De 67 años, Conde fue arrestado junto a otras siete personas, entre ellas sus dos hijos, Mario y Alejandra, y su yerno, supuestamente por haber repatriado desde cuentas en Suiza, el Reino Unido y otros países, más de 13 millones de euros desde 1999, según medios españoles.
Se trataría del dinero que el ex banquero saqueó de Banesto, entidad que presidió desde 1987 hasta 1993, año en el que fue destituido por la intervención de la entidad financiera por parte del Banco de España, que detectó un agujero de 2.700 millones de euros.
Conde, quien a principios de los 90 se había convertido en un ícono del éxito, un modelo de banquero y empresario, con vínculos con las grandes fortunas y el poder, tenía aspiraciones políticas que se vieron frustradas por aquel escándalo.
Pasó a ser el símbolo de la "cultura del pelotazo", de la España del dinero fácil, del país donde "uno se podía hacer millonario de la noche a la mañana" -frase atribuida al ex ministro socialista Carlos Solchaga-, pero él siempre defendió su inocencia y llegó a atribuir su "desgracia" a maniobras políticas.
Por el "caso Banesto", Conde cumplió la mitad de los 20 a los que fue condenado en 2002 por el Tribunal Supremo español -que dobló la pena de la Audiencia Nacional del año 2000- por delitos de apropiación indebida, estafa y falsedad documental.
Ingresó a prisión por primera vez en diciembre de 1994 y recobró la libertad de forma definitiva en 2008 -luego de varias entradas y salidas- tras acceder al "tercer grado", al obtener todos los beneficios penitenciarios y debido a que había comenzado a devolver el dinero que robó de Banesto.
Aunque tenía que entregar 15 millones de euros, después de su excarcelación Conde no devolvió más dinero y siguió disfrutando de sus bienes, e incluso se aprovechó de un despiste judicial (no se ejecutó el decomiso de sus bienes que establecía la sentencia) para hipotecar algunas de sus fincas para que no pudieran ser subastadas.
El rastro del dinero saqueado a Banesto se había "perdido", pero la Fiscalía Anticorrupción ahora tiene indicios sólidos de que Conde blanqueó un gran porcentaje de esos fondos.
El Ministerio Público presentó una querella contra Conde y otras 14 personas vinculadas con el ex banquero por estrechos lazos familiares y personales el pasado 29 de marzo por "delitos de blanqueo de capitales, organización criminal, frustración de la ejecución y ocho delitos contra la Hacienda Pública", según fuentes judiciales.
A partir de esa denuncia, el juez de la Audiencia Nacional Santiago Pedraz investiga la creación de un entramado de sociedades en el extranjero y en España, la mayoría a nombre de testaferros, a través de las cuales se traía al país dinero de origen ilícito.
Entre las sociedades que formarían parte de la trama de blanqueo de capitales se encuentra Hogar y Cosmética Española SA, una empresa dedicada a la comercialización de productos de belleza y limpieza del hogar.
A raíz del operativo policial, que llevó a cabo la Guardia Civil bajo la supervisión de la Fiscalía de la Audiencia Nacional, se bloquearon un total de 20 cuentas bancarias relacionadas con los hijos del ex banquero y otras personas relacionadas con él. También hubo registros en empresas y domicilios particulares.
Conde ha sido el preso de la elite más famoso de España durante años y es el único gran banquero condenado.
El estallido de la última crisis financiera implicó en corrupción a otros hombres del poder, como el del ex ministro del Partido Popular (PP) y ex jefe del Fondo Monetario Internacional (FMI), Rodrigo Rato, o el banquero Miguel Blesa.
“Lo de Banesto no tuvo nada que ver ni con números ni con cuentas ni con bancos ni con nada de nada. Eso ya lo sabe todo el mundo. Tuvo que ver con dos señores: uno que se llamaba Felipe González y otro que se llamaba Aznar (...) Llegaron a la conclusión de que iban a la baja y que había un señor que iba al alza", apuntaba Conde en una entrevista televisiva el 31 de marzo de 2012.
Más allá de lo que diga el popular ex banquero, la intervención de Banesto -que finalmente fue adquirido por el Banco Santander, que pasó a ser el mayor banco español-, sacudió el último mandato del socialista González.
Después de recobrar su libertad, Conde se hizo accionista de la cadena televisiva Intereconomía, conocida por sus posturas ultraderechistas y se convirtió en comentarista habitual el programa "El gato al agua", desde donde recientemente defendió la práctica de los ricos y poderosos de crear empresas opacas en paraísos fiscales, como reveló la investigación internacional Panamá Papers.
En diciembre pasado, la Agencia Tributaria española destapó la última lista de morosos, y Conde es uno de los deudores a título individual que la encabeza, con una deuda de 9,9 millones e euros.
De 67 años, Conde fue arrestado junto a otras siete personas, entre ellas sus dos hijos, Mario y Alejandra, y su yerno, supuestamente por haber repatriado desde cuentas en Suiza, el Reino Unido y otros países, más de 13 millones de euros desde 1999, según medios españoles.
Se trataría del dinero que el ex banquero saqueó de Banesto, entidad que presidió desde 1987 hasta 1993, año en el que fue destituido por la intervención de la entidad financiera por parte del Banco de España, que detectó un agujero de 2.700 millones de euros.
Conde, quien a principios de los 90 se había convertido en un ícono del éxito, un modelo de banquero y empresario, con vínculos con las grandes fortunas y el poder, tenía aspiraciones políticas que se vieron frustradas por aquel escándalo.
Pasó a ser el símbolo de la "cultura del pelotazo", de la España del dinero fácil, del país donde "uno se podía hacer millonario de la noche a la mañana" -frase atribuida al ex ministro socialista Carlos Solchaga-, pero él siempre defendió su inocencia y llegó a atribuir su "desgracia" a maniobras políticas.
Por el "caso Banesto", Conde cumplió la mitad de los 20 a los que fue condenado en 2002 por el Tribunal Supremo español -que dobló la pena de la Audiencia Nacional del año 2000- por delitos de apropiación indebida, estafa y falsedad documental.
Ingresó a prisión por primera vez en diciembre de 1994 y recobró la libertad de forma definitiva en 2008 -luego de varias entradas y salidas- tras acceder al "tercer grado", al obtener todos los beneficios penitenciarios y debido a que había comenzado a devolver el dinero que robó de Banesto.
Aunque tenía que entregar 15 millones de euros, después de su excarcelación Conde no devolvió más dinero y siguió disfrutando de sus bienes, e incluso se aprovechó de un despiste judicial (no se ejecutó el decomiso de sus bienes que establecía la sentencia) para hipotecar algunas de sus fincas para que no pudieran ser subastadas.
El rastro del dinero saqueado a Banesto se había "perdido", pero la Fiscalía Anticorrupción ahora tiene indicios sólidos de que Conde blanqueó un gran porcentaje de esos fondos.
El Ministerio Público presentó una querella contra Conde y otras 14 personas vinculadas con el ex banquero por estrechos lazos familiares y personales el pasado 29 de marzo por "delitos de blanqueo de capitales, organización criminal, frustración de la ejecución y ocho delitos contra la Hacienda Pública", según fuentes judiciales.
A partir de esa denuncia, el juez de la Audiencia Nacional Santiago Pedraz investiga la creación de un entramado de sociedades en el extranjero y en España, la mayoría a nombre de testaferros, a través de las cuales se traía al país dinero de origen ilícito.
Entre las sociedades que formarían parte de la trama de blanqueo de capitales se encuentra Hogar y Cosmética Española SA, una empresa dedicada a la comercialización de productos de belleza y limpieza del hogar.
A raíz del operativo policial, que llevó a cabo la Guardia Civil bajo la supervisión de la Fiscalía de la Audiencia Nacional, se bloquearon un total de 20 cuentas bancarias relacionadas con los hijos del ex banquero y otras personas relacionadas con él. También hubo registros en empresas y domicilios particulares.
Conde ha sido el preso de la elite más famoso de España durante años y es el único gran banquero condenado.
El estallido de la última crisis financiera implicó en corrupción a otros hombres del poder, como el del ex ministro del Partido Popular (PP) y ex jefe del Fondo Monetario Internacional (FMI), Rodrigo Rato, o el banquero Miguel Blesa.
“Lo de Banesto no tuvo nada que ver ni con números ni con cuentas ni con bancos ni con nada de nada. Eso ya lo sabe todo el mundo. Tuvo que ver con dos señores: uno que se llamaba Felipe González y otro que se llamaba Aznar (...) Llegaron a la conclusión de que iban a la baja y que había un señor que iba al alza", apuntaba Conde en una entrevista televisiva el 31 de marzo de 2012.
Más allá de lo que diga el popular ex banquero, la intervención de Banesto -que finalmente fue adquirido por el Banco Santander, que pasó a ser el mayor banco español-, sacudió el último mandato del socialista González.
Después de recobrar su libertad, Conde se hizo accionista de la cadena televisiva Intereconomía, conocida por sus posturas ultraderechistas y se convirtió en comentarista habitual el programa "El gato al agua", desde donde recientemente defendió la práctica de los ricos y poderosos de crear empresas opacas en paraísos fiscales, como reveló la investigación internacional Panamá Papers.
En diciembre pasado, la Agencia Tributaria española destapó la última lista de morosos, y Conde es uno de los deudores a título individual que la encabeza, con una deuda de 9,9 millones e euros.