El último balance de la Autoridad Nacional de Protección Civil (ANPC) confirmó la situación, a la que calificó de "extremadamente grave" y remarcó que el incendio más grave es el que afecta a la zona de Águeda, en el distrito norteño de Aveiro, debido al fuerte viento que aviva las llamas.
El organismo oficial aseguró además que preocupa la situación causada por el fuego en los distritos de Meda, Vieira do Minho, Anadia, Castelo de Paiva, Montalegre, Albergaria-a-Velha, Caminha, Viseu, Arcos de Valdevez y otros dos en Arouca, localidades todas situadas en el norte del país.
La ANPC en su informe no incluyó los fuegos que continúan activos en el archipiélago atlántico de Madeira, que cuenta con un servicio de protección civil autónomo, aunque las dimensiones del siniestro llevaron a las autoridades portuguesas a solicitar la asistencia de la Unión Europea para combatirlo.
En Funchal, capital de la isla principal, murieron tres personas, otras 300 resultaron heridas y un millar fue evacuada a causa de los incendios.
Todavía no se determinaron ni evaluaron los daños materiales pero todo apunta a que serán elevados, según las autoridades locales, que hoy recibirán al primer ministro luso, António Costa, para evaluar la situación e implementar un plan de ayuda extraordinario ante la emergencia, según informó la agencia EFE.
También viajó a Funchal el presidente de la República, Marcelo Rebelo de Sousa, quien elogió "el coraje" y el "comportamiento ejemplar" de los afectados y de los implicados en las labores de extinción.
"Las propias poblaciones han reaccionado por instinto de supervivencia", evaluó.
El último balance de la Autoridad Nacional de Protección Civil (ANPC) confirmó la situación, a la que calificó de "extremadamente grave" y remarcó que el incendio más grave es el que afecta a la zona de Águeda, en el distrito norteño de Aveiro, debido al fuerte viento que aviva las llamas.
El organismo oficial aseguró además que preocupa la situación causada por el fuego en los distritos de Meda, Vieira do Minho, Anadia, Castelo de Paiva, Montalegre, Albergaria-a-Velha, Caminha, Viseu, Arcos de Valdevez y otros dos en Arouca, localidades todas situadas en el norte del país.
La ANPC en su informe no incluyó los fuegos que continúan activos en el archipiélago atlántico de Madeira, que cuenta con un servicio de protección civil autónomo, aunque las dimensiones del siniestro llevaron a las autoridades portuguesas a solicitar la asistencia de la Unión Europea para combatirlo.
En Funchal, capital de la isla principal, murieron tres personas, otras 300 resultaron heridas y un millar fue evacuada a causa de los incendios.
Todavía no se determinaron ni evaluaron los daños materiales pero todo apunta a que serán elevados, según las autoridades locales, que hoy recibirán al primer ministro luso, António Costa, para evaluar la situación e implementar un plan de ayuda extraordinario ante la emergencia, según informó la agencia EFE.
También viajó a Funchal el presidente de la República, Marcelo Rebelo de Sousa, quien elogió "el coraje" y el "comportamiento ejemplar" de los afectados y de los implicados en las labores de extinción.
"Las propias poblaciones han reaccionado por instinto de supervivencia", evaluó.