Pese al escándalo, Merkel ratifica tratado con EEUU

La canciller alemana, Angela Merkel, reafirmó hoy su apoyo al tratado de libre comercio (TTIP) entre la Unión Europea (UE) y Estados Unidos a pesar de los documentos publicados por Geenpeace de los que se desprende que EEUU está presionando a Europa más de lo que se creía.

02 MAY 2016 - 19:38 | Actualizado

La mandataria alemana sigue apostando por agilizar las negociaciones y conseguir un acuerdo lo antes posible.

"Creemos que es muy importante un cierre rápido de un ambicioso acuerdo", afirmó el portavoz del Gobierno alemán, Steffan Seibert.

"Esta es la opinión unánime de todo el Gobierno", agregó, según informa la agencia de noticias DPA.

La canciller ya dejó clara su posición durante la reciente visita del presidente estadounidense, Barack Obama, en la Feria de Hannover, recordó el portavoz.

El TTIP es una gran oportunidad para dar forma a la globalización. Alemania, como nación exportadora, depende como casi ninguna otra economía de un comercio mundial libre. "Uno de cada cuatro puestos de trabajo depende de eso en Alemania", indicó Seibert.

Greenpeace publicó hoy 240 páginas de documentos sobre la negociación del TTIP, que muestran los grandes desacuerdos entre ambos bloques de cara a un acuerdo, revelando a la vez una fuerte presión de EEUU para que se firme lo antes posible y sin cambios.

Es que para la organización ambientalista, mientras que la UE difunde sus propuestas Estados Unidos mantiene sus posiciones en secreto.

"Necesitamos un debate público y por eso hemos publicado los documentos", declaró Jürgen Knirsch, experto en comercio de Greenpeace, quien resaltó que aunque en los documentos no se encuentre explícitamente el polémico "pollo clorado", sí se hallan "propuestas de los estadounidenses sobre cómo debe regularse en un futuro".

En la producción industrial de pollo en EEUU es habitual sumergirlos en cloro (lejía) al final del proceso de producción, algo que está prohibido por las leyes de Europa y de ahí el nombre popular que le han puesto de "pollos clorados".

Seibert aseguró no poder confirmar su autenticidad, ya que no ha tenido acceso a ellos. No obstante, dejó claro que en el "TTIP Leaks" sobre las exigencias estadounidenses se trata de "posturas negociadoras, no resultados de las negociaciones".

Es normal que las dos partes quieran imponer sus intereses, señaló. "Alemania no aceptará ninguna reducción de los estándares de protección social, medio ambiente y del consumidor", agregó.

Una portavoz del Ministerio de Economía apuntó, por su parte, que no va a haber "carne hormonada" alguna en la UE. Los estándares de protección para personas, animales y medio ambiente no se cuestionan en el TTIP, al igual que tampoco el principio preventivo vigente en la UE por el que sólo se permiten productos que se pueda demostrar que no son dañinos para las personas ni el medio ambiente.

Por su parte y frente al escándalo desatado, la influyente ala más izquierdista del Partido Socialdemócrata alemán (SPD) reclamó hoy el fin de las negociaciones del TTIP.

"Las nuevas revelaciones confirman una profunda desconfianza contra la posición estadounidense", indicó su portavoz, Matthias Miersch.

"En estas circunstancias no veo base alguna para crear nueva confianza. Bajo estas condiciones no tiene sentido seguir negociando", aseguró.

Con esta postura de rechazo de los casi 90 diputados que componen el grupo más grande dentro de la fracción parlamentaria del SPD, el líder del partido y ministro de Economía, Sigmar Gabriel, tendrá aún complicaciones para convencer a sus filas de la necesidad de firmar el pacto con Estados Unidos.

El SPD estableció en su congreso federal del partido en diciembre las líneas rojas del acuerdo de la UE con EEUU y con Canadá.

02 MAY 2016 - 19:38

La mandataria alemana sigue apostando por agilizar las negociaciones y conseguir un acuerdo lo antes posible.

"Creemos que es muy importante un cierre rápido de un ambicioso acuerdo", afirmó el portavoz del Gobierno alemán, Steffan Seibert.

"Esta es la opinión unánime de todo el Gobierno", agregó, según informa la agencia de noticias DPA.

La canciller ya dejó clara su posición durante la reciente visita del presidente estadounidense, Barack Obama, en la Feria de Hannover, recordó el portavoz.

El TTIP es una gran oportunidad para dar forma a la globalización. Alemania, como nación exportadora, depende como casi ninguna otra economía de un comercio mundial libre. "Uno de cada cuatro puestos de trabajo depende de eso en Alemania", indicó Seibert.

Greenpeace publicó hoy 240 páginas de documentos sobre la negociación del TTIP, que muestran los grandes desacuerdos entre ambos bloques de cara a un acuerdo, revelando a la vez una fuerte presión de EEUU para que se firme lo antes posible y sin cambios.

Es que para la organización ambientalista, mientras que la UE difunde sus propuestas Estados Unidos mantiene sus posiciones en secreto.

"Necesitamos un debate público y por eso hemos publicado los documentos", declaró Jürgen Knirsch, experto en comercio de Greenpeace, quien resaltó que aunque en los documentos no se encuentre explícitamente el polémico "pollo clorado", sí se hallan "propuestas de los estadounidenses sobre cómo debe regularse en un futuro".

En la producción industrial de pollo en EEUU es habitual sumergirlos en cloro (lejía) al final del proceso de producción, algo que está prohibido por las leyes de Europa y de ahí el nombre popular que le han puesto de "pollos clorados".

Seibert aseguró no poder confirmar su autenticidad, ya que no ha tenido acceso a ellos. No obstante, dejó claro que en el "TTIP Leaks" sobre las exigencias estadounidenses se trata de "posturas negociadoras, no resultados de las negociaciones".

Es normal que las dos partes quieran imponer sus intereses, señaló. "Alemania no aceptará ninguna reducción de los estándares de protección social, medio ambiente y del consumidor", agregó.

Una portavoz del Ministerio de Economía apuntó, por su parte, que no va a haber "carne hormonada" alguna en la UE. Los estándares de protección para personas, animales y medio ambiente no se cuestionan en el TTIP, al igual que tampoco el principio preventivo vigente en la UE por el que sólo se permiten productos que se pueda demostrar que no son dañinos para las personas ni el medio ambiente.

Por su parte y frente al escándalo desatado, la influyente ala más izquierdista del Partido Socialdemócrata alemán (SPD) reclamó hoy el fin de las negociaciones del TTIP.

"Las nuevas revelaciones confirman una profunda desconfianza contra la posición estadounidense", indicó su portavoz, Matthias Miersch.

"En estas circunstancias no veo base alguna para crear nueva confianza. Bajo estas condiciones no tiene sentido seguir negociando", aseguró.

Con esta postura de rechazo de los casi 90 diputados que componen el grupo más grande dentro de la fracción parlamentaria del SPD, el líder del partido y ministro de Economía, Sigmar Gabriel, tendrá aún complicaciones para convencer a sus filas de la necesidad de firmar el pacto con Estados Unidos.

El SPD estableció en su congreso federal del partido en diciembre las líneas rojas del acuerdo de la UE con EEUU y con Canadá.


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