González Fraga sugiere bajar las tasas

El economista radical Javier González Fraga consideró hoy que el Banco Central debe "animarse a tasas de interés levemente negativas pronto y de manera mucho más categórica", en función de que la inflación "bajará a 1,5 por ciento mensual a partir de julio".

30 MAY 2016 - 12:54 | Actualizado

"Se viene una etapa difícil porque es una operación que exige mucho más arte que ciencia y el Gobierno va a correr riesgos: nerviosismo en el mercado cambiario y habrá que bancárselo", consideró Fraga sobre esa alternativa. 

El economista estimó que esa política "debería generar disposición a guardar efectivo en las cuentas corrientes y así poder defender el dólar generando una emisión no inflacionaria: ese es el secreto de los próximos 90 días y no dudo de que (Alfonso) Prat Gay y (Federico) Sturzenegger tengan la capacidad de manejarlo".

"La inflación real ya bajó pero no aparece en los índices, se va a manifestar en los índices a partir de julio", estimó González Fraga en una entrevista a radio Con Vos. 

El ex titular del Banco Central manifestó su expectativa por "la capacidad de hacer obra pública" del Gobierno, y señaló que "ya se han llamado a más de 500 licitaciones para obras de cloacas, agua y gas en el Gran Buenos Aires, que significará una inyección de dinero que combatirá la pobreza desde otro ángulo que no sea el del ingreso o del empleo, que llevan más tiempo".

En cambio, dijo tener "un poco de preocupación por la llegada de la inversión privada, porque el empresariado argentino se toma mucho más tiempo del que a uno le gustaría porque las inversiones estaban atadas a subsidios y proteccionismo; era cazar en un zoológico".

En otro orden, el economista agregó que "muchos tienen derecho a ser pesimistas y temer una apertura como los 90 y a mi me gustaría que el Gobierno fuera más claro al especificar su política industrial, pero soy optimista, sobre todo a partir del acuerdo con los holdouts, que abre una fuente financiamiento muy grande".

"No podemos seguir apostando a soluciones simples que son insostenibles en el tiempo, no estoy a favor de atrasar el tipo de
cambio para generar una burbuja de consumo y ganar elecciones, y me refiero también a los 90 y a Martínez de Hoz: es una enfermedad argentina de los últimos 50 años, no sigamos buscando atajos populistas", rechazó.

En ese sentido, añadió que "los populistas se sienten nerviosos porque les están diciendo que, en el fondo, no tenían una vocación cierta de mejorar la calidad de vida sino generar un triunfo electoral con una burbuja".

"Si para que el obrero argentino pueda viajar al exterior hay que poner un cepo cambiario, apreciar el tipo de cambio, fundir las economías regionales, atrasar las tarifas y generar déficit, eso es insostenible, como pasó en el populismo de los 90", criticó.
También señaló que la Argentina "tiene un nivel salarial con una productividad menor que países con los mismos haberes, porque el obrero tiene menos capital: se necesita un shock de inversión en las empresas para mejorar la productividad".

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30 MAY 2016 - 12:54

"Se viene una etapa difícil porque es una operación que exige mucho más arte que ciencia y el Gobierno va a correr riesgos: nerviosismo en el mercado cambiario y habrá que bancárselo", consideró Fraga sobre esa alternativa. 

El economista estimó que esa política "debería generar disposición a guardar efectivo en las cuentas corrientes y así poder defender el dólar generando una emisión no inflacionaria: ese es el secreto de los próximos 90 días y no dudo de que (Alfonso) Prat Gay y (Federico) Sturzenegger tengan la capacidad de manejarlo".

"La inflación real ya bajó pero no aparece en los índices, se va a manifestar en los índices a partir de julio", estimó González Fraga en una entrevista a radio Con Vos. 

El ex titular del Banco Central manifestó su expectativa por "la capacidad de hacer obra pública" del Gobierno, y señaló que "ya se han llamado a más de 500 licitaciones para obras de cloacas, agua y gas en el Gran Buenos Aires, que significará una inyección de dinero que combatirá la pobreza desde otro ángulo que no sea el del ingreso o del empleo, que llevan más tiempo".

En cambio, dijo tener "un poco de preocupación por la llegada de la inversión privada, porque el empresariado argentino se toma mucho más tiempo del que a uno le gustaría porque las inversiones estaban atadas a subsidios y proteccionismo; era cazar en un zoológico".

En otro orden, el economista agregó que "muchos tienen derecho a ser pesimistas y temer una apertura como los 90 y a mi me gustaría que el Gobierno fuera más claro al especificar su política industrial, pero soy optimista, sobre todo a partir del acuerdo con los holdouts, que abre una fuente financiamiento muy grande".

"No podemos seguir apostando a soluciones simples que son insostenibles en el tiempo, no estoy a favor de atrasar el tipo de
cambio para generar una burbuja de consumo y ganar elecciones, y me refiero también a los 90 y a Martínez de Hoz: es una enfermedad argentina de los últimos 50 años, no sigamos buscando atajos populistas", rechazó.

En ese sentido, añadió que "los populistas se sienten nerviosos porque les están diciendo que, en el fondo, no tenían una vocación cierta de mejorar la calidad de vida sino generar un triunfo electoral con una burbuja".

"Si para que el obrero argentino pueda viajar al exterior hay que poner un cepo cambiario, apreciar el tipo de cambio, fundir las economías regionales, atrasar las tarifas y generar déficit, eso es insostenible, como pasó en el populismo de los 90", criticó.
También señaló que la Argentina "tiene un nivel salarial con una productividad menor que países con los mismos haberes, porque el obrero tiene menos capital: se necesita un shock de inversión en las empresas para mejorar la productividad".


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