Insólito: Aluar se niega a pagar el aumento del agua en Puerto Madryn

Abona $ 2,67 el metro cúbico pero consume el equivalente a 1.500 hogares. El resto de los grandes clientes paga $ 42.

03 ABR 2016 - 21:57 | Actualizado

Una situación polémica e inesperada se vive en Puerto Madryn a partir de la decisión de la empresa Aluar de negarse a pagar los aumentos aplicados por Servicoop en las últimas semanas.

Durante la gestión que encabeza Lucas Marani se realizó un sinceramiento de las tarifas donde las empresas que usan el agua como materia prima o insumo de producción deben pagar un valor distinto al residencial. Esto implicó un incremento importante de la boleta que pagan las pesqueras, las empresas que envasan agua, el puerto y aquellas que la usan como parte de su producción.

Por ejemplo, en el caso del Puerto llega a $ 42 el m3 afectado a la provisión de los barcos y cruceros.

De esta adecuación practicada por Servicoop, en su momento quedó afuera Aluar, por haber firmado en junio de 2011, durante la presidencia de Leonardo Domínguez, un convenio por compra de agua anticipada fijando el metro cúbico en $ 2,67, situación que se mantuvo hasta el mes de marzo pasado.

Un dato interesante a tener en cuenta es que el promedio de consumo de Aluar es entre 38 y 45 mil m3, el equivalente a 1.500 hogares madrynenses.

Servicoop accedió a aquel convenio leonino para sus intereses y absolutamente beneficioso para Aluar a raíz de las dificultades económicas de la Cooperativa, asfixiada por las deudas millonarias ante AFIP y CAMMESA, y también por la decisión política de los concejales que sistemáticamente frenaban cualquier intento de actualización tarifaria.

En su momento, fue el secretario general de Luz y Fuerza, Héctor González, el único que se animó a denunciar públicamente el acuerdo que se firmaba entre gallos y medianoche.

Si hoy en Madryn muchos califican de “reprochable” la decisión que tomaron Domínguez y los consejeros que lo acompañaban en la conducción de Servicoop, mucho más grave es la postura que asumió la empresa Aluar, que se aprovechó de la situación para firmar un convenio que más de uno califica como “usurero y vergonzoso.”

Durante los últimos años, en pleno conocimiento del contrato firmado con Aluar, las nuevas autoridades de Servicoop buscaron alternativas para que la firma reconociera el enorme desfasaje que se estaba produciendo por la congelación de la tarifa lograda en 2011.

Sin embargo, amparados en los papeles firmados, los popes de la empresa mantuvieron su postura hasta que la Cooperativa devolvió hasta el último m3 comprometido al baratísimo precio de $ 2,67. Según información a la que accedió Jornada, los directivos de la firma más poderosa de la ciudad manifestaron enfáticamente que no están dispuestos a pagar lo que pretende Servicoop y las expectativas están centradas en la reunión que las partes concretarán en los próximos días.

Habrá que ver si el Consejo de Administración que conduce Marani cuenta con la fortaleza que le permita plantarse con firmeza ante la presión de Aluar.

Responsabilidad social

El posicionamiento planteado por Aluar se produce en momentos en que el sector empresarial, el comercio y los vecinos en general han recibido incrementos importantes en las boletas de luz. Ninguno de los sectores mencionados tiene “las espaldas” que tiene Aluar para afrontar estos incrementos ni la capacidad de lobby que suele esgrimir cuando los zapatos le aprietan.

Está en juego también el concepto de equidad social que Servicoop intenta llevar adelante, para que las adecuaciones tarifarias impacten menos en los que menos tienen; jubilados, pensionados, discapacitados y sectores carentes.

Dentro de ese marco, las empresas que usan el recurso como insumo de trabajo y mucho más en la producción de un bien exportable, deberían pagar lo que corresponde pues de esta forma también contribuyen al equilibrio social de la comunidad.

Aluar suele plantear que la crisis internacional afecta su actividad e impacta en sus utilidades. Sin embargo, los datos oficiales dan cuenta de las millonarias ganancias obtenidas por la firma de manera ininterrumpida, año tras año.

Tampoco tiene en cuenta los enormes beneficios obtenidos por las medidas aplicadas por el Gobierno nacional en el último tiempo: quita de retenciones, suba del dólar y reembolsos por puertos patagónicos, entre otros.

En este marco, argumentar que la empresa atraviesa una crisis económica que le impide pagar los aumentos aplicados por Servicoop, parece más un insulto a la inteligencia colectiva de la comunidad que una respuesta sensata de la empresa que mayores beneficios ha obtenido en la ciudad portuaria en las últimas tres décadas.

Privilegios

Está estipulado como norma inamovible que Servicoop está obligado a asegurarle a la empresa de Javier Madanes Quintanilla la provisión de agua para su actividad industrial. Es decir, que la Cooperativa puede cortarle el vital elemento a toda la ciudad, con excepción de Aluar.

La fábrica de aluminio tiene acceso a la red de agua potable a través de tres bocas distintas de alimentación. Muchos opinan que esa situación también debería ser contemplada a la hora de readecuar la tarifa que Aluar le paga a Servicoop. Resta saber ahora cuál será la reacción de la dirigencia ante esta novedad.

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03 ABR 2016 - 21:57

Una situación polémica e inesperada se vive en Puerto Madryn a partir de la decisión de la empresa Aluar de negarse a pagar los aumentos aplicados por Servicoop en las últimas semanas.

Durante la gestión que encabeza Lucas Marani se realizó un sinceramiento de las tarifas donde las empresas que usan el agua como materia prima o insumo de producción deben pagar un valor distinto al residencial. Esto implicó un incremento importante de la boleta que pagan las pesqueras, las empresas que envasan agua, el puerto y aquellas que la usan como parte de su producción.

Por ejemplo, en el caso del Puerto llega a $ 42 el m3 afectado a la provisión de los barcos y cruceros.

De esta adecuación practicada por Servicoop, en su momento quedó afuera Aluar, por haber firmado en junio de 2011, durante la presidencia de Leonardo Domínguez, un convenio por compra de agua anticipada fijando el metro cúbico en $ 2,67, situación que se mantuvo hasta el mes de marzo pasado.

Un dato interesante a tener en cuenta es que el promedio de consumo de Aluar es entre 38 y 45 mil m3, el equivalente a 1.500 hogares madrynenses.

Servicoop accedió a aquel convenio leonino para sus intereses y absolutamente beneficioso para Aluar a raíz de las dificultades económicas de la Cooperativa, asfixiada por las deudas millonarias ante AFIP y CAMMESA, y también por la decisión política de los concejales que sistemáticamente frenaban cualquier intento de actualización tarifaria.

En su momento, fue el secretario general de Luz y Fuerza, Héctor González, el único que se animó a denunciar públicamente el acuerdo que se firmaba entre gallos y medianoche.

Si hoy en Madryn muchos califican de “reprochable” la decisión que tomaron Domínguez y los consejeros que lo acompañaban en la conducción de Servicoop, mucho más grave es la postura que asumió la empresa Aluar, que se aprovechó de la situación para firmar un convenio que más de uno califica como “usurero y vergonzoso.”

Durante los últimos años, en pleno conocimiento del contrato firmado con Aluar, las nuevas autoridades de Servicoop buscaron alternativas para que la firma reconociera el enorme desfasaje que se estaba produciendo por la congelación de la tarifa lograda en 2011.

Sin embargo, amparados en los papeles firmados, los popes de la empresa mantuvieron su postura hasta que la Cooperativa devolvió hasta el último m3 comprometido al baratísimo precio de $ 2,67. Según información a la que accedió Jornada, los directivos de la firma más poderosa de la ciudad manifestaron enfáticamente que no están dispuestos a pagar lo que pretende Servicoop y las expectativas están centradas en la reunión que las partes concretarán en los próximos días.

Habrá que ver si el Consejo de Administración que conduce Marani cuenta con la fortaleza que le permita plantarse con firmeza ante la presión de Aluar.

Responsabilidad social

El posicionamiento planteado por Aluar se produce en momentos en que el sector empresarial, el comercio y los vecinos en general han recibido incrementos importantes en las boletas de luz. Ninguno de los sectores mencionados tiene “las espaldas” que tiene Aluar para afrontar estos incrementos ni la capacidad de lobby que suele esgrimir cuando los zapatos le aprietan.

Está en juego también el concepto de equidad social que Servicoop intenta llevar adelante, para que las adecuaciones tarifarias impacten menos en los que menos tienen; jubilados, pensionados, discapacitados y sectores carentes.

Dentro de ese marco, las empresas que usan el recurso como insumo de trabajo y mucho más en la producción de un bien exportable, deberían pagar lo que corresponde pues de esta forma también contribuyen al equilibrio social de la comunidad.

Aluar suele plantear que la crisis internacional afecta su actividad e impacta en sus utilidades. Sin embargo, los datos oficiales dan cuenta de las millonarias ganancias obtenidas por la firma de manera ininterrumpida, año tras año.

Tampoco tiene en cuenta los enormes beneficios obtenidos por las medidas aplicadas por el Gobierno nacional en el último tiempo: quita de retenciones, suba del dólar y reembolsos por puertos patagónicos, entre otros.

En este marco, argumentar que la empresa atraviesa una crisis económica que le impide pagar los aumentos aplicados por Servicoop, parece más un insulto a la inteligencia colectiva de la comunidad que una respuesta sensata de la empresa que mayores beneficios ha obtenido en la ciudad portuaria en las últimas tres décadas.

Privilegios

Está estipulado como norma inamovible que Servicoop está obligado a asegurarle a la empresa de Javier Madanes Quintanilla la provisión de agua para su actividad industrial. Es decir, que la Cooperativa puede cortarle el vital elemento a toda la ciudad, con excepción de Aluar.

La fábrica de aluminio tiene acceso a la red de agua potable a través de tres bocas distintas de alimentación. Muchos opinan que esa situación también debería ser contemplada a la hora de readecuar la tarifa que Aluar le paga a Servicoop. Resta saber ahora cuál será la reacción de la dirigencia ante esta novedad.


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