"Vine a sepultar el último vestigio de la Guerra Fría"

Lo expresó Barack Obama al pueblo cubano en declaraciones realizadas junto a Raúl Castro, en el Teatro Alicia Alonso, en la Plaza Central de La Habana, en su último día de la histórica visita a Cuba.

22 MAR 2016 - 15:13 | Actualizado

"Cultivo una rosa blanca", fueron las primeras palabras de su discurso sorprendiendo a los presentes por su entonación en español pero también por haber elegido citar uno de los poemas más famosos de José Martí, símbolo de la independencia cubana de los españoles, que llama a la amistad y la paz entre amigos y enemigos.

"Hoy, como el presidente de los Estados Unidos, le ofrezco al pueblo cubano `el saludo de la paz´, dijo pronunciando las últimas palabras nuevamente en español y logrando uno de los tantos aplausos que recibiría durante el esperado discurso en su histórica visita a La Habana.

Con la presencia del presidente Raúl Castro, que al arribar a palco del primer piso del teatro fue recibido con un sostenido y largo aplauso, el líder de la Casa Blanca reconoció las diferencias "reales e importantes" de ambos gobierno "en todos estos años", pero llamó a buscar en las cosas que comparten los dos pueblos, dejar el pasado atrás y mirar hacia el futuro.

"Necesitamos reconocer cuánto compartimos. Porque en muchas formas, Estados Unidos y Cuba son como hermanos que han sido separados por muchos años, aun mientras compartimos la misma sangre", afirmó.

Escoltado por dos grandes banderas cubanas y estadounidenses extendidas por detrás como dos grandes rectángulos que resaltaban del fondo negro, el mandatario abordó las reiteradas preguntas respecto a por qué la administración demócrata decidió acercarse ahora tras más de cinco décadas de distanciamiento en las relaciones.

"Hay una simple respuesta: lo que Estados Unidos estaba haciendo no estaba funcionando. Tenemos que tener el coraje de reconocer esa verdad. Una política de aislamiento diseñada por la Guerra Fría hace poco sentido en el siglo XXI. El embargo estaba dañando sólo al pueblo cubano en vez de ayudarlos", aseguró ante los aplausos de los funcionarios, jóvenes y ciudadanos locales que colmaron la sala.

En ese sentido, el primer presidente norteamericano en pisar suelo cubano en 88 años llamó al Congreso de su país a tomar la decisión de levantar el embargo, que representa "una carga obsoleta para el pueblo cubano", dijo ante el festejo de los más de 1.300 invitados, entre ellos los legisladores y senadores demócratas y republicanos que integran la comitiva que llegó junto a la Casa Blanca a La Habana.

No obstante, "aun si levantamos el embargo mañana, los cubanos no se darían cuenta de su potencial sin cambios continuos aquí en Cuba", mencionó luego, casi como introducción del siguiente tramo de su discurso dedicado a hablar de los derechos humanos, aunque sin nombrarlos directamente.

"La prosperidad sostenible en el siglo XXI depende de educación, cuidado de la salud y protección ambiental, pero también depende del libre y abierto intercambio de ideas. Si no puedes acceder a la información online, si no puedes estar expuesto a diferentes puntos de vista, no alcanzarás tu máximo potencial", mencionó.

Dirigiéndose a los jóvenes presentes en el renovado Gran Teatro Alicia Alonso, Obama habló de la "evolución que ya está teniendo lugar dentro de Cuba y el cambio generacional" y eligió el español para afirmar que "el futuro de Cuba tiene que estar en manos del pueblo cubano".

Obama fue recibido en el hall del imponente Gran Teatro por la legendaria bailarina Alicia Alonso, de 94 años, que también recibió una ovación al saludar al público desde el palco principal.

Entre los invitados que escucharon atentamente al líder demócrata estaba Senovia Iglesias Granado, que arribó temprano para ocupar su butaca de la planta, en la elegante sala principal del teatro ubicado en la Plaza Central de La Habana, que esta mañana amaneció cercada por la visita del mandatario estadounidense.

Iglesias dijo a Télam que la visita de Obama fue en un marco de "respeto" con el pueblo cubano, reconociéndolo "como somos: patriotas", y a su vez con "nuestra esperanza de que nadie nos va a cambiar la forma de pensar".

Esperanza fue también la palabra que utilizó momentos después Obama para hablar del futuro en las relaciones entre los dos países que comenzaron a dar sus primeros pasos conjuntos en cinco décadas poco tiempo atrás, el 17 de diciembre de 2014, cuando Washington y La Habana decidieron escribir una nueva página en la vida de sus países.

"La historia de los Estados Unidos y de Cuba abarca revolución y conflicto, lucha y sacrificio, retribución y, ahora, reconciliación. Es hora de que miremos hacia el futuro juntos", aseguró el líder de la Casa Blanca. "Un futuro de esperanza", reiteró en español.

"Podemos hacer este viaje juntos como amigos, como vecinos, como familia", concluyó. "Si se puede. Muchas gracias", cerró, nuevamente en español, para ser despedido con aplausos de pie y música cubana sonando de fondo.

22 MAR 2016 - 15:13

"Cultivo una rosa blanca", fueron las primeras palabras de su discurso sorprendiendo a los presentes por su entonación en español pero también por haber elegido citar uno de los poemas más famosos de José Martí, símbolo de la independencia cubana de los españoles, que llama a la amistad y la paz entre amigos y enemigos.

"Hoy, como el presidente de los Estados Unidos, le ofrezco al pueblo cubano `el saludo de la paz´, dijo pronunciando las últimas palabras nuevamente en español y logrando uno de los tantos aplausos que recibiría durante el esperado discurso en su histórica visita a La Habana.

Con la presencia del presidente Raúl Castro, que al arribar a palco del primer piso del teatro fue recibido con un sostenido y largo aplauso, el líder de la Casa Blanca reconoció las diferencias "reales e importantes" de ambos gobierno "en todos estos años", pero llamó a buscar en las cosas que comparten los dos pueblos, dejar el pasado atrás y mirar hacia el futuro.

"Necesitamos reconocer cuánto compartimos. Porque en muchas formas, Estados Unidos y Cuba son como hermanos que han sido separados por muchos años, aun mientras compartimos la misma sangre", afirmó.

Escoltado por dos grandes banderas cubanas y estadounidenses extendidas por detrás como dos grandes rectángulos que resaltaban del fondo negro, el mandatario abordó las reiteradas preguntas respecto a por qué la administración demócrata decidió acercarse ahora tras más de cinco décadas de distanciamiento en las relaciones.

"Hay una simple respuesta: lo que Estados Unidos estaba haciendo no estaba funcionando. Tenemos que tener el coraje de reconocer esa verdad. Una política de aislamiento diseñada por la Guerra Fría hace poco sentido en el siglo XXI. El embargo estaba dañando sólo al pueblo cubano en vez de ayudarlos", aseguró ante los aplausos de los funcionarios, jóvenes y ciudadanos locales que colmaron la sala.

En ese sentido, el primer presidente norteamericano en pisar suelo cubano en 88 años llamó al Congreso de su país a tomar la decisión de levantar el embargo, que representa "una carga obsoleta para el pueblo cubano", dijo ante el festejo de los más de 1.300 invitados, entre ellos los legisladores y senadores demócratas y republicanos que integran la comitiva que llegó junto a la Casa Blanca a La Habana.

No obstante, "aun si levantamos el embargo mañana, los cubanos no se darían cuenta de su potencial sin cambios continuos aquí en Cuba", mencionó luego, casi como introducción del siguiente tramo de su discurso dedicado a hablar de los derechos humanos, aunque sin nombrarlos directamente.

"La prosperidad sostenible en el siglo XXI depende de educación, cuidado de la salud y protección ambiental, pero también depende del libre y abierto intercambio de ideas. Si no puedes acceder a la información online, si no puedes estar expuesto a diferentes puntos de vista, no alcanzarás tu máximo potencial", mencionó.

Dirigiéndose a los jóvenes presentes en el renovado Gran Teatro Alicia Alonso, Obama habló de la "evolución que ya está teniendo lugar dentro de Cuba y el cambio generacional" y eligió el español para afirmar que "el futuro de Cuba tiene que estar en manos del pueblo cubano".

Obama fue recibido en el hall del imponente Gran Teatro por la legendaria bailarina Alicia Alonso, de 94 años, que también recibió una ovación al saludar al público desde el palco principal.

Entre los invitados que escucharon atentamente al líder demócrata estaba Senovia Iglesias Granado, que arribó temprano para ocupar su butaca de la planta, en la elegante sala principal del teatro ubicado en la Plaza Central de La Habana, que esta mañana amaneció cercada por la visita del mandatario estadounidense.

Iglesias dijo a Télam que la visita de Obama fue en un marco de "respeto" con el pueblo cubano, reconociéndolo "como somos: patriotas", y a su vez con "nuestra esperanza de que nadie nos va a cambiar la forma de pensar".

Esperanza fue también la palabra que utilizó momentos después Obama para hablar del futuro en las relaciones entre los dos países que comenzaron a dar sus primeros pasos conjuntos en cinco décadas poco tiempo atrás, el 17 de diciembre de 2014, cuando Washington y La Habana decidieron escribir una nueva página en la vida de sus países.

"La historia de los Estados Unidos y de Cuba abarca revolución y conflicto, lucha y sacrificio, retribución y, ahora, reconciliación. Es hora de que miremos hacia el futuro juntos", aseguró el líder de la Casa Blanca. "Un futuro de esperanza", reiteró en español.

"Podemos hacer este viaje juntos como amigos, como vecinos, como familia", concluyó. "Si se puede. Muchas gracias", cerró, nuevamente en español, para ser despedido con aplausos de pie y música cubana sonando de fondo.


NOTICIAS RELACIONADAS