Firma brasileña compró bonos del parque eólico de Rawson

La empresa brasileña de cosméticos Natura adquirió 70.000 bonos del mercado voluntario de carbono correspondientes al Parque Eólico de Rawson, propiedad de la energética Genneia, lo que representó la mayor operación en su tipo entre compañías privadas en la historia argentina.

17 MAY 2016 - 19:42 | Actualizado

Esta transacción -cerrada en más de cuatro millones de pesos- permitirá a la firma del país vecino certificar una reducción de 70.000 toneladas de dióxido de carbono (CO2), y compensar de esta forma las emisiones de gases contaminantes concretadas al fabricar sus productos en Argentina en el período 2013-2016.

Los bonos de carbono son un incentivo que proveen las industrias que se exceden en la emisión de gases contaminantes, según lo establecido en el Protocolo de Kyoto. Están destinadas a proyectos que contribuyan a limitar el impacto de la actividad industrial y humana en la tierra, como pueden ser el desarrollo de complejos de energía eólica, emprendimientos de reforestación, de limpieza de ríos, mares y lagos, entre otras iniciativas.

Un bono de carbono o "verde" equivale a una tonelada de dioxido de carbono (CO2). El Protocolo de Kyoto contempla que si una fábrica no puede poner coto a la emisión de este gas, puede comprar estos títulos -cuyo valor son establecidos por un mercado- a modo de compensación por esa emisión.

Estas adquisiciones son compulsivas en Europa, ya que existe una legislación que contempla estas acciones. En América latina no es obligatorio, motivo por el cual acá hay un mercado voluntario, del cual Genneia es la única empresa argentina que está registrada y comercializa dichos títulos.

Esta es la primera vez que la cosmética brasileña invierte en este tipo de proyectos en la Argentina. Anteriormente, lo había hecho en 23 proyectos energéticos y forestales en la zona Panazónica de Brasil, como así también en Colombia y Perú.

Diego Leone, gerente general de Natura Argentina, sostuvo que “cuando comenzamos a evaluar proyectos locales para neutralizar nuestras emisiones en el país, el Parque Eólico Rawson, ubicado en la provincia de Chubut representó la mejor opción porque nos permitía no solo apoyar un sector clave para el desarrollo sustentable de Argentina, sino acompañar a Genneia en esta primera certificación que puede abrir un nuevo campo de inversiones”.

Dicho parque fue creado en 2012 por Genneia y opera con 77,4 megavatios, con una producción anual de 300 gigavatios, lo que provee de energía eléctrica a 100 mil hogares, aunque pretenden llevar su producción a 540 gigavatios en un año y medio para abastecer a los grandes consumidores.

La empresa también tiene en carpeta la construcción del Parque Eólico Madryn, que ya se encuentra adjudicado, que contará con una producción anual de alrededor de 1000 gigavatios, aseguraron desde la empresa.

Este es el primer tramo que tiene previsto la empresa argentina en el campo de los bonos de carbono, debido a que cuenta con “capacidad de incorporar al menos 180 mil nuevos certificados de reducción de emisiones por año”, deslizó el gerente general de la firma, Walter Lanosa.

No obstante, el directivo reconoció que en la actualidad “hay poca demanda de bonos (de carbono), pero en un futuro la energía renovable va a ser muy vendible”.

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17 MAY 2016 - 19:42

Esta transacción -cerrada en más de cuatro millones de pesos- permitirá a la firma del país vecino certificar una reducción de 70.000 toneladas de dióxido de carbono (CO2), y compensar de esta forma las emisiones de gases contaminantes concretadas al fabricar sus productos en Argentina en el período 2013-2016.

Los bonos de carbono son un incentivo que proveen las industrias que se exceden en la emisión de gases contaminantes, según lo establecido en el Protocolo de Kyoto. Están destinadas a proyectos que contribuyan a limitar el impacto de la actividad industrial y humana en la tierra, como pueden ser el desarrollo de complejos de energía eólica, emprendimientos de reforestación, de limpieza de ríos, mares y lagos, entre otras iniciativas.

Un bono de carbono o "verde" equivale a una tonelada de dioxido de carbono (CO2). El Protocolo de Kyoto contempla que si una fábrica no puede poner coto a la emisión de este gas, puede comprar estos títulos -cuyo valor son establecidos por un mercado- a modo de compensación por esa emisión.

Estas adquisiciones son compulsivas en Europa, ya que existe una legislación que contempla estas acciones. En América latina no es obligatorio, motivo por el cual acá hay un mercado voluntario, del cual Genneia es la única empresa argentina que está registrada y comercializa dichos títulos.

Esta es la primera vez que la cosmética brasileña invierte en este tipo de proyectos en la Argentina. Anteriormente, lo había hecho en 23 proyectos energéticos y forestales en la zona Panazónica de Brasil, como así también en Colombia y Perú.

Diego Leone, gerente general de Natura Argentina, sostuvo que “cuando comenzamos a evaluar proyectos locales para neutralizar nuestras emisiones en el país, el Parque Eólico Rawson, ubicado en la provincia de Chubut representó la mejor opción porque nos permitía no solo apoyar un sector clave para el desarrollo sustentable de Argentina, sino acompañar a Genneia en esta primera certificación que puede abrir un nuevo campo de inversiones”.

Dicho parque fue creado en 2012 por Genneia y opera con 77,4 megavatios, con una producción anual de 300 gigavatios, lo que provee de energía eléctrica a 100 mil hogares, aunque pretenden llevar su producción a 540 gigavatios en un año y medio para abastecer a los grandes consumidores.

La empresa también tiene en carpeta la construcción del Parque Eólico Madryn, que ya se encuentra adjudicado, que contará con una producción anual de alrededor de 1000 gigavatios, aseguraron desde la empresa.

Este es el primer tramo que tiene previsto la empresa argentina en el campo de los bonos de carbono, debido a que cuenta con “capacidad de incorporar al menos 180 mil nuevos certificados de reducción de emisiones por año”, deslizó el gerente general de la firma, Walter Lanosa.

No obstante, el directivo reconoció que en la actualidad “hay poca demanda de bonos (de carbono), pero en un futuro la energía renovable va a ser muy vendible”.


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