Francia ve "alejarse" un TCL con los EEUU

Francia reveló hoy que las posibilidades de que el tratado transatlántico de libre comercio e inversiones, conocido como TTIP, se firme antes de final de año "se alejan".

26 ABR 2016 - 9:43 | Actualizado

Según afirmó a la radio RTL el secretario de Estado de Comercio Exterior francés, Matthias Fekl, "nos alejamos de las opciones (...) de llegar a un acuerdo".

Fekl, quien dirige la negociación en nombre de Francia, aseguró que su país "puso sobre la mesa unos principios" como la integración del factor medioambiental en la negociación, la transparencia, que consideró "ampliamente insuficiente", o la integración de la agricultura.

En cuanto a las modalidades de arbitraje, Fekl aseguró que "hay que impedir ataques ante los tribunales privados o que los grandes grupos puedan cuestionar a los pequeños".

Fekl indicó que Francia trabajará para conseguir "un buen acuerdo" y no "uno a cualquier precio", y negó que Europa pueda quedarse fuera.

"No creo que Europa tenga que seguir el ritmo de Estados Unidos. No hay ninguna razón para ir a remolque de otro continente, aunque sea un socio comercial", aseguró, según informa la agencia de noticias EFE.

El funcionario recordó que Europa es "el primer bloque económico del mundo" y "el que tiene mayor peso en el comercio internacional por su valor y por su peso".

El TTIP, que se negocia desde 2013, persigue suprimir las barreras aduaneras y reglamentarias entre Estados Unidos y la UE.

El principal impulsor del Tratado es el presidente de EEUU, Barack Obama, quien ayer finalizó una gira de tres días por Alemania y aprovechó para "alabar" a Europa y mostrar las "bondades" del posible acuerdo.

"Estados Unidos y el mundo necesitan una Europa fuerte, próspera y unida", había declarado ayer Obama en un discurso brindado en la ciudad de Hannover.

Allí afirmó también que el Viejo Continente necesita recuperarse y superar las crisis que le afectan, porque "el sueño de unos pocos se convirtió primero en la esperanza de muchos y en la actualidad es una necesidad para todos nosotros", informó la agencia de noticias DPA.

El acuerdo es respaldado por las principales economías de Europa, pero genera rechazo entre la izquierda de los países del bloque regional y, cada vez más, entre sectores centristas.

26 ABR 2016 - 9:43

Según afirmó a la radio RTL el secretario de Estado de Comercio Exterior francés, Matthias Fekl, "nos alejamos de las opciones (...) de llegar a un acuerdo".

Fekl, quien dirige la negociación en nombre de Francia, aseguró que su país "puso sobre la mesa unos principios" como la integración del factor medioambiental en la negociación, la transparencia, que consideró "ampliamente insuficiente", o la integración de la agricultura.

En cuanto a las modalidades de arbitraje, Fekl aseguró que "hay que impedir ataques ante los tribunales privados o que los grandes grupos puedan cuestionar a los pequeños".

Fekl indicó que Francia trabajará para conseguir "un buen acuerdo" y no "uno a cualquier precio", y negó que Europa pueda quedarse fuera.

"No creo que Europa tenga que seguir el ritmo de Estados Unidos. No hay ninguna razón para ir a remolque de otro continente, aunque sea un socio comercial", aseguró, según informa la agencia de noticias EFE.

El funcionario recordó que Europa es "el primer bloque económico del mundo" y "el que tiene mayor peso en el comercio internacional por su valor y por su peso".

El TTIP, que se negocia desde 2013, persigue suprimir las barreras aduaneras y reglamentarias entre Estados Unidos y la UE.

El principal impulsor del Tratado es el presidente de EEUU, Barack Obama, quien ayer finalizó una gira de tres días por Alemania y aprovechó para "alabar" a Europa y mostrar las "bondades" del posible acuerdo.

"Estados Unidos y el mundo necesitan una Europa fuerte, próspera y unida", había declarado ayer Obama en un discurso brindado en la ciudad de Hannover.

Allí afirmó también que el Viejo Continente necesita recuperarse y superar las crisis que le afectan, porque "el sueño de unos pocos se convirtió primero en la esperanza de muchos y en la actualidad es una necesidad para todos nosotros", informó la agencia de noticias DPA.

El acuerdo es respaldado por las principales economías de Europa, pero genera rechazo entre la izquierda de los países del bloque regional y, cada vez más, entre sectores centristas.


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