¿Software trucho o legal?

Opinión: tecnología para todos, Esteban Abel.

22 JUL 2016 - 21:28 | Actualizado 30 SEP 2022 - 14:19

Los parches, los cracks, los keygen y otros tantos artilugios son parte del mundo del software trucho. Copias de copias que necesitan ser activadas eludiendo los protocolos de seguridad que fueron creados precisamente para evitarlas.

Pero como siempre, lo barato sale caro. Eludir el pago de una licencia original conlleva, además de la violación de los derechos de la propiedad intelectual, un enorme riesgo para los equipos y los datos. La mayoría de los parches vienen contaminados con troyanos (software malvado escondido) que terminan perjudicando el funcionamiento del ordenador. Por otro lado, la mayoría de los sitios de internet que alojan los instaladores de los programas plagiados, suelen estar plagados de ventanas emergentes llenas de publicidad engañosa que terminan en lo mismo: troyanos y malware que destruyen el rendimiento de las computadoras.

Tal vez la primera noticia que recibimos a este respecto, fue la estrellita azul de Windows, que nos indicó que estábamos usando una versión ilegal del sistema operativo.

¿Cómo pudo pasar si la computadora fue comprada en blanco y a un vendedor de confianza?

La mayoría de los armadores de pc no tienen convenio con los principales fabricantes de software. Si el comprador no paga por las licencias originales, es práctica habitual instalar versiones truchas del sistema operativo y de los programas más usados. De no ser así, al encenderlas aparecería la leyenda “Disk boot failure - Insert system disk and press Enter” (El disco de arranque está dañado – inserte el disco del sistema y presione enter). Algo así como “Su auto no tiene motor, instale uno y luego dele arranque”.

Una licencia de Windows 10 cuesta $ 1.400 en su versión “Home” y unos $ 2.400 en su versión “Pro”. El office unos $ 2.200 y el antivirus otros $ 750. Es decir que tendremos que invertir entre un 20 y un 40 % más, sobre el valor del ordenador, para tener solo las herramientas básicas. Es probable que en nuestra oficina poseamos más de una computadora por lo que ese importe habrá que multiplicarlo por la cantidad total.

Si bien estos son valores reales, existen alternativas más económicas que nos van a permitir estar tranquilos y con las mismas prestaciones. La clave está en pensar un poco más antes de invertir.

Por empezar al comparar el precio de una computadora de marca con una armada, para ser equitativos, debemos incluir los valores de las licencias, probablemente nos demos cuenta que en la mayoría de los casos conviene comprar una de marca. Tienen incluido en el precio, además de las licencias originales, soporte técnico en línea y la posibilidad de volverlas a su configuración de fábrica sin grandes conocimientos.

Por otro lado, hoy es más económico pagar un abono mensual que comprar licencias completas. Por ejemplo, en el caso de Office, como dijimos, la licencia completa cuesta $ 2.200 mientras que el abono mensual sale solo $ 100. Esto incluye la posibilidad de descargar la aplicación todas las veces que sea necesario, almacenamiento en la nube, soporte y actualizaciones que nos garantizarán tener siempre la última versión.

Si queremos ahorrar aún más, podemos optar por un sistema operativo libre como lo es Linux (que reemplazaría a Windows junto a sus $ 2.400). Es una elección más arriesgada, porque el soporte habrá que buscarlo en la web y su funcionamiento no es tan amigable.

Sobre la Suite office algunas alternativas son: “LibreOffice” que está disponible para Windows, Mac OS, GNU/Linux y Android. Es de código abierto y gratis, y permite hacer presentaciones con diapositivas, documentos de texto, hojas de cálculo, bases de datos y mucho más. En el mismo rango está “OpenOffice” que lleva más de 20 años funcionando y es una de las soluciones gratuitas de código abierto preferidas por los usuarios. No puede faltar “Google Docs”, la solución de ofimática basada en la nube. Disponible para navegador, iOS y Android. Es perfectamente compatible con Microsoft. Permite proyectos en común con otros usuarios, y cuenta con extensiones para añadir funciones. Tienen una integración total con todo el ecosistema de Google.

Habiendo tantas alternativas diremos que usar software trucho es como comprar un auto sin papeles, podrás disfrutarlo hasta que empiecen los problemas, corriendo el riesgo de perderlo todo.#

Esteban Abel

@elflacoabel

consultora@eagroup.com.ar

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22 JUL 2016 - 21:28

Los parches, los cracks, los keygen y otros tantos artilugios son parte del mundo del software trucho. Copias de copias que necesitan ser activadas eludiendo los protocolos de seguridad que fueron creados precisamente para evitarlas.

Pero como siempre, lo barato sale caro. Eludir el pago de una licencia original conlleva, además de la violación de los derechos de la propiedad intelectual, un enorme riesgo para los equipos y los datos. La mayoría de los parches vienen contaminados con troyanos (software malvado escondido) que terminan perjudicando el funcionamiento del ordenador. Por otro lado, la mayoría de los sitios de internet que alojan los instaladores de los programas plagiados, suelen estar plagados de ventanas emergentes llenas de publicidad engañosa que terminan en lo mismo: troyanos y malware que destruyen el rendimiento de las computadoras.

Tal vez la primera noticia que recibimos a este respecto, fue la estrellita azul de Windows, que nos indicó que estábamos usando una versión ilegal del sistema operativo.

¿Cómo pudo pasar si la computadora fue comprada en blanco y a un vendedor de confianza?

La mayoría de los armadores de pc no tienen convenio con los principales fabricantes de software. Si el comprador no paga por las licencias originales, es práctica habitual instalar versiones truchas del sistema operativo y de los programas más usados. De no ser así, al encenderlas aparecería la leyenda “Disk boot failure - Insert system disk and press Enter” (El disco de arranque está dañado – inserte el disco del sistema y presione enter). Algo así como “Su auto no tiene motor, instale uno y luego dele arranque”.

Una licencia de Windows 10 cuesta $ 1.400 en su versión “Home” y unos $ 2.400 en su versión “Pro”. El office unos $ 2.200 y el antivirus otros $ 750. Es decir que tendremos que invertir entre un 20 y un 40 % más, sobre el valor del ordenador, para tener solo las herramientas básicas. Es probable que en nuestra oficina poseamos más de una computadora por lo que ese importe habrá que multiplicarlo por la cantidad total.

Si bien estos son valores reales, existen alternativas más económicas que nos van a permitir estar tranquilos y con las mismas prestaciones. La clave está en pensar un poco más antes de invertir.

Por empezar al comparar el precio de una computadora de marca con una armada, para ser equitativos, debemos incluir los valores de las licencias, probablemente nos demos cuenta que en la mayoría de los casos conviene comprar una de marca. Tienen incluido en el precio, además de las licencias originales, soporte técnico en línea y la posibilidad de volverlas a su configuración de fábrica sin grandes conocimientos.

Por otro lado, hoy es más económico pagar un abono mensual que comprar licencias completas. Por ejemplo, en el caso de Office, como dijimos, la licencia completa cuesta $ 2.200 mientras que el abono mensual sale solo $ 100. Esto incluye la posibilidad de descargar la aplicación todas las veces que sea necesario, almacenamiento en la nube, soporte y actualizaciones que nos garantizarán tener siempre la última versión.

Si queremos ahorrar aún más, podemos optar por un sistema operativo libre como lo es Linux (que reemplazaría a Windows junto a sus $ 2.400). Es una elección más arriesgada, porque el soporte habrá que buscarlo en la web y su funcionamiento no es tan amigable.

Sobre la Suite office algunas alternativas son: “LibreOffice” que está disponible para Windows, Mac OS, GNU/Linux y Android. Es de código abierto y gratis, y permite hacer presentaciones con diapositivas, documentos de texto, hojas de cálculo, bases de datos y mucho más. En el mismo rango está “OpenOffice” que lleva más de 20 años funcionando y es una de las soluciones gratuitas de código abierto preferidas por los usuarios. No puede faltar “Google Docs”, la solución de ofimática basada en la nube. Disponible para navegador, iOS y Android. Es perfectamente compatible con Microsoft. Permite proyectos en común con otros usuarios, y cuenta con extensiones para añadir funciones. Tienen una integración total con todo el ecosistema de Google.

Habiendo tantas alternativas diremos que usar software trucho es como comprar un auto sin papeles, podrás disfrutarlo hasta que empiecen los problemas, corriendo el riesgo de perderlo todo.#

Esteban Abel

@elflacoabel

consultora@eagroup.com.ar


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