Del Potro completó así tres partidos en 24 horas, ya que anoche le ganó al serbio Novak Djokovic, hasta aquí "el" partido de los Juegos y poco después del mediodía venció al portugués Joao Sousa.
La diferencia la marcó Marc López, en especialista del dobles, ganador de Roland Garrós en pareja con otro López, Feliciano, quien ´prefirió ir a un torneo en México antes que a los Juegos.
Argentina no tiene una pareja de dobles estable en la Copa Davis y ésto se reflejó en los Juegos en los que ambas duplas duraron poco (Delbonis-Durán se despidieron en primera ronda).
Hoy, Máximo González no tuvo una buena noche, pese a que ganó un par de puntos muy aplaudidos, y Del Potro aportó lo suyo con algunas buenas derechas hasta quedar agotado en el tercer set.
Y si el partido se estiró hasta el tercer set se debió a que Nadal cometió demasiados errores y en cuanto ajustó su juego, en el último parcial, el partido se definió rápido.
A los argentinos les quedó la satisfacción de haber dejado todo en el segundo set, que duró más de una hora, para forzar un tercer set. No alcanzó. Y fue pura lógica.
Del Potro completó así tres partidos en 24 horas, ya que anoche le ganó al serbio Novak Djokovic, hasta aquí "el" partido de los Juegos y poco después del mediodía venció al portugués Joao Sousa.
La diferencia la marcó Marc López, en especialista del dobles, ganador de Roland Garrós en pareja con otro López, Feliciano, quien ´prefirió ir a un torneo en México antes que a los Juegos.
Argentina no tiene una pareja de dobles estable en la Copa Davis y ésto se reflejó en los Juegos en los que ambas duplas duraron poco (Delbonis-Durán se despidieron en primera ronda).
Hoy, Máximo González no tuvo una buena noche, pese a que ganó un par de puntos muy aplaudidos, y Del Potro aportó lo suyo con algunas buenas derechas hasta quedar agotado en el tercer set.
Y si el partido se estiró hasta el tercer set se debió a que Nadal cometió demasiados errores y en cuanto ajustó su juego, en el último parcial, el partido se definió rápido.
A los argentinos les quedó la satisfacción de haber dejado todo en el segundo set, que duró más de una hora, para forzar un tercer set. No alcanzó. Y fue pura lógica.