“Soy un preso político”

Facundo Jones Huala le dijo a FM Tiempo Esquel que es inocente y que su grupo no tiene armas. Está en prisión por ocupar tierras en Leleque.

En agosto se definirá la extradición de Jones Huala a Chile.
09 JUN 2016 - 22:18 | Actualizado

Facundo Jones Huala está preso en la Unidad 14 del Servicio Penitenciario Federal en Esquel, por disposición del juez federal Guido Otranto en una causa que lo involucra en Chile por la que se pide su extradición, y por los 60 días de prisión preventiva que le dictó la justicia provincial, en la investigación por usurpación y abigeato agravado en zona de Leleque.

Tiene 28 años. Desde la Penitenciaría habló con FM Tiempo Esquel 102.1 Mhz. Dijo que siente la moral alta. “Más allá de que es negativo estar encerrado, tengo mi dignidad bien alta, con la convicción por la lucha, algo que no se puede voltear ni encarcelar”.

“Puedo transformar mi prisión en una tribuna para denunciar atropellos, y socializar una propuesta por la que el Estado me tiene encerrado”.

Dijo ser un “revolucionario” que integra la “resistencia mapuche” del Departamento Cushamen: “Soy un lonco, una autoridad”. Estas comunidades integran el Movimiento Mapuche Autónomo “Puel Mapu”, que aglutina a organizaciones mapuches que se proclaman autónomas y luchan por la liberación nacional mapuche.

Jones Huala advirtió que es miembro de un sector que según él fue demonizado, criminalizado y perseguido: la Resistencia Ancestral Mapuche (RAM), que plantea una confrontación directa con el capitalismo. “Realizó sabotajes y acompañó los procesos de recuperación de tierras de las comunidades. Esta organización está conformada por guerreros”.

Dijo que no hay maltrato en la U-14, ya que es un penal cómodo. Pero recalcó situaciones que vulneran la dignidad, como que “la cárcel está llena de cucarachas”. Está alojado en el Pabellón Nº 5 y tiene buena relación con los otros internos.

No sabe de dónde llega la orden pero no comparte el patio con los presos comunes. Le asignaron un espacio más chico para el recreo. Hay un rumor de que lo trasladarían a una Unidad de más seguridad. “Tengo buena conducta pero hay una preocupación política de fondo que genera esos rumores”, dijo. Contó que debió luchar para que le permitan ejercer algunos de sus derechos, como las rogativas. Pasa sus días leyendo y participando de talleres que da el penal. Cuando puede habla con su familia y recibe visitas.

Jones Huala se definó como “un preso político”, situación que lo lleva a profundizar en la Unidad 14 sobre una conciencia más humana y de clases, que “nos pueda emancipar como seres humanos”.

El lonco de la comunidad mapuche del Departamento Cushamen remarcó que “no puedo aceptar nada que venga del Estado opresor”, cuando se le preguntó si se hace cargo de los hechos que le imputan en la zona de Vuelta del Río en Leleque. “Los que infringen normas ancestrales y milenarias son ellos, que nos ocuparon territorio por la fuerza militar o un genocidio, y nos impusieron sus leyes”, siguió. Jones Huala sugirió que si hay un accidente de tránsito a 500 metros de la recuperación en Leleque, “van a querer culparme igual porque hay una intencionalidad política”.

El joven explicó que no usurpan sino recuperan tierras que les fueron quitadas a la fuerza. Negó que estén armados en el lugar y sí “armados de dignidad, de piedras”. Pero no negó que pueda haber armas en las comunidades mapuches, como las hay en cualquier zona ganadera, incluso para cazar liebres. Desafió que si allanan encontrarán armas, pero rifles y escopetas para cazar, sin rechazar que también cuentan con armas de más calibre para protegerse del león, el jabalí y el zorro, animales de los que no podrían defenderse con piedras.

Jones Huala indicó que se defienden del Estado, pero con piedras, palos y la palabra. “No obstante apoyo cualquier forma de defensa que decidan las comunidades, porque es histórico el avasallamiento”, declaró. Conoce peñís que están en la clandestinidad, que fueron torturados y andan con balas en el cuerpo por ataques de la policía y para-policiales.

Puntualizó que el pueblo mapuche agotó las instancias de reclamo a nivel nacional y provincial. Pero los avasallan cada vez más. “Las comunidades tienen que defenderse con lo primero que encuentren, sea legal o ilegal, que no deja de ser legítimo”.

Acerca del incendio hace dos años de un camión en ruta 40 y cruce con el camino viejo que va a El Maitén, y si se lo adjudica su organización, Jones Huala señaló que no estaba en el lugar, pero reconoció: “Si la organización se hizo cargo, tengo que aceptarlo. Justifico todo lo que haga mi gente, si tienen argumentos”. Pero indicó que “es mentira” la quema de bosque nativo que le endilgan. A su entender, esos siniestros surgieron del ámbito político y empresario vinculados al mercado inmobiliario. Sí admitió que “la organización se adjudicó la quema de pinos de la multinacional Benetton, situación que sucedió al igual que con el atentado al Consulado en Bariloche, cuando yo estaba detenido en Chile. Pero también me culparon”.

Explicó Jones Huala que su comunidad, la RAM, no se dedica a ataques urbanos sino que promueven acciones de resistencia y sabotaje al capitalismo en las zonas rurales, donde se manifiestan las diferencias de multinacionales y terratenientes contra las comunidades mapuches. “Nuestra resistencia tiene objetivos bien definidos. Se nos prepara para no lastimar a la gente; del otro lado no hay heridos a balazos, y de este lado sí”.

En FM Tiempo narró cómo fue el momento de su detención en Leleque la mañana del viernes 27 de mayo por parte del Grupo Especial de Operaciones Policiales y la Infantería. “Rompieron el lugar donde dormía; me entregué sin resistencia, les dije `Acá estoy´ y me arrastraron en medias hasta la ruta atado con precintos”. Cuando era más joven “me pegaban más, ahora me agredieron bastante. Seguramente porque el caso fue muy mediático no me pegaron más, pero me tenían ganas; así me lo dijeron en el viaje hacia Esquel”.

Sobre si teme su extradición a Chile, donde se lo acusa de un incendio de una estancia, Jones Huala advirtió: “No tengo miedo a nada; no le temo ni a la muerte ni a las cárceles ya que nos preparamos para esto desde chicos porque vivimos la violencia históricamente, y conocí las celdas y la represión desde muy niño. En la escuela me trataban como un indio de mierda”. Sostuvo que en el país trasandino hay mucha gente presa, de su comunidad y hasta periodistas.

Desestimó que hayan atacado a los trabajadores de la Compañía de Tierras del Sud Argentino en Leleque. Por el contrario “nosotros hemos sido atacados y muchos de esos operarios son parientes nuestros, tíos, primos”.

Denunció que esa gente vive en condiciones insalubres y es maltratada por Benetton, además de no estar sindicalizados y cobrar entre 4 y 5 mil pesos mensuales, y dándoles carne podrida, situación que - recalcó- no se denuncia. “Hay una gran mentira de Ronald Mac Donald y la gente que vive a costa de nuestro sufrimiento”. Negó que su comunidad bloquee las vías de La Trochita y pidió preguntarle a la Compañía por qué lo hace.

Se consideró un perseguido desde hace muchos años. Esgrimió que la resistencia en Chile, donde le imputan el incendio de una estancia en Pisu Pisué de la Comuna Río Bueno, era para impedir el avance de hidroeléctricas en la construcción de represas en un lugar sagrado. Terminó la charla con FM Tiempo deseando fuerzas para la comunidad mapuche.

Enterate de las noticias de POLITICA a través de nuestro newsletter

Anotate para recibir las noticias más importantes de esta sección.

Te podés dar de baja en cualquier momento con un solo clic.
En agosto se definirá la extradición de Jones Huala a Chile.
09 JUN 2016 - 22:18

Facundo Jones Huala está preso en la Unidad 14 del Servicio Penitenciario Federal en Esquel, por disposición del juez federal Guido Otranto en una causa que lo involucra en Chile por la que se pide su extradición, y por los 60 días de prisión preventiva que le dictó la justicia provincial, en la investigación por usurpación y abigeato agravado en zona de Leleque.

Tiene 28 años. Desde la Penitenciaría habló con FM Tiempo Esquel 102.1 Mhz. Dijo que siente la moral alta. “Más allá de que es negativo estar encerrado, tengo mi dignidad bien alta, con la convicción por la lucha, algo que no se puede voltear ni encarcelar”.

“Puedo transformar mi prisión en una tribuna para denunciar atropellos, y socializar una propuesta por la que el Estado me tiene encerrado”.

Dijo ser un “revolucionario” que integra la “resistencia mapuche” del Departamento Cushamen: “Soy un lonco, una autoridad”. Estas comunidades integran el Movimiento Mapuche Autónomo “Puel Mapu”, que aglutina a organizaciones mapuches que se proclaman autónomas y luchan por la liberación nacional mapuche.

Jones Huala advirtió que es miembro de un sector que según él fue demonizado, criminalizado y perseguido: la Resistencia Ancestral Mapuche (RAM), que plantea una confrontación directa con el capitalismo. “Realizó sabotajes y acompañó los procesos de recuperación de tierras de las comunidades. Esta organización está conformada por guerreros”.

Dijo que no hay maltrato en la U-14, ya que es un penal cómodo. Pero recalcó situaciones que vulneran la dignidad, como que “la cárcel está llena de cucarachas”. Está alojado en el Pabellón Nº 5 y tiene buena relación con los otros internos.

No sabe de dónde llega la orden pero no comparte el patio con los presos comunes. Le asignaron un espacio más chico para el recreo. Hay un rumor de que lo trasladarían a una Unidad de más seguridad. “Tengo buena conducta pero hay una preocupación política de fondo que genera esos rumores”, dijo. Contó que debió luchar para que le permitan ejercer algunos de sus derechos, como las rogativas. Pasa sus días leyendo y participando de talleres que da el penal. Cuando puede habla con su familia y recibe visitas.

Jones Huala se definó como “un preso político”, situación que lo lleva a profundizar en la Unidad 14 sobre una conciencia más humana y de clases, que “nos pueda emancipar como seres humanos”.

El lonco de la comunidad mapuche del Departamento Cushamen remarcó que “no puedo aceptar nada que venga del Estado opresor”, cuando se le preguntó si se hace cargo de los hechos que le imputan en la zona de Vuelta del Río en Leleque. “Los que infringen normas ancestrales y milenarias son ellos, que nos ocuparon territorio por la fuerza militar o un genocidio, y nos impusieron sus leyes”, siguió. Jones Huala sugirió que si hay un accidente de tránsito a 500 metros de la recuperación en Leleque, “van a querer culparme igual porque hay una intencionalidad política”.

El joven explicó que no usurpan sino recuperan tierras que les fueron quitadas a la fuerza. Negó que estén armados en el lugar y sí “armados de dignidad, de piedras”. Pero no negó que pueda haber armas en las comunidades mapuches, como las hay en cualquier zona ganadera, incluso para cazar liebres. Desafió que si allanan encontrarán armas, pero rifles y escopetas para cazar, sin rechazar que también cuentan con armas de más calibre para protegerse del león, el jabalí y el zorro, animales de los que no podrían defenderse con piedras.

Jones Huala indicó que se defienden del Estado, pero con piedras, palos y la palabra. “No obstante apoyo cualquier forma de defensa que decidan las comunidades, porque es histórico el avasallamiento”, declaró. Conoce peñís que están en la clandestinidad, que fueron torturados y andan con balas en el cuerpo por ataques de la policía y para-policiales.

Puntualizó que el pueblo mapuche agotó las instancias de reclamo a nivel nacional y provincial. Pero los avasallan cada vez más. “Las comunidades tienen que defenderse con lo primero que encuentren, sea legal o ilegal, que no deja de ser legítimo”.

Acerca del incendio hace dos años de un camión en ruta 40 y cruce con el camino viejo que va a El Maitén, y si se lo adjudica su organización, Jones Huala señaló que no estaba en el lugar, pero reconoció: “Si la organización se hizo cargo, tengo que aceptarlo. Justifico todo lo que haga mi gente, si tienen argumentos”. Pero indicó que “es mentira” la quema de bosque nativo que le endilgan. A su entender, esos siniestros surgieron del ámbito político y empresario vinculados al mercado inmobiliario. Sí admitió que “la organización se adjudicó la quema de pinos de la multinacional Benetton, situación que sucedió al igual que con el atentado al Consulado en Bariloche, cuando yo estaba detenido en Chile. Pero también me culparon”.

Explicó Jones Huala que su comunidad, la RAM, no se dedica a ataques urbanos sino que promueven acciones de resistencia y sabotaje al capitalismo en las zonas rurales, donde se manifiestan las diferencias de multinacionales y terratenientes contra las comunidades mapuches. “Nuestra resistencia tiene objetivos bien definidos. Se nos prepara para no lastimar a la gente; del otro lado no hay heridos a balazos, y de este lado sí”.

En FM Tiempo narró cómo fue el momento de su detención en Leleque la mañana del viernes 27 de mayo por parte del Grupo Especial de Operaciones Policiales y la Infantería. “Rompieron el lugar donde dormía; me entregué sin resistencia, les dije `Acá estoy´ y me arrastraron en medias hasta la ruta atado con precintos”. Cuando era más joven “me pegaban más, ahora me agredieron bastante. Seguramente porque el caso fue muy mediático no me pegaron más, pero me tenían ganas; así me lo dijeron en el viaje hacia Esquel”.

Sobre si teme su extradición a Chile, donde se lo acusa de un incendio de una estancia, Jones Huala advirtió: “No tengo miedo a nada; no le temo ni a la muerte ni a las cárceles ya que nos preparamos para esto desde chicos porque vivimos la violencia históricamente, y conocí las celdas y la represión desde muy niño. En la escuela me trataban como un indio de mierda”. Sostuvo que en el país trasandino hay mucha gente presa, de su comunidad y hasta periodistas.

Desestimó que hayan atacado a los trabajadores de la Compañía de Tierras del Sud Argentino en Leleque. Por el contrario “nosotros hemos sido atacados y muchos de esos operarios son parientes nuestros, tíos, primos”.

Denunció que esa gente vive en condiciones insalubres y es maltratada por Benetton, además de no estar sindicalizados y cobrar entre 4 y 5 mil pesos mensuales, y dándoles carne podrida, situación que - recalcó- no se denuncia. “Hay una gran mentira de Ronald Mac Donald y la gente que vive a costa de nuestro sufrimiento”. Negó que su comunidad bloquee las vías de La Trochita y pidió preguntarle a la Compañía por qué lo hace.

Se consideró un perseguido desde hace muchos años. Esgrimió que la resistencia en Chile, donde le imputan el incendio de una estancia en Pisu Pisué de la Comuna Río Bueno, era para impedir el avance de hidroeléctricas en la construcción de represas en un lugar sagrado. Terminó la charla con FM Tiempo deseando fuerzas para la comunidad mapuche.


NOTICIAS RELACIONADAS