Importarán gas desde Chile para la demanda pico del invierno

La Argentina importará desde Chile 1,5 millones de metros cúbicos diarios de gas a partir del 11 de mayo, y por un plazo de tres meses, para afrontar el pico de demanda invernal en una operación concretada con dos regasificadoras privadas por un monto total de 95 millones de dólares, informaron fuentes del Ministerio de Energía.

05 MAY 2016 - 19:15 | Actualizado

La operación -cerrada por el Ministerio de Energía y Minería de la Nación con la regasificadora GDF-Suez y con la Empresa Nacional de Petróleo (Enap)- permitirá al Estado argentino el ahorro de 46,3 millones de dólares, ya que el gas importado de Chile permitirá reemplazar 400 mil metros cúbicos de gasoil previsto por Cammesa para los próximos meses, aseguraron fuentes gubernamentales.

La decisión de importar gas desde Chile a través de las plantas regasificadoras instaladas en las terminales de GNL Mejillones -en la Región de Antofagasta- y de Quintero -en la Región Metropolitana- ya había sido anticipada a fines de enero como parte de los acuerdos firmados en Buenos Aires por el ministro de Energía, Juan José Aranguren, y su par chileno Máximo Pacheco.

Las exportaciones del fluido llegarán al país a través del Gasoducto del Norte, en el cual opera GDF Suez, y el Gasoducto Andino que utilizará Enap, y se trata de los mismos por los cuales la Argentina exportó parte de su producción de gas al vecino país entre 1998 y 2004.

El total del gas que importará el país desde el 11 de mayo asciende a 350 millones de metros cúbicos durante los próximos tres meses, mediante un contrato con GDF Suez por 73,4 millones de dólares -a un valor de 7,2 dólares por MBTU-, y otro con Enap por 22 millones de dólares -a 6,9 dólares por MBTU.

La decisión de importar gas desde el país trasandino responde a que Bolivia no está cumpliendo con los contratos vigentes que prevén un volumen de suministro de 19 millones de metros cúbicos diarios con destino a la Argentina, ya que en los primeros días de mayo apenas está llegando a 16 millones de metros cúbicos.

Las fuentes explicaron que a esto se suma que las terminales regasificadoras ubicadas en los puertos bonaerenses de Bahía Blanca y de Escobar, están al tope de su capacidad.

A partir de la necesidad energética que proyectó la cartera que conduce Juan José Aranguren para los próximos meses y ante el límite evidenciado por los proveedores habituales, "el país no tenía otra opción que salir a buscar gas a terceros proveedores", subrayaron las fuentes.

La primera opción analizada por el Gobierno contemplaba la programación realizada por Cammesa para la importación, para el trimestre de mayor consumo, de unos 900 mil metros cúbicos de gasoil, por un monto total de 319 millones de dólares.

La evaluación de la cartera energética determinó que el costo de esa importación programada por Cammesa, trasladado al equivalente en gas, y era equivalente a un valor de 10,4 dólares por millón de BTU.

En las negociaciones con las regasificadoras que operan a través de los puertos del centro y norte de Chile, el Ministerio de Energía "buscó abaratar los costos y reemplazar parte del gasoil por el gas que ingresa a la región por el Pacífico" y en ese marco se pactaron contratos a un precio de 7,2 dólares por MBTU y 6,9 dólares por MBTU, lo que refleja un ahorro de poco más de 3 dólares respecto a los 10,4 dólares por MBTU que significa la importación de gasoil, detallaron las fuentes.

De esta manera, el Gobierno decidió reemplazar con gas proveniente de Chile la compra de 400 mil metros cúbicos de gasoil -de los 900 mil que proyectaba importar Cammesa- con un ahorro equivalente a 46,3 millones de dólares.

Como referencia de lo que hoy está pagando el Gobierno por la compra de gas y lo que pagará en las dos nuevas operaciones con Chile, se destaca que el precio final puesto en frontera a través de la planta regasificadora de Escobar es de 6,8 dólares por MBTU, en tanto que por la terminal del puerto de Bahía Blanca es de 5,7 dólares por MBTU.

En estos dos casos la diferencia es bastante cercana a los 7,2 y 6,9 dólares por MBTU que se pagarán a las regasificadoras desde Chile, pero es mucho mayor respecto a los 3,1 dólares por MBTU del gas proveniente de Bolivia, cuyas autoridades energéticas estiman que recién en julio podrán incrementar sus envíos, aún por encima de lo comprometido en los contratos vigentes.

Los detalles en torno a la operación se conocen luego que el portal La Política On Line publicara hoy una nota en la que se sostiene que "la administración macrista cerró una compra de gas a Chile con un precio que resulta un 53% más caro que el GNL que llega por barcos y un 128% más elevado que lo abonado por las importaciones provenientes de Bolivia", al tiempo que sostiene que el contrato fija que cualquier tipo de controversia debe ser dirimida en los tribunales de Nueva York.

Respecto a esto último, fuentes gubernamentales confirmaron que "en el acuerdo con la regasificadora del Grupo GDF Suez una de las condiciones era suscribir la jurisdicción de los tribunales de Londres o Nueva York" y que esto fue aceptado porque "no daban los tiempos" para buscar otros proveedores.

En cuanto a la negociación con Enap, se acordó el eventual arbitraje en Buenos Aires utilizando como marco la Convención de Viena a la que suscribieron, oportunamente, los estados de Argentina y de Chile.

Desde la cartera energética también se aseguró que "el contrato no es secreto, aunque sí posee una cláusula de confidencialidad que se cae cuando las autoridades competentes lo requieran la información en ambos países o en caso de que cualquiera de los dos ministerios de energía se vieran en la necesidad de difundir la negociación".

En este sentido, la cláusula de confidencialidad se explica a partir de cuestiones comerciales ya que el Estado argentino estaba manteniendo dos negociaciones en simultáneo con dos operadores y particularidades contractuales.

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05 MAY 2016 - 19:15

La operación -cerrada por el Ministerio de Energía y Minería de la Nación con la regasificadora GDF-Suez y con la Empresa Nacional de Petróleo (Enap)- permitirá al Estado argentino el ahorro de 46,3 millones de dólares, ya que el gas importado de Chile permitirá reemplazar 400 mil metros cúbicos de gasoil previsto por Cammesa para los próximos meses, aseguraron fuentes gubernamentales.

La decisión de importar gas desde Chile a través de las plantas regasificadoras instaladas en las terminales de GNL Mejillones -en la Región de Antofagasta- y de Quintero -en la Región Metropolitana- ya había sido anticipada a fines de enero como parte de los acuerdos firmados en Buenos Aires por el ministro de Energía, Juan José Aranguren, y su par chileno Máximo Pacheco.

Las exportaciones del fluido llegarán al país a través del Gasoducto del Norte, en el cual opera GDF Suez, y el Gasoducto Andino que utilizará Enap, y se trata de los mismos por los cuales la Argentina exportó parte de su producción de gas al vecino país entre 1998 y 2004.

El total del gas que importará el país desde el 11 de mayo asciende a 350 millones de metros cúbicos durante los próximos tres meses, mediante un contrato con GDF Suez por 73,4 millones de dólares -a un valor de 7,2 dólares por MBTU-, y otro con Enap por 22 millones de dólares -a 6,9 dólares por MBTU.

La decisión de importar gas desde el país trasandino responde a que Bolivia no está cumpliendo con los contratos vigentes que prevén un volumen de suministro de 19 millones de metros cúbicos diarios con destino a la Argentina, ya que en los primeros días de mayo apenas está llegando a 16 millones de metros cúbicos.

Las fuentes explicaron que a esto se suma que las terminales regasificadoras ubicadas en los puertos bonaerenses de Bahía Blanca y de Escobar, están al tope de su capacidad.

A partir de la necesidad energética que proyectó la cartera que conduce Juan José Aranguren para los próximos meses y ante el límite evidenciado por los proveedores habituales, "el país no tenía otra opción que salir a buscar gas a terceros proveedores", subrayaron las fuentes.

La primera opción analizada por el Gobierno contemplaba la programación realizada por Cammesa para la importación, para el trimestre de mayor consumo, de unos 900 mil metros cúbicos de gasoil, por un monto total de 319 millones de dólares.

La evaluación de la cartera energética determinó que el costo de esa importación programada por Cammesa, trasladado al equivalente en gas, y era equivalente a un valor de 10,4 dólares por millón de BTU.

En las negociaciones con las regasificadoras que operan a través de los puertos del centro y norte de Chile, el Ministerio de Energía "buscó abaratar los costos y reemplazar parte del gasoil por el gas que ingresa a la región por el Pacífico" y en ese marco se pactaron contratos a un precio de 7,2 dólares por MBTU y 6,9 dólares por MBTU, lo que refleja un ahorro de poco más de 3 dólares respecto a los 10,4 dólares por MBTU que significa la importación de gasoil, detallaron las fuentes.

De esta manera, el Gobierno decidió reemplazar con gas proveniente de Chile la compra de 400 mil metros cúbicos de gasoil -de los 900 mil que proyectaba importar Cammesa- con un ahorro equivalente a 46,3 millones de dólares.

Como referencia de lo que hoy está pagando el Gobierno por la compra de gas y lo que pagará en las dos nuevas operaciones con Chile, se destaca que el precio final puesto en frontera a través de la planta regasificadora de Escobar es de 6,8 dólares por MBTU, en tanto que por la terminal del puerto de Bahía Blanca es de 5,7 dólares por MBTU.

En estos dos casos la diferencia es bastante cercana a los 7,2 y 6,9 dólares por MBTU que se pagarán a las regasificadoras desde Chile, pero es mucho mayor respecto a los 3,1 dólares por MBTU del gas proveniente de Bolivia, cuyas autoridades energéticas estiman que recién en julio podrán incrementar sus envíos, aún por encima de lo comprometido en los contratos vigentes.

Los detalles en torno a la operación se conocen luego que el portal La Política On Line publicara hoy una nota en la que se sostiene que "la administración macrista cerró una compra de gas a Chile con un precio que resulta un 53% más caro que el GNL que llega por barcos y un 128% más elevado que lo abonado por las importaciones provenientes de Bolivia", al tiempo que sostiene que el contrato fija que cualquier tipo de controversia debe ser dirimida en los tribunales de Nueva York.

Respecto a esto último, fuentes gubernamentales confirmaron que "en el acuerdo con la regasificadora del Grupo GDF Suez una de las condiciones era suscribir la jurisdicción de los tribunales de Londres o Nueva York" y que esto fue aceptado porque "no daban los tiempos" para buscar otros proveedores.

En cuanto a la negociación con Enap, se acordó el eventual arbitraje en Buenos Aires utilizando como marco la Convención de Viena a la que suscribieron, oportunamente, los estados de Argentina y de Chile.

Desde la cartera energética también se aseguró que "el contrato no es secreto, aunque sí posee una cláusula de confidencialidad que se cae cuando las autoridades competentes lo requieran la información en ambos países o en caso de que cualquiera de los dos ministerios de energía se vieran en la necesidad de difundir la negociación".

En este sentido, la cláusula de confidencialidad se explica a partir de cuestiones comerciales ya que el Estado argentino estaba manteniendo dos negociaciones en simultáneo con dos operadores y particularidades contractuales.


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