Turquía acusa a los kurdos por el atentado en Ankara

El gobierno turco aseguró hoy tener pruebas de que una milicia kurdo-siria cometió el atentado con coche bomba en el que ayer murieron 28 personas en la capital, Ankara, y prometió tomar represalias que amenazan con complicar aún más el conflicto en la vecina Siria.

18 FEB 2016 - 15:31 | Actualizado

El ataque se da en un momento de convulsión en Turquía, que tiene abiertos varios frentes de conflicto, a la vez que debe lidiar con la enorme masa de refugiados sirios que huyen hacia su frontera.

Desde diciembre pasado, tras el derrumbe del frágil proceso de paz encarado con los kurdos, el Ejército turco comenzó a atacar sus posiciones en el sureste del país, impuso prolongados toques de queda y sitió ciudades obligando a los civiles a desplazarse para huir de los combates.

Además, Turquía es miembro de la coalición internacional liderada por Estados Unidos para combatir a los yihadistas del Estado Islámico (EI) en la vecina Siria, mientras que su frontera sur es escenario de combates entre los grupos rebeldes armados y las fuerzas leales al presidente Bashar al Assad.

En ese marco, un nuevo atentado tuvo lugar hoy en una ruta el sureste del país, cuando una bomba estalló contra un convoy militar causando la muerte de seis soldados y heridas a otro.

Fuentes de seguridad precisaron que al momento del atentado, al menos el sexto en siete meses, los militares realizaban una operación de búsqueda de explosivos en la ruta que une Diyarbakir y Lice y acusaron al proscrito Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), más precisamente a su milicia YPG (Unidades de Protección Popular).

Mientras que el gobierno, que asegura tener pruebas de que las YPG son responsables del ataque, convocó hoy a los embajadores de los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU, de la Unión Europea y de Alemania, para exponerlas ante ellos.

El comandante del PKK Cemil Bayik sostuvo en declaraciones a la agencia Firat, cercana al grupo kurdo, que el atentado "podría haber sido en represalia por las masacres del kurdistán" aunque negó saber quien lo cometió.

Por su parte, el copresidente del Partido de la Unión Democrática (PYD), Salih Muslim, aseguró que no existe "conexión" entre su partido y lo que ocurrió en Turquía y opinó que las acusaciones forman parte de una "política de escalada" de tensión contra los partidos kurdos.

Sin embargo, el primer ministro turco, Ahmet Davutoglu, insistió hoy en responsabilizar al PKK al asegurar que el atentado de ayer fue cometido por un miliciano sirio nacido en 1992 con apoyo de la "organización terrorista separatista".

El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, también responsabilizó a los kurdos y aseguró tener pruebas que lo confirman e informó que 14 sospechosos fueron detenidos.

"Incluso cuando los de la cúpula, ya sea del PKK o del PYD digan que no tiene nada que ver con ellos, informaciones y pruebas obtenidas por nuestro Ministerio del Interior y servicios secretos indican que se les puede atribuir la autoría", aseguró.

Ayer, un coche bomba estalló al paso de un convoy militar y mató a 28 personas e hirió a otras 61 en el capitalino barrio de Cankaya, una zona de numerosas instalaciones militares y gubernamentales, entre ellas el cuartel central de las Fuerzas Aéreas turcas y del Parlamento.

Davutoglu informó que 27 de las víctimas del atentado eran soldados y uno funcionario del gobierno y precisó que 30 heridos fueron dados de alta mientras que otros 31 continúan recibiendo atención en hospitales.

El diario turco Sabah, que cita fuerzas de seguridad, informó que la policía cree que el atacante ingresó a Turquía junto con los refugiados sirios y que pudieron identificarlo gracias a las huellas dactilares que dejan al ingresar al país.

Luego del atentado de ayer, el Ejército volvió a bombardear posiciones del PKK en el norte de Irak causando 70 bajas en las filas kurdas, entre ellos dirigentes de la organización, según Davutoglu.

Turquía, Estados Unidos y la Unión Europea (UE) consideran al PKK una organización "terrorista".

Sin embargo, las YPG son aliados de Occidente en la lucha contra el Estado Islámico (EI) en Siria y su avance se ha visto además apoyado por ataques aéreos tanto de Estados Unidos como de Rusia.

Francia, que tras los atentados de noviembre pasado en París se metió de llenó en los combates para destruir al EI, se comprometió hoy a apoyar a Turquía en su "determinación común a combatir el terrorismo".

En un comunicado de condena contra el "odioso atentado" de ayer en Ankara, el presidente Francois Hollande señaló que en una conversación telefónica con Erdogan abordaron también la situación en Siria, después de que Francia haya criticado en los últimos días a Turquía por sus bombardeos sobre las fuerzas kurdas.

Por otro lado, ambos dirigentes, instaron a que se reanuden las negociaciones entre las partes implicadas en el conflicto sirio, interrumpidas desde el pasado 3 de febrero y que supuestamente se retomarán el 25 de febrero.

18 FEB 2016 - 15:31

El ataque se da en un momento de convulsión en Turquía, que tiene abiertos varios frentes de conflicto, a la vez que debe lidiar con la enorme masa de refugiados sirios que huyen hacia su frontera.

Desde diciembre pasado, tras el derrumbe del frágil proceso de paz encarado con los kurdos, el Ejército turco comenzó a atacar sus posiciones en el sureste del país, impuso prolongados toques de queda y sitió ciudades obligando a los civiles a desplazarse para huir de los combates.

Además, Turquía es miembro de la coalición internacional liderada por Estados Unidos para combatir a los yihadistas del Estado Islámico (EI) en la vecina Siria, mientras que su frontera sur es escenario de combates entre los grupos rebeldes armados y las fuerzas leales al presidente Bashar al Assad.

En ese marco, un nuevo atentado tuvo lugar hoy en una ruta el sureste del país, cuando una bomba estalló contra un convoy militar causando la muerte de seis soldados y heridas a otro.

Fuentes de seguridad precisaron que al momento del atentado, al menos el sexto en siete meses, los militares realizaban una operación de búsqueda de explosivos en la ruta que une Diyarbakir y Lice y acusaron al proscrito Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), más precisamente a su milicia YPG (Unidades de Protección Popular).

Mientras que el gobierno, que asegura tener pruebas de que las YPG son responsables del ataque, convocó hoy a los embajadores de los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU, de la Unión Europea y de Alemania, para exponerlas ante ellos.

El comandante del PKK Cemil Bayik sostuvo en declaraciones a la agencia Firat, cercana al grupo kurdo, que el atentado "podría haber sido en represalia por las masacres del kurdistán" aunque negó saber quien lo cometió.

Por su parte, el copresidente del Partido de la Unión Democrática (PYD), Salih Muslim, aseguró que no existe "conexión" entre su partido y lo que ocurrió en Turquía y opinó que las acusaciones forman parte de una "política de escalada" de tensión contra los partidos kurdos.

Sin embargo, el primer ministro turco, Ahmet Davutoglu, insistió hoy en responsabilizar al PKK al asegurar que el atentado de ayer fue cometido por un miliciano sirio nacido en 1992 con apoyo de la "organización terrorista separatista".

El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, también responsabilizó a los kurdos y aseguró tener pruebas que lo confirman e informó que 14 sospechosos fueron detenidos.

"Incluso cuando los de la cúpula, ya sea del PKK o del PYD digan que no tiene nada que ver con ellos, informaciones y pruebas obtenidas por nuestro Ministerio del Interior y servicios secretos indican que se les puede atribuir la autoría", aseguró.

Ayer, un coche bomba estalló al paso de un convoy militar y mató a 28 personas e hirió a otras 61 en el capitalino barrio de Cankaya, una zona de numerosas instalaciones militares y gubernamentales, entre ellas el cuartel central de las Fuerzas Aéreas turcas y del Parlamento.

Davutoglu informó que 27 de las víctimas del atentado eran soldados y uno funcionario del gobierno y precisó que 30 heridos fueron dados de alta mientras que otros 31 continúan recibiendo atención en hospitales.

El diario turco Sabah, que cita fuerzas de seguridad, informó que la policía cree que el atacante ingresó a Turquía junto con los refugiados sirios y que pudieron identificarlo gracias a las huellas dactilares que dejan al ingresar al país.

Luego del atentado de ayer, el Ejército volvió a bombardear posiciones del PKK en el norte de Irak causando 70 bajas en las filas kurdas, entre ellos dirigentes de la organización, según Davutoglu.

Turquía, Estados Unidos y la Unión Europea (UE) consideran al PKK una organización "terrorista".

Sin embargo, las YPG son aliados de Occidente en la lucha contra el Estado Islámico (EI) en Siria y su avance se ha visto además apoyado por ataques aéreos tanto de Estados Unidos como de Rusia.

Francia, que tras los atentados de noviembre pasado en París se metió de llenó en los combates para destruir al EI, se comprometió hoy a apoyar a Turquía en su "determinación común a combatir el terrorismo".

En un comunicado de condena contra el "odioso atentado" de ayer en Ankara, el presidente Francois Hollande señaló que en una conversación telefónica con Erdogan abordaron también la situación en Siria, después de que Francia haya criticado en los últimos días a Turquía por sus bombardeos sobre las fuerzas kurdas.

Por otro lado, ambos dirigentes, instaron a que se reanuden las negociaciones entre las partes implicadas en el conflicto sirio, interrumpidas desde el pasado 3 de febrero y que supuestamente se retomarán el 25 de febrero.


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