"Delpo" va por la gloria

Desde las 15.30 hs, Del Potro irá hoy ante el escocés Murray por la hazaña de ganar la medalla dorada, una posibilidad que hace una semana no imaginaba el más optimista, incluido el propio tandilense que declaró que no esperaba ganarle en el debut al número uno del mundo, Novak Djokovic.

13 AGO 2016 - 21:50 | Actualizado

Mucho más cuando la "Torre de Tandil" llegó a Río con escasa actividad en esta temporada, al punto que sólo había jugado 21 partidos, con 13 triunfos, y sin ganar un certamen.

En Wimbledon pasó dos rondas, se dio el gusto de ganarle a Wawrinka y en la tercera perdió con el francés Lucas Pouille, y llegó a semis en Stuttgart (cayó ante el local Phillip Kohlschreiber) y Delray Beach (perdió con Sam Querrey). Muy poco para un jugador que ganó el Abierto de Estados Unidos en 2009 y llegó a ser número cuatro del mundo.

El mismo Del Potro. tras superar hoy al español Rafael Nadal, confió que "llegar a la final es mucho más de lo que había imaginado" y subrayó que el británico “tiene todas las de ganar”.

Lo concreto es que el argentino emergió brillante ante Djokovic y luego superó a Joao Sousa, Taro Daniel, Roberto Bautista Agut y hoy en gran forma a Nadal, con la sola incógnita de su estado físico, algo que él dejó entrever al señalar que "espero que las piernas me sigan respondiendo".

Ese será un punto clave de la final, sobre todo porque es al mejor de tres y en un partido largo el británico tiene más resto. Porque hace rato que juega temporadas normales, con picos como el triunfo en Wimbledon en 2013 y este año, el Abierto de Estados Unidos 2012 y los Juegos de Londres 2012. Más un montón de finales en los cuatro Grand Slams.

Y aquí en Río apenas tuvo problemas con el italiano Fabio Fognini, en tercera ronda, y en la semi de hoy necesitó poco más de una hora para quitarse del camino al japonés Kei Nishikori.

¿Cómo sostener entonces la ilusión de la medalla dorada?. En primer término, y fundamental, cualquiera sea el resultado de mañana Del Potro ya es un triunfador por su retorno al primer nivel. Muy pocos pueden ganarle a Djokovic y Nadal en una semana.

El último antecedente de un jugador que ganó a tres "grandes" en una semana data de 2010, cuando el enorme Roger Federer le ganó al hilo a Murray, Djokovic y Nadal en el Masters de Londres.

La ilusión del tandilense se sostiene en su nivel de juego, que esta semana fue como el de sus mejores épocas, y en el apoyo incondicional del público argentino, que lo empuja en los momentos de flaqueza. Ese resurgir en su carrera, cuando ya parecía en el ocaso, le dieron un plus que desplegó en los momentos clave de sus partidos ante Djokovic y Nadal. Si no, los hubiera perdido.

Además, esta superficie de decoturf es ideal para su servicio y para los "ramalazos" que pega con su derecha desde el fondo, algo vital para que Murray, en mejor condición, no maneje el punto.

El historial marca una ventaja de 5-2 para el británico, pero en el último enfrentamiento, allá lejos en 2013, Del Potro se impuso en Indian Wells, una superficie parecida a la de Río de Janeiro.

Pero la estadística poco importa cuando se llega a una instancia como la de mañana y se juega representando a un país. Del Potro ya lo demostró alguna vez en Copa Davis. Quizás también mañana.

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13 AGO 2016 - 21:50

Mucho más cuando la "Torre de Tandil" llegó a Río con escasa actividad en esta temporada, al punto que sólo había jugado 21 partidos, con 13 triunfos, y sin ganar un certamen.

En Wimbledon pasó dos rondas, se dio el gusto de ganarle a Wawrinka y en la tercera perdió con el francés Lucas Pouille, y llegó a semis en Stuttgart (cayó ante el local Phillip Kohlschreiber) y Delray Beach (perdió con Sam Querrey). Muy poco para un jugador que ganó el Abierto de Estados Unidos en 2009 y llegó a ser número cuatro del mundo.

El mismo Del Potro. tras superar hoy al español Rafael Nadal, confió que "llegar a la final es mucho más de lo que había imaginado" y subrayó que el británico “tiene todas las de ganar”.

Lo concreto es que el argentino emergió brillante ante Djokovic y luego superó a Joao Sousa, Taro Daniel, Roberto Bautista Agut y hoy en gran forma a Nadal, con la sola incógnita de su estado físico, algo que él dejó entrever al señalar que "espero que las piernas me sigan respondiendo".

Ese será un punto clave de la final, sobre todo porque es al mejor de tres y en un partido largo el británico tiene más resto. Porque hace rato que juega temporadas normales, con picos como el triunfo en Wimbledon en 2013 y este año, el Abierto de Estados Unidos 2012 y los Juegos de Londres 2012. Más un montón de finales en los cuatro Grand Slams.

Y aquí en Río apenas tuvo problemas con el italiano Fabio Fognini, en tercera ronda, y en la semi de hoy necesitó poco más de una hora para quitarse del camino al japonés Kei Nishikori.

¿Cómo sostener entonces la ilusión de la medalla dorada?. En primer término, y fundamental, cualquiera sea el resultado de mañana Del Potro ya es un triunfador por su retorno al primer nivel. Muy pocos pueden ganarle a Djokovic y Nadal en una semana.

El último antecedente de un jugador que ganó a tres "grandes" en una semana data de 2010, cuando el enorme Roger Federer le ganó al hilo a Murray, Djokovic y Nadal en el Masters de Londres.

La ilusión del tandilense se sostiene en su nivel de juego, que esta semana fue como el de sus mejores épocas, y en el apoyo incondicional del público argentino, que lo empuja en los momentos de flaqueza. Ese resurgir en su carrera, cuando ya parecía en el ocaso, le dieron un plus que desplegó en los momentos clave de sus partidos ante Djokovic y Nadal. Si no, los hubiera perdido.

Además, esta superficie de decoturf es ideal para su servicio y para los "ramalazos" que pega con su derecha desde el fondo, algo vital para que Murray, en mejor condición, no maneje el punto.

El historial marca una ventaja de 5-2 para el británico, pero en el último enfrentamiento, allá lejos en 2013, Del Potro se impuso en Indian Wells, una superficie parecida a la de Río de Janeiro.

Pero la estadística poco importa cuando se llega a una instancia como la de mañana y se juega representando a un país. Del Potro ya lo demostró alguna vez en Copa Davis. Quizás también mañana.


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