo la designación de la secretaria nacional del partido Verde, Emmanuelle Cosse, al frente del Ministerio de Vivienda, y de dos activistas que se escindieron del partido Europa Ecologista-Los Verdes, hoy uno de los principales detractores del gobierno, Jean-Vincent Placé y Barbara Pompili, con cargos de secretarias de Estado.

Además, el líder del Partido Radical de Izquierda, Jean-Michel Baylet, una fuerza centrista, será parte del gabinete y estará al frente del Ministerio de Ordenamiento Territorial, de Ruralidad y Colectividades territoriales.

Finalmente, la consejera presidencial Audrey Azoulay pasará a dirigir la cartera de Cultura, mientras que las dos secretarias de Estado, Annick Girardin y Laurence Rossignol, encabezarán los ministerios de Función Pública y de la Familia.

Girardin trabajaba en temas de desarrollo sustentable y fue una de las personas que ayudó al ahora ex canciller Laurent Fabius a organizar la última cumbre climática mundial, que reunió a los líderes de todo el mundo en París en noviembre pasado, a sólo días de la ola de atentados islamistas que mataron a 130 personas.

Rossignol, por su parte, es una veterana militante activista y una conocida dirigente cercana a Martine Aubry, una de las principales líderes del PS francés y el mayor referente del ala de izquierda del partido.

Analistas políticos coincidieron en los últimos días que es poco probable que esta reforma del gabinete déun verdadero impulso a la popularidad del mandatario, que viene en picada desde hace años.

La última medida que provocó rechazo entre su electoral fue la iniciativa para quitar la nacionalidad a los francesas acusados de "terrorismo", luego de los atentados de noviembre pasado.

En rechazo a ese proyecto de ley, que hoy recibió el primer visto bueno de la Asamblea Nacional, y a la llamada política antiterrorista que asumió el gobierno tras los atentados de noviembre, la ministra de Justicia, Christiane Taubira, el rostro más progresista del gabinete de Hollande, renunció y dejó al desnudo el giro a la derecha del mandatario después de tres años y medio de gobierno.

A estas medidas de seguridad, se suma el alto nivel de desempleo -que supera el 10%- y el estancamiento de la economía, pese a que Hollande heredó y continuó las políticas de ajuste y austeridad de su antecesor, el dirigente neoliberal y posible presidenciable, Nicolas Sarkozy.

11 FEB 2016 - 18:27

Para Hollande el nuevo gobierno tendrá como prioridades "la seguridad, el empleo y el medioambiente", y adelantó que espera no tener que hacer más cambios antes del fin de su mandato en 2017, según una entrevista televisada por los canales France 2 y TF1.

En su entrevista televisiva, Hollande pidió que el debate parlamentario sobre la reforma constitucional "no dure demasiado tiempo" -pese a las fuertes críticas que provoca entre la izquierda- y adelantó que el Código de Trabajo también será modificado para dar "más flexibilidad" a las empresas para ampliar la jornada laboral, establecida en 35 horas semanales por una de las leyes insignias del socialismo francés.

El cambio más importante y también el más esperado es el del titular del Ministerio de Relaciones Exteriores, uno de los puestos centrales del gobierno, para el que Hollande designó a Ayrault, un político discreto por naturaleza, curtido en la política local y un fiel militante del oficialista Partido Socialista (PS).

Ayrault es un veterano dirigente de 66 años, que hace apenas dos tuvo que ceder las riendas del gobierno al actual premier, Manuel Valls, tras una dolorosa derrota electoral del PS en las elecciones municipales de marzo de 2014, casi dos años después de haber asumido.

Cuando asumió como premier Ayrault, analistas y compañeros destacaron su capacidad de negociación, adquirida durante sus años como jefe de bancada socialista en la Asamblea Nacional y sus buenos vínculos con Alemania, país que se convirtió en el principal socio de Francia en el continente y el líder indiscutido de la Unión Europea (UE).

Por eso, hoy su sucesor al frente del gobierno, Valls, sostuvo ante la prensa que el cambio de gabinete inyecta "experiencia y solidez", a un año y medio de las elecciones presidenciales, en las que el socialismo y sus aliados de centro-izquierda tendrán serias dificultades para mantenerse en el poder, informó la agencia española EFE.

En total salieron cuatro ministros y entraron seis, además de varios cambios en secretarias.

Según explicó Valls, esta remodelación otorgará una "base ampliada" al gobierno y puso como ejemplo la designación de la secretaria nacional del partido Verde, Emmanuelle Cosse, al frente del Ministerio de Vivienda, y de dos activistas que se escindieron del partido Europa Ecologista-Los Verdes, hoy uno de los principales detractores del gobierno, Jean-Vincent Placé y Barbara Pompili, con cargos de secretarias de Estado.

Además, el líder del Partido Radical de Izquierda, Jean-Michel Baylet, una fuerza centrista, será parte del gabinete y estará al frente del Ministerio de Ordenamiento Territorial, de Ruralidad y Colectividades territoriales.

Finalmente, la consejera presidencial Audrey Azoulay pasará a dirigir la cartera de Cultura, mientras que las dos secretarias de Estado, Annick Girardin y Laurence Rossignol, encabezarán los ministerios de Función Pública y de la Familia.

Girardin trabajaba en temas de desarrollo sustentable y fue una de las personas que ayudó al ahora ex canciller Laurent Fabius a organizar la última cumbre climática mundial, que reunió a los líderes de todo el mundo en París en noviembre pasado, a sólo días de la ola de atentados islamistas que mataron a 130 personas.

Rossignol, por su parte, es una veterana militante activista y una conocida dirigente cercana a Martine Aubry, una de las principales líderes del PS francés y el mayor referente del ala de izquierda del partido.

Analistas políticos coincidieron en los últimos días que es poco probable que esta reforma del gabinete déun verdadero impulso a la popularidad del mandatario, que viene en picada desde hace años.

La última medida que provocó rechazo entre su electoral fue la iniciativa para quitar la nacionalidad a los francesas acusados de "terrorismo", luego de los atentados de noviembre pasado.

En rechazo a ese proyecto de ley, que hoy recibió el primer visto bueno de la Asamblea Nacional, y a la llamada política antiterrorista que asumió el gobierno tras los atentados de noviembre, la ministra de Justicia, Christiane Taubira, el rostro más progresista del gabinete de Hollande, renunció y dejó al desnudo el giro a la derecha del mandatario después de tres años y medio de gobierno.

A estas medidas de seguridad, se suma el alto nivel de desempleo -que supera el 10%- y el estancamiento de la economía, pese a que Hollande heredó y continuó las políticas de ajuste y austeridad de su antecesor, el dirigente neoliberal y posible presidenciable, Nicolas Sarkozy.


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