Zazpirak Bat

Historias Mínimas, por Ismael Tebes.

11 JUN 2016 - 20:26 | Actualizado

Rugbiers eran los de antes. Apenas un triángulo de tierra vírgen, cerca del mar bastó para montar una hache y “jugar” a entrenar un par de veces por semana. Ni entrenadores, ni libros, sólo voluntad. Donde hoy se erige el imponente edificio de Petrominera; PAE y el Socios Fundadores hace largas décadas, se sentaban las bases de uno de los equipos-clubes fundadores de la Unión Austral. Zazpirak Bat, equivalía en la lengua del país vasco a una especie de “Siete para uno”, slogan que resumía el espíritu colectivo del deporte y la histórica lucha por los “siete territorios” independientes.

Aquel rugby “romántico” reunía en una cancha a cuarentones en retirada y jóvenes con cierta habilidad innata. Todos con la misma camiseta y unidos yendo hacia adelante sin demasiada estrategia. Miguel Garate –pionero total- y Angel Echevarría sembraron la semilla aunque bastaba con “entender” el juego; cumplir el rol que se asignaba y sobre todo, demostrar la actitud suficiente para tacklear en pisos temerarios siguiendo algunos consejos dados por Palmiro Feeney no por casualidad en Playa 99. La tierra dura, áspera y el rigor del clima eran parte del menú. Y quien sorteara esa prueba estaba listo para lo demás.

El azul y amarillo distribuído en rayas horizontales identificaba a aquel equipo que intentaba fortalecerse con la voluntad de un piberío que empezaba a descubrir lo básico de un reglamento elemental. Los sábados solían jugar las divisiones Cuarta y Quinta y el domingo se reservaba a la Primera, donde mayoritariamente los juveniles solían consumir minutos y “debutar” obligados por la circunstancias. El rugby de entonces pasaba apenas por Calafate, Jóckey Club y Universitario. Se utilizaba una sola cancha para los partidos oficiales, la del Liceo Militar “General Roca” pero en su variante primaria ubicada en la esquina de Portugal y Ramírez.

Uno de los forwards era Isidro Vega Palacios, una especie de “Jorge Newbery” en versión española que practicó múltiples disciplinas y se dedicó por años al periodismo deportivo. Se lo recuerda ya entrado en años y con un casco blanco con el que se distinguía en las formaciones. Guillermo Huiche, Roberto Urrez, Gerardo Soetbeer; Osvaldo Ardura, los hermanos Manuel y Pedro Pacho, José “Panadero” Ariet; Luis y Carlos Ordeig, “Jije” Chaparro, Larraín, Flavio Zapata y Raúl Ansín defendieron el “Zazpira”. También se recuerda el paso de Miguel Rullier, “Pepe” Goy, Julio Valle, Gerardo Couto; Iñaki Echevarría, Osvaldo Pecellis; Jorge Domínguez; Edgar Martínez; Luis y Jorge Reynoso y los hermanos Ricardo –hoy fuerte hombre de la Justicia- y Eduardo Napolitani. Y otras curiosidades: la presencia en las primeras formaciones de “Juanito” Sánchez, un reconocido boxeador amateur y “Lito” González, un comodorense que años después se hiciera conocido como actor en telenovelas de la época.

Zazpirak Bat se creó el 15 de noviembre del ’67 y su corta existencia –apenas cuatro años- dejó un título compartido con Calafate en el Oficial del ’71; viajes a Trelew para jugar con Tehuelches (equipo, no Selección); jóvenes que se hicieron abuelos y miles de anécdotas. Su aporte breve, intenso fue valioso en los años fundacionales de la guinda y también para la conformación de grupos que tras su disolución dieron paso a la creación de otros clubes como Chenque y Gimnasia y Esgrima, hoy Comodoro RC.

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11 JUN 2016 - 20:26

Rugbiers eran los de antes. Apenas un triángulo de tierra vírgen, cerca del mar bastó para montar una hache y “jugar” a entrenar un par de veces por semana. Ni entrenadores, ni libros, sólo voluntad. Donde hoy se erige el imponente edificio de Petrominera; PAE y el Socios Fundadores hace largas décadas, se sentaban las bases de uno de los equipos-clubes fundadores de la Unión Austral. Zazpirak Bat, equivalía en la lengua del país vasco a una especie de “Siete para uno”, slogan que resumía el espíritu colectivo del deporte y la histórica lucha por los “siete territorios” independientes.

Aquel rugby “romántico” reunía en una cancha a cuarentones en retirada y jóvenes con cierta habilidad innata. Todos con la misma camiseta y unidos yendo hacia adelante sin demasiada estrategia. Miguel Garate –pionero total- y Angel Echevarría sembraron la semilla aunque bastaba con “entender” el juego; cumplir el rol que se asignaba y sobre todo, demostrar la actitud suficiente para tacklear en pisos temerarios siguiendo algunos consejos dados por Palmiro Feeney no por casualidad en Playa 99. La tierra dura, áspera y el rigor del clima eran parte del menú. Y quien sorteara esa prueba estaba listo para lo demás.

El azul y amarillo distribuído en rayas horizontales identificaba a aquel equipo que intentaba fortalecerse con la voluntad de un piberío que empezaba a descubrir lo básico de un reglamento elemental. Los sábados solían jugar las divisiones Cuarta y Quinta y el domingo se reservaba a la Primera, donde mayoritariamente los juveniles solían consumir minutos y “debutar” obligados por la circunstancias. El rugby de entonces pasaba apenas por Calafate, Jóckey Club y Universitario. Se utilizaba una sola cancha para los partidos oficiales, la del Liceo Militar “General Roca” pero en su variante primaria ubicada en la esquina de Portugal y Ramírez.

Uno de los forwards era Isidro Vega Palacios, una especie de “Jorge Newbery” en versión española que practicó múltiples disciplinas y se dedicó por años al periodismo deportivo. Se lo recuerda ya entrado en años y con un casco blanco con el que se distinguía en las formaciones. Guillermo Huiche, Roberto Urrez, Gerardo Soetbeer; Osvaldo Ardura, los hermanos Manuel y Pedro Pacho, José “Panadero” Ariet; Luis y Carlos Ordeig, “Jije” Chaparro, Larraín, Flavio Zapata y Raúl Ansín defendieron el “Zazpira”. También se recuerda el paso de Miguel Rullier, “Pepe” Goy, Julio Valle, Gerardo Couto; Iñaki Echevarría, Osvaldo Pecellis; Jorge Domínguez; Edgar Martínez; Luis y Jorge Reynoso y los hermanos Ricardo –hoy fuerte hombre de la Justicia- y Eduardo Napolitani. Y otras curiosidades: la presencia en las primeras formaciones de “Juanito” Sánchez, un reconocido boxeador amateur y “Lito” González, un comodorense que años después se hiciera conocido como actor en telenovelas de la época.

Zazpirak Bat se creó el 15 de noviembre del ’67 y su corta existencia –apenas cuatro años- dejó un título compartido con Calafate en el Oficial del ’71; viajes a Trelew para jugar con Tehuelches (equipo, no Selección); jóvenes que se hicieron abuelos y miles de anécdotas. Su aporte breve, intenso fue valioso en los años fundacionales de la guinda y también para la conformación de grupos que tras su disolución dieron paso a la creación de otros clubes como Chenque y Gimnasia y Esgrima, hoy Comodoro RC.


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