Una cámara empresarial defiende las importaciones
Es la Asociación Argentina de Empresas de Juguetes y Afines (AADEJA). Aseguran que “los juguetes chinos mejoran su calidad y vuelven a competir en el mercado local”.
Una cámara empresarial del rubro del juguete informó sobre las bondades de esos productos asiáticos y consideran que es favorable contar en el comercio con estos productos.AADEJA asegura que se ha puesto fin al mito de que los juguetes de origen chino son de mala calidad.
“China se convirtió en el mayor centro de fabricación de juguetes del mundo y, contra lo que se piensa, no todos sus juguetes son chatarra. Con la apertura de las importaciones, hoy llegan al país gran cantidad de productos fabricados en ese país que están debidamente autorizados, regulados y certificados y que nutren las góndolas de las jugueterías de una mayor variedad” asegura un artículo que cita a dicha cámara.
Según ese artículo “tradicionalmente, las ventas en el mercado argentino estuvieron divididas entre un 40% de productos locales y un 60% importados. En la actualidad, esa proporción es similar, y del 60 % importado casi el 90 % es de origen oriental”, al tiempo que plantea que “el sector nucleado en AADEJA no le teme a la competencia y a la apertura de las importaciones, sí está preocupado por la “priorización” a la hora de otorgar las licencias”.
La preocupación del sector es que consideran “que las Empresas Jugueteras Puras (que administran solo juguetes o hacen del juguete su actividad principal) deben tener más autorizaciones que el resto de los importadores que no comercializan juguetes como principal producto” y en ese sentido indican que durante el último gobierno, los primeros diez importadores de juguetes fueron cinco supermercados, una empresa de comidas rápidas, una gran tienda, una empresa de golosinas y dos empresas jugueteras puras.
También sostienen que “la industria local está aún en desarrollo y no puede soportar la demanda tanto en términos de cantidad como de originalidad. Esto se debe, entre otros factores, a que no existen inversiones reales y suficientes en investigación y desarrollo, y equipamiento de última generación”.
En ese marco, “desde la Asociación Argentina de Empresas de Juguetes y Afines (AADEJA) consideran que es favorable contar en el comercio con estos productos ya que permiten al juguetero ofrecer al público una mayor variedad: cuanto más surtido tenga en su local, mayores son las chances de generar ventas”.
La asociación, conformada en 2001, recomienda “enfáticamente que se compre en los comercios y cadenas comerciales exclusivas o casi exclusivas, donde existen garantías casi absolutas de encontrar juguetes de origen legal y debidamente certificados: es decir, jamás comprar a manteros o vendedores ambulantes o en zonas donde el ingreso al país sea al menos dudoso, comercios porque se desconoce la procedencia del producto” sostiene Carlos Restaino, Director Ejecutivo de la entidad.
En el último párrafo del comunicado, se indica que “en un mercado donde el producto importado es el de mayor dinámica, el más requerido, el que más se comercializa, y el mas preferido por los consumidores (niños), que son conquistados por la oferta de las grandes marcas a nivel mundial (que realizan importantes inversiones en marketing y publicidad, sensiblemente superiores a las que pueden invertir las empresas locales), la posibilidad de importar productos es fundamental y sobre todo, los chinos, quienes fabrican no sólo juguetes propios sino que desarrollan las principales licencias de los personajes para todo el mundo”.
Una cámara empresarial del rubro del juguete informó sobre las bondades de esos productos asiáticos y consideran que es favorable contar en el comercio con estos productos.AADEJA asegura que se ha puesto fin al mito de que los juguetes de origen chino son de mala calidad.
“China se convirtió en el mayor centro de fabricación de juguetes del mundo y, contra lo que se piensa, no todos sus juguetes son chatarra. Con la apertura de las importaciones, hoy llegan al país gran cantidad de productos fabricados en ese país que están debidamente autorizados, regulados y certificados y que nutren las góndolas de las jugueterías de una mayor variedad” asegura un artículo que cita a dicha cámara.
Según ese artículo “tradicionalmente, las ventas en el mercado argentino estuvieron divididas entre un 40% de productos locales y un 60% importados. En la actualidad, esa proporción es similar, y del 60 % importado casi el 90 % es de origen oriental”, al tiempo que plantea que “el sector nucleado en AADEJA no le teme a la competencia y a la apertura de las importaciones, sí está preocupado por la “priorización” a la hora de otorgar las licencias”.
La preocupación del sector es que consideran “que las Empresas Jugueteras Puras (que administran solo juguetes o hacen del juguete su actividad principal) deben tener más autorizaciones que el resto de los importadores que no comercializan juguetes como principal producto” y en ese sentido indican que durante el último gobierno, los primeros diez importadores de juguetes fueron cinco supermercados, una empresa de comidas rápidas, una gran tienda, una empresa de golosinas y dos empresas jugueteras puras.
También sostienen que “la industria local está aún en desarrollo y no puede soportar la demanda tanto en términos de cantidad como de originalidad. Esto se debe, entre otros factores, a que no existen inversiones reales y suficientes en investigación y desarrollo, y equipamiento de última generación”.
En ese marco, “desde la Asociación Argentina de Empresas de Juguetes y Afines (AADEJA) consideran que es favorable contar en el comercio con estos productos ya que permiten al juguetero ofrecer al público una mayor variedad: cuanto más surtido tenga en su local, mayores son las chances de generar ventas”.
La asociación, conformada en 2001, recomienda “enfáticamente que se compre en los comercios y cadenas comerciales exclusivas o casi exclusivas, donde existen garantías casi absolutas de encontrar juguetes de origen legal y debidamente certificados: es decir, jamás comprar a manteros o vendedores ambulantes o en zonas donde el ingreso al país sea al menos dudoso, comercios porque se desconoce la procedencia del producto” sostiene Carlos Restaino, Director Ejecutivo de la entidad.
En el último párrafo del comunicado, se indica que “en un mercado donde el producto importado es el de mayor dinámica, el más requerido, el que más se comercializa, y el mas preferido por los consumidores (niños), que son conquistados por la oferta de las grandes marcas a nivel mundial (que realizan importantes inversiones en marketing y publicidad, sensiblemente superiores a las que pueden invertir las empresas locales), la posibilidad de importar productos es fundamental y sobre todo, los chinos, quienes fabrican no sólo juguetes propios sino que desarrollan las principales licencias de los personajes para todo el mundo”.