Ola de ataques destruyó un hospital en Alepo

Ataques aéreos y de artillería contra la devastada Alepo destruyeron hoy uno de los pocos hospitales que aún funcionaba en esa ciudad siria y mataron a decenas civiles, entre ellos el último pediatra que quedaba en esa región controlada por rebeldes, que según la Cruz Roja está "al borde de una crisis humanitaria".

28 ABR 2016 - 18:40 | Actualizado

El hospital al Quds era apoyado por Médicos Sin Fronteras (MSF) y, por lo tanto, todas las partes beligerantes en Siria habían recibido las coordinadas del edificio y sabían que ahí funcionaba un centro de salud, una práctica que la organización médica internacional repite en todos los países donde opera.

Según el testimonio de trabajadores del hospital Al Quds, el edificio fue alcanzado por al menos un proyectil durante un ataque aéreo y mató a 14 civiles, entre ellos dos médicos, informó MSF en un comunicado difundido a la prensa.

El Observatorio Sirio para los Derechos Humanos, una organización pro opositora con sede en Londres, informó, en cambio, que rescatistas y activistas de la zona contaron al menos 27 muertos tras los ataques contra el hospital y los alrededores, y 31 en toda las zonas de Alepo controladas por la insurgencia.

La organización de médicos no acusó a ninguna de las partes beligerantes por los ataques aéreos, pero pidió una investigación internacional.

La agencia de noticias estatal siria SANA, por su parte, no se refirió al bombardeo contra el hospital apoyado por MSF, pero sí informó sobre "ataques terroristas" -como denomina a todos los ataques de grupos opositores armados- contra la ciudad de Alepo, en el noreste del país, muy cerca de la porosa frontera con Turquía.

En estos ataques al menos 22 personas murieron y otras 88 resultaron heridas en la zona este de la ciudad, controlada por el Ejército, afirmó la agencia de noticias.

SANA acusó a la milicia islamista Frente al Nusra -la rama local de Al Qaeda- de atacar con artillería de cohetes y francotiradores un hospital diferente al de MSF, llamado de Al Razi, adonde habían sido enviadas todas las víctimas de los atentados contra casas y edificios de hoy en esa parte de la ciudad.

Sólo en ese ataque fallecieron cuatro civiles, según la agencia.

Horas después, una nueva ola de bombardeos aéreos contra dos barrios controlados por la oposición armada mataron a otras 20 personas, informó el Observatorio y la Defensa Civil Siria, una red de activistas antigubernamentales de base que denuncian los bombardeos y combaten en sus regiones.

Pese a que en ese país árabe rige una tregua desde finales de febrero pasado, las violaciones de uno y otro lado han sido constantes. Alrededor de 200 civiles murieron sólo en esta última semana, casi la mitad de ellos en Alepo y sus alrededores.

Finalmente, la escalada de violencia en la ya devastada ciudad de Alepo hoy atrajo la atención del mundo entero.

"No puedo creer que fuese un error. No se golpea ese hospital, con tantas víctimas, un hospital bien conocido. Es obviamente una violación" de la tregua, denunció Staffan de Mistura, el enviado especial de la ONU para Siria en una entrevista con el canal de televisión saudita Al Arabiya.

Como MSF, el diplomático evitó señalar a un responsable.

El gobierno sirio, en cambio, reaccionó ante la escalada militar con una carta oficial a la Secretaría General de la ONU y al Consejo de Seguridad, en la que pidió a la comunidad internacional que condene los "ataques terroristas" en esa ciudad, desligándose de toda responsabilidad.

Inmediatamente, Estados Unidos respondió acusando a Damasco de ser el único autor del bombardeo que destruyó al hospital apoyado por MSF, un centro médico vital en una zona que hace tiempo es uno de los principales frentes de batalla del país.

"Aunque estamos tratando aún de recabar datos sobre las circunstancias del ataque, parece haber sido un bombardeo deliberado sobre una conocida instalación médica y está en la línea del atroz historial del régimen de (Bashar) Al Assad de atacar ese tipo de lugares y de equipos de emergencia", denunció el secretario de Estado, John Kerry, en un comunicado, citado por la agencia de noticias EFE.

En los últimos meses, bombardear hospitales -incluidos los de MSF, cuyas coordenadas son sistemáticamente informadas a todos las partes involucradas en los conflictos- se ha vuelto la regla. Estados Unidos atacó y destruyó uno en Afganistán, Rusia fue acusada de golpear varios centros médicos en Siria y Arabia Saudita dejó en ruinas varios hospitales en Yemen.

Pese a que en un principio se rumoreó que aviones rusos también habrían participado de los ataques aéreos de hoy contra Alepo, el vocero del Ministerio de Defensa de Rusia, Igor Konashenkov, informó a la prensa que su país no sobrevuela esa ciudad hace ya varios días.

El Pentágono confirmó la versión rusa, pero Kerry le reclamó a Moscú que "presione" al gobierno sirio, su aliado a lo largo de estos últimos cinco años de guerra, para que cumpla con la tregua, negociada entre el Kremlin y la Casa Blanca.

Además de Rusia, el único actor en esta guerra que combate a la oposición armada con bombardeos aéreos es el Ejército sirio.

El actual cese de fuego busca poner un freno a una ola incesante de combates y ataques que, desde 2011, ya mató a más de 400.000 personas y forzó a la más de la mitad de la población -unos 12 millones de personas- a abandonar sus casas, según la ONU.

A dos meses del inicio de la tregua, la violencia disminuyó en algunas zonas del devastado país, pero poco en Alepo, donde millones de personas se encuentran "en grave riesgo, según alertó hoy la directora del Comité Internacional de la Cruz Roja en Siria, Marianne Gasser, en un comunicado.

"Adonde estés se pueden oír explosiones de proyectiles de mortero, bombardeos y el vuelo de aviones. (...) La gente vive al límite. Todo el mundo teme por sus vidas y nadie sabe qué va a venir después", relató Gasser.

La misma desesperación exhibió el responsable del envío de ayuda humanitaria de la ONU a Siria, Jan Egeland, en una conferencia de prensa hoy en Ginebra.

"No puedo expresar con suficiente contundencia todo lo que está en juego en las próximas horas y en los próximos días. La vida de millones de personas está en peligro", advirtió.

28 ABR 2016 - 18:40

El hospital al Quds era apoyado por Médicos Sin Fronteras (MSF) y, por lo tanto, todas las partes beligerantes en Siria habían recibido las coordinadas del edificio y sabían que ahí funcionaba un centro de salud, una práctica que la organización médica internacional repite en todos los países donde opera.

Según el testimonio de trabajadores del hospital Al Quds, el edificio fue alcanzado por al menos un proyectil durante un ataque aéreo y mató a 14 civiles, entre ellos dos médicos, informó MSF en un comunicado difundido a la prensa.

El Observatorio Sirio para los Derechos Humanos, una organización pro opositora con sede en Londres, informó, en cambio, que rescatistas y activistas de la zona contaron al menos 27 muertos tras los ataques contra el hospital y los alrededores, y 31 en toda las zonas de Alepo controladas por la insurgencia.

La organización de médicos no acusó a ninguna de las partes beligerantes por los ataques aéreos, pero pidió una investigación internacional.

La agencia de noticias estatal siria SANA, por su parte, no se refirió al bombardeo contra el hospital apoyado por MSF, pero sí informó sobre "ataques terroristas" -como denomina a todos los ataques de grupos opositores armados- contra la ciudad de Alepo, en el noreste del país, muy cerca de la porosa frontera con Turquía.

En estos ataques al menos 22 personas murieron y otras 88 resultaron heridas en la zona este de la ciudad, controlada por el Ejército, afirmó la agencia de noticias.

SANA acusó a la milicia islamista Frente al Nusra -la rama local de Al Qaeda- de atacar con artillería de cohetes y francotiradores un hospital diferente al de MSF, llamado de Al Razi, adonde habían sido enviadas todas las víctimas de los atentados contra casas y edificios de hoy en esa parte de la ciudad.

Sólo en ese ataque fallecieron cuatro civiles, según la agencia.

Horas después, una nueva ola de bombardeos aéreos contra dos barrios controlados por la oposición armada mataron a otras 20 personas, informó el Observatorio y la Defensa Civil Siria, una red de activistas antigubernamentales de base que denuncian los bombardeos y combaten en sus regiones.

Pese a que en ese país árabe rige una tregua desde finales de febrero pasado, las violaciones de uno y otro lado han sido constantes. Alrededor de 200 civiles murieron sólo en esta última semana, casi la mitad de ellos en Alepo y sus alrededores.

Finalmente, la escalada de violencia en la ya devastada ciudad de Alepo hoy atrajo la atención del mundo entero.

"No puedo creer que fuese un error. No se golpea ese hospital, con tantas víctimas, un hospital bien conocido. Es obviamente una violación" de la tregua, denunció Staffan de Mistura, el enviado especial de la ONU para Siria en una entrevista con el canal de televisión saudita Al Arabiya.

Como MSF, el diplomático evitó señalar a un responsable.

El gobierno sirio, en cambio, reaccionó ante la escalada militar con una carta oficial a la Secretaría General de la ONU y al Consejo de Seguridad, en la que pidió a la comunidad internacional que condene los "ataques terroristas" en esa ciudad, desligándose de toda responsabilidad.

Inmediatamente, Estados Unidos respondió acusando a Damasco de ser el único autor del bombardeo que destruyó al hospital apoyado por MSF, un centro médico vital en una zona que hace tiempo es uno de los principales frentes de batalla del país.

"Aunque estamos tratando aún de recabar datos sobre las circunstancias del ataque, parece haber sido un bombardeo deliberado sobre una conocida instalación médica y está en la línea del atroz historial del régimen de (Bashar) Al Assad de atacar ese tipo de lugares y de equipos de emergencia", denunció el secretario de Estado, John Kerry, en un comunicado, citado por la agencia de noticias EFE.

En los últimos meses, bombardear hospitales -incluidos los de MSF, cuyas coordenadas son sistemáticamente informadas a todos las partes involucradas en los conflictos- se ha vuelto la regla. Estados Unidos atacó y destruyó uno en Afganistán, Rusia fue acusada de golpear varios centros médicos en Siria y Arabia Saudita dejó en ruinas varios hospitales en Yemen.

Pese a que en un principio se rumoreó que aviones rusos también habrían participado de los ataques aéreos de hoy contra Alepo, el vocero del Ministerio de Defensa de Rusia, Igor Konashenkov, informó a la prensa que su país no sobrevuela esa ciudad hace ya varios días.

El Pentágono confirmó la versión rusa, pero Kerry le reclamó a Moscú que "presione" al gobierno sirio, su aliado a lo largo de estos últimos cinco años de guerra, para que cumpla con la tregua, negociada entre el Kremlin y la Casa Blanca.

Además de Rusia, el único actor en esta guerra que combate a la oposición armada con bombardeos aéreos es el Ejército sirio.

El actual cese de fuego busca poner un freno a una ola incesante de combates y ataques que, desde 2011, ya mató a más de 400.000 personas y forzó a la más de la mitad de la población -unos 12 millones de personas- a abandonar sus casas, según la ONU.

A dos meses del inicio de la tregua, la violencia disminuyó en algunas zonas del devastado país, pero poco en Alepo, donde millones de personas se encuentran "en grave riesgo, según alertó hoy la directora del Comité Internacional de la Cruz Roja en Siria, Marianne Gasser, en un comunicado.

"Adonde estés se pueden oír explosiones de proyectiles de mortero, bombardeos y el vuelo de aviones. (...) La gente vive al límite. Todo el mundo teme por sus vidas y nadie sabe qué va a venir después", relató Gasser.

La misma desesperación exhibió el responsable del envío de ayuda humanitaria de la ONU a Siria, Jan Egeland, en una conferencia de prensa hoy en Ginebra.

"No puedo expresar con suficiente contundencia todo lo que está en juego en las próximas horas y en los próximos días. La vida de millones de personas está en peligro", advirtió.


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