Estudian el potencial de algas para el agro y la industria

Investigadores de la Facultad de Agronomía de la UBA (FAUBA) trabajan desde 2008 para aprovechar las potencialidades de las algas microscópicas o microalgas para el agro y la industria, las ventajas de esta tecnología desde el saneamiento ambiental hasta la generación de compuestos de altísimo valor comercial.

25 MAR 2016 - 18:31 | Actualizado

Sus usos son múltiples; entre otros, saneamiento de aguas contaminadas, generación de energía y obtención de subproductos de alto valor comercial (como ciertos antioxidantes y colorantes que valen cientos de dólares por gramo), destacaron desde la casa de altos estudios.

“La Dirección de Agroenergía, que depende del Ministerio de Agroindustria, nos convocó junto a otros investigadores de diferentes instituciones público-privadas del país que también trabajan en el tema de las microalgas; así surgió la Red de Microalgas de Argentina, con integrantes de todo el país”, le contó Juan Gori, docente de la cátedra de Bioquímica de la FAUBA, al sitio de divulgación científica Sobre La Tierra.

En el marco de la red, Gori y un grupo de colegas recibieron un entrenamiento por parte del Ministerio de Ciencia y Técnica, y así nació la Antena de Vigilancia Tecnológica en Microalgas.

Esta 'antena' recopila información en tres grandes ramas de interés: bioprocesos (diferentes formas de cultivar y/o de cosechar las microalgas), biorremediación y bioproductos (biodiesel, bioetanol, energías alternativas, carbohidratos, proteínas, vitaminas y compuestos antioxidantes y colorantes de gran valor agregado).

“Ciertas moléculas que producen las microalgas, como por ejemplo la astaxantina, un antioxidante muy importante, tiene actualmente un valor comercial mayor a US$ 7.000 por kilo; ajustando la tecnología, su producción es posible”, acotó el investigador.

El grupo de investigación de Gori trabaja en dos proyectos de biorremediación: uno sobre efluentes de un tambo y otro sobre la parte líquida de los residuos sólidos urbanos, ambos en la localidad de Lincoln, en la provincia de Buenos Aires.

Al trabajar con efluentes, los investigadores dejaron de gastar en sales para cultivar las microalgas a usar las aguas contaminadas, ricas en nitrógeno y fósforo, como medio de cultivo.

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25 MAR 2016 - 18:31

Sus usos son múltiples; entre otros, saneamiento de aguas contaminadas, generación de energía y obtención de subproductos de alto valor comercial (como ciertos antioxidantes y colorantes que valen cientos de dólares por gramo), destacaron desde la casa de altos estudios.

“La Dirección de Agroenergía, que depende del Ministerio de Agroindustria, nos convocó junto a otros investigadores de diferentes instituciones público-privadas del país que también trabajan en el tema de las microalgas; así surgió la Red de Microalgas de Argentina, con integrantes de todo el país”, le contó Juan Gori, docente de la cátedra de Bioquímica de la FAUBA, al sitio de divulgación científica Sobre La Tierra.

En el marco de la red, Gori y un grupo de colegas recibieron un entrenamiento por parte del Ministerio de Ciencia y Técnica, y así nació la Antena de Vigilancia Tecnológica en Microalgas.

Esta 'antena' recopila información en tres grandes ramas de interés: bioprocesos (diferentes formas de cultivar y/o de cosechar las microalgas), biorremediación y bioproductos (biodiesel, bioetanol, energías alternativas, carbohidratos, proteínas, vitaminas y compuestos antioxidantes y colorantes de gran valor agregado).

“Ciertas moléculas que producen las microalgas, como por ejemplo la astaxantina, un antioxidante muy importante, tiene actualmente un valor comercial mayor a US$ 7.000 por kilo; ajustando la tecnología, su producción es posible”, acotó el investigador.

El grupo de investigación de Gori trabaja en dos proyectos de biorremediación: uno sobre efluentes de un tambo y otro sobre la parte líquida de los residuos sólidos urbanos, ambos en la localidad de Lincoln, en la provincia de Buenos Aires.

Al trabajar con efluentes, los investigadores dejaron de gastar en sales para cultivar las microalgas a usar las aguas contaminadas, ricas en nitrógeno y fósforo, como medio de cultivo.


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