Un joven de 16 años fue hallado ayer a la madrugada muerto junto a una casilla incendiada. El hecho ocurrió en la zona del asentamiento Moreira 4, en las inmediaciones de las calles Gales y Cholila. El hallazgo se produjo en momentos que los bomberos voluntarios de Trelew arribaron al lugar para extinguir un incendio que consumía una humilde vivienda. A pocos metros, estaba el cadáver del adolescente. A simple vista presentaba una profunda herida en el cuello.
Al referirse al hecho, el jefe de la Seccional Tercera, Carlos Quisle, sostuvo que “es un hecho confuso que estamos investigando intensamente”. La Brigada de Investigaciones también se ocupó de recolectar datos en el lugar. Sin embargo, el caso está lejos por el momento de conseguir un sospechoso. Ocurrió en una zona de asentamientos, donde es complejo conseguir testigos. La penumbra impera durante la noche a falta de un alumbrado adecuado y la densidad poblacional es alta.
En diálogo con Jornada, el jefe del cuartel de bomberos de Trelew, Cristian Otero, detalló que llegaron al sitio alrededor de las doce y media de la noche, por un llamado que daba cuenta de un incendio. Pero una vez en el sitio “se dividió en dos la dotación. Un grupo se dedicó a extinguir el fuego y otro a asistir al menor”. Consultado sobre si el joven estaba aún con vida, explicó que tenía signos vitales pero con heridas muy comprometidas. Del cuello salía cuantiosa sangre y “debido a ello hicimos maniobras de reanimación y tratamos de frenar el sangrado. Inmediatamente pedimos refuerzos al cuartel y a personal del hospital”. Pese a los esfuerzos de los paramédicos, cuando el joven fue trasladado en ambulancia al hospital, éste arribó ya sin vida al nosocomio.
El menor había estado unos cuantos minutos agonizando a pocos metros de la choza incendiada. Según las sospechas de Bomberos, el foco fue intencional. Había un enorme revuelo y peleas en derredor.
La escalada de violencia preocupa.
Un joven de 16 años fue hallado ayer a la madrugada muerto junto a una casilla incendiada. El hecho ocurrió en la zona del asentamiento Moreira 4, en las inmediaciones de las calles Gales y Cholila. El hallazgo se produjo en momentos que los bomberos voluntarios de Trelew arribaron al lugar para extinguir un incendio que consumía una humilde vivienda. A pocos metros, estaba el cadáver del adolescente. A simple vista presentaba una profunda herida en el cuello.
Al referirse al hecho, el jefe de la Seccional Tercera, Carlos Quisle, sostuvo que “es un hecho confuso que estamos investigando intensamente”. La Brigada de Investigaciones también se ocupó de recolectar datos en el lugar. Sin embargo, el caso está lejos por el momento de conseguir un sospechoso. Ocurrió en una zona de asentamientos, donde es complejo conseguir testigos. La penumbra impera durante la noche a falta de un alumbrado adecuado y la densidad poblacional es alta.
En diálogo con Jornada, el jefe del cuartel de bomberos de Trelew, Cristian Otero, detalló que llegaron al sitio alrededor de las doce y media de la noche, por un llamado que daba cuenta de un incendio. Pero una vez en el sitio “se dividió en dos la dotación. Un grupo se dedicó a extinguir el fuego y otro a asistir al menor”. Consultado sobre si el joven estaba aún con vida, explicó que tenía signos vitales pero con heridas muy comprometidas. Del cuello salía cuantiosa sangre y “debido a ello hicimos maniobras de reanimación y tratamos de frenar el sangrado. Inmediatamente pedimos refuerzos al cuartel y a personal del hospital”. Pese a los esfuerzos de los paramédicos, cuando el joven fue trasladado en ambulancia al hospital, éste arribó ya sin vida al nosocomio.
El menor había estado unos cuantos minutos agonizando a pocos metros de la choza incendiada. Según las sospechas de Bomberos, el foco fue intencional. Había un enorme revuelo y peleas en derredor.
La escalada de violencia preocupa.