¿Cuál es la agenda que las CGT le llevan a Macri?

Las tres CGT llevarán su propia agenda para analizar esta tarde, alrededor de las 17, cuando se encuentren formalmente con el Presidente de la Nación, Mauricio Macri: la deuda con obras sociales, el freno a los despidos y el control de la inflación.

13 ABR 2016 - 15:01 | Actualizado

"Nosotros tenemos que encontrar una salida posible a la deuda de 27.000 millones de pesos que el Estado nacional tiene con las obras sociales. Ese dinero está en una cuenta que tenemos identificada en el Banco Nación. Una salida posible es que nos paguen con un bono de modo que se pueda administrar mejor el equilibrio entre la deuda pendiente y la preservación de la política monetaria que intenta contener la inflación", dijo una de las fuentes consultadas por Télam.

La CGT Alsina, que encabeza Antonio Caló, la CGT Azopardo, que lidera Hugo Moyano y la CGT Azul y Blanca, que tiene al frente a Luis Barrionuevo, tendrán un ejercicio de diálogo con el Jefe de Estado que es valorado positivamente por las tres organizaciones sindicales.

El diálogo incluirá también un pedido de freno a los despidos y a la inflación, dos fenómenos que en procesos simultáneos son de alto riesgo social.

Alguno de los gremialistas que tiene diálogo directo con Mauricio Macri, refiere que la información consolidada que maneja el Presidente incluye el dato de que en los últimos 3 años se han incorporado al sector público 1,5 millones de empleados en niveles municipales, provinciales y nacionales.

"Y esa es una cifra posible pero alguna señal nos tiene que dar el Presidente. Por lo menos se tiene que dejar ayudar", dice uno de los hombres que juegan en las primeras filas del sindicalismo con la idea de llegar en el curso de este mismo año a la unificación de las centrales sindicales en una sola organización gremial de tercer grado.

"Como ayuda ante la inflación, Mauricio nos tendría que haber dado un adelanto (salarial) a cuenta de paritarias, porque la mayoría de nosotros aún no empezamos a discutir el año salarial con las empresas. Si a los trabajadores los golpea la inflación y además reciben telegramas de despidos, tenemos que lograr alguna señal de que algo positivo puede salir de este proceso", reflexiona uno de los hombres fuertes de la dirigencia nacional.

"Tenemos casos en que los trabajadores vienen a nosotros a pedirnos que actuemos como garantía de la continuidad del empleo, pero ese esfuerzo político de llevar tranquilidad al sector laboral es antes que nada una responsabilidad del Ministerio de Trabajo. Aún así, nosotros estamos pidiendo a algunos empresarios que mantengan los empleos, especialmente cuando los trabajadores nos dicen que prefieren no recibir aumento a cambio de la estabilidad laboral de todos. Los trabajadores son conscientes de la realidad de las empresas que los emplean", analiza otro de los consultados.

Los gremialistas llegarán al despacho presidencial en la misma jornada en que la Cámara de Apelaciones de Nueva York emitió un dictamen favorable para la Argentina porque permitirá activar el mecanismo de ingeniería financiera que permita cerrar el conflicto con los holdouts.

"Él (en referencia al presidente Mauricio Macri) necesita que lleguen inversiones y tener disponibilidad de recursos para mostrar ante los trabajadores que su política también puede dar señales positivas. Es necesario generar nuevo empleo y que sea genuino", coinciden en señalar con mayor convicción una de estas fuentes.

Se tiene presente que Macri "ha lanzado dos grandes programas de inversión, el Plan Belgrano, con 16.000 millones de dólares para revitalizar la economía y la calidad de vida en las provincias del norte argentino y el Plan de Infraestructura para la Provincia de Buenos Aires que deberá contar con 150.000 millones de pesos(alrededor de 10.000 millones de dólares al tipo de cambio libre) y con ese recurso se propone crear 100.000 puestos de trabajo".

"Si hay una disminución en el empleo público, debemos tener un reaseguro para absorber mano de obra de modo genuino", sostienen.

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13 ABR 2016 - 15:01

"Nosotros tenemos que encontrar una salida posible a la deuda de 27.000 millones de pesos que el Estado nacional tiene con las obras sociales. Ese dinero está en una cuenta que tenemos identificada en el Banco Nación. Una salida posible es que nos paguen con un bono de modo que se pueda administrar mejor el equilibrio entre la deuda pendiente y la preservación de la política monetaria que intenta contener la inflación", dijo una de las fuentes consultadas por Télam.

La CGT Alsina, que encabeza Antonio Caló, la CGT Azopardo, que lidera Hugo Moyano y la CGT Azul y Blanca, que tiene al frente a Luis Barrionuevo, tendrán un ejercicio de diálogo con el Jefe de Estado que es valorado positivamente por las tres organizaciones sindicales.

El diálogo incluirá también un pedido de freno a los despidos y a la inflación, dos fenómenos que en procesos simultáneos son de alto riesgo social.

Alguno de los gremialistas que tiene diálogo directo con Mauricio Macri, refiere que la información consolidada que maneja el Presidente incluye el dato de que en los últimos 3 años se han incorporado al sector público 1,5 millones de empleados en niveles municipales, provinciales y nacionales.

"Y esa es una cifra posible pero alguna señal nos tiene que dar el Presidente. Por lo menos se tiene que dejar ayudar", dice uno de los hombres que juegan en las primeras filas del sindicalismo con la idea de llegar en el curso de este mismo año a la unificación de las centrales sindicales en una sola organización gremial de tercer grado.

"Como ayuda ante la inflación, Mauricio nos tendría que haber dado un adelanto (salarial) a cuenta de paritarias, porque la mayoría de nosotros aún no empezamos a discutir el año salarial con las empresas. Si a los trabajadores los golpea la inflación y además reciben telegramas de despidos, tenemos que lograr alguna señal de que algo positivo puede salir de este proceso", reflexiona uno de los hombres fuertes de la dirigencia nacional.

"Tenemos casos en que los trabajadores vienen a nosotros a pedirnos que actuemos como garantía de la continuidad del empleo, pero ese esfuerzo político de llevar tranquilidad al sector laboral es antes que nada una responsabilidad del Ministerio de Trabajo. Aún así, nosotros estamos pidiendo a algunos empresarios que mantengan los empleos, especialmente cuando los trabajadores nos dicen que prefieren no recibir aumento a cambio de la estabilidad laboral de todos. Los trabajadores son conscientes de la realidad de las empresas que los emplean", analiza otro de los consultados.

Los gremialistas llegarán al despacho presidencial en la misma jornada en que la Cámara de Apelaciones de Nueva York emitió un dictamen favorable para la Argentina porque permitirá activar el mecanismo de ingeniería financiera que permita cerrar el conflicto con los holdouts.

"Él (en referencia al presidente Mauricio Macri) necesita que lleguen inversiones y tener disponibilidad de recursos para mostrar ante los trabajadores que su política también puede dar señales positivas. Es necesario generar nuevo empleo y que sea genuino", coinciden en señalar con mayor convicción una de estas fuentes.

Se tiene presente que Macri "ha lanzado dos grandes programas de inversión, el Plan Belgrano, con 16.000 millones de dólares para revitalizar la economía y la calidad de vida en las provincias del norte argentino y el Plan de Infraestructura para la Provincia de Buenos Aires que deberá contar con 150.000 millones de pesos(alrededor de 10.000 millones de dólares al tipo de cambio libre) y con ese recurso se propone crear 100.000 puestos de trabajo".

"Si hay una disminución en el empleo público, debemos tener un reaseguro para absorber mano de obra de modo genuino", sostienen.


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