Juezas en el mundo

Opinión/Los supuestos básicos, por Daniela Almirón.

18 SEP 2016 - 20:07 | Actualizado

Soy sanjuanina patagonizada, y para algunos no ha de ser una novedad. Como el público se renueva lo cuento otra vez. San Juan es, son y están mis raíces, y las raíces son importantes para la vida, desde el comienzo, durante y al final. Así es que a San Juan regreso, a mis afectos familiares, al paisaje, y por la motivación más variada, regreso. Cómo todo es circular en el universo uno nunca sabe de antemano cómo, qué, cuándo, se producen los encuentros,  los regresos, las conexiones. Desde siempre y hasta que vine a estos lares en el año 1995, formaba parte del paisaje de la ciudad de San Juan, ahí frente al Parque y sobre las Avenidas España y Libertador Gral. San Martín, un mega edificio a medio construir. Una gran estructura que se mostraba abandonada, sucia y sujeta a cuanto habitante variado que no tuviese donde recalar. Hasta que hace unos ocho años atrás ese edificio, la obra a medio hacer, fue terminada. No tengo muy claro si desde el origen estaba pensado que fuera lo que es ahora, la cuestión es que hoy es el Centro Cívico. En este confluyen todos los organismos y dependencias de la administración central, del Poder Ejecutivo de la Provincia de San Juan. Preparado de manera moderna e inclusiva, y con unas vistas maravillosas de la ciudad de San Juan, de la Precordillera y el cerro Pie de Palo.
Cuenta además con un auditórium digno de eventos académicos y artísticos para disfrutar.
Semanas atrás en este lugar, al que apenas si había entrado una vez anteriormente, me recibía tantos años después de mi partida hacia el sur, en esas condiciones, ya adulta y con una profesión y pertenencia institucional que viene a esto de la circularidad.
Entre el 24 y 27 agosto pasado se realizó en la ciudad de San Juan y en ese precioso lugar el XXIII Encuentro Nacional de Mujeres Jueces de Argentina. Con el detalle que su presidenta, la Dra. Susana Medina, es también la presidenta de la Agrupación Internacional que nuclea a las mujeres jueces del mundo. 
El tema eje del encuentro y de los diferentes paneles fue “Crimen Organizado y Género. Trata de Personas y Narcotráfico”.
AMJA tiene la particularidad de receptar como asociados a todos aquellos miembros del ámbito judicial que les interese participar y compartan valores, principios y objetivos.
Un encuentro que dejó a la hotelería, y comunidad toda sanjuanina, anonadada. Concurrentes de todos los extremos del nuestro país, y vecinos, estaban allí. 
Cuando la presidenta de AMJA Susana Medina dio la bienvenida, se fue develando en los saludos de cada provincia, la presencia federal.
Lo recuerdo y me emociono.

Un encuentro que como los que contienen estas características masivas y abarcadoras, se generó a partir de aportes y trabajos conjuntos de diversas instituciones y organismos, del ámbito gubernamental y no gubernamental.
Y esto entre otras cuestiones fue notable, los tres poderes del Estado provincial y nacional estaban presentes y participando, con sus máximos responsables y referentes.
El encuentro estuvo armado en paneles con expositores de variada extracción funcional y disciplinar, en cada uno, lo que permitió la amplitud de miradas y criterios.
El objetivo era compartir lo construido en cada ámbito y provincia las acciones concretas llevadas adelante, y los proyectos a realizar.
Ustedes podrán pensar y con razón, que si uno entra a internet se entera de todo esto. Yo les digo que no es lo mismo. Estar frente a frente con colegas de Catamarca, Tucumán, Santa Fe, Formosa y hablar, dialogar y escucharse. La radiografía federal es tan rica que no la salva internet en esto de encontrarse. Hasta les diría por el placer de escuchar los cantos al hablar, y esos modos amorosos de los habitantes de nuestro norte argentino, o el salto del cordobés, y así en cada caso.
Se devela entre otros que en estos temas que nos ocuparon en el encuentro, crimen organizado, género, trata de personas y narcomenudeo, todos y cada uno en su lugar, trabaja en ello. Desde la investigación, la prevención, el juzgamiento, la sanción, el abordaje interdisciplinario y el análisis y evaluación de medidas, mejores y más certeras al respecto.
Referiré dos momentos notables que dieron nota, compartiendo con damas y caballeros de todo el país, inquietudes, preocupaciones, acciones y anhelos en relación a los temas ejes del encuentro. 
Uno fue el momento para recordar los años de vida de la organización a nivel internacional y nacional. Quienes arrancaron con los primeros pasos como  la Dra. Gladys Álvarez, presente allí, ex juez y además promotora e impulsora de la mediación en nuestro país desde los comienzos, cuando seguramente muchos la miraban raro al hablar del tema. Recordar a la Dra. Carmen Argibay, quien honrara a nuestra Corte Suprema de Justicia de la Nación siendo ministra de la misma, y a aquellas mujeres que formaron parte del Poder Judicial de San Juan, y que abrieron camino, en épocas donde era una extrañeza que una mujer ocupara la magistratura.
El otro momento fue que se recordara a una mujer de esas poco comunes, de quién asumo no tenía referencia. Y quiero referir este detalle, que tuve una compañera de trabajo hace más de viente años atrás, con ese nombre, que siempre me resultó especial. La mujer que nos llevara a recordar el ministro de gobierno de San Juan fue a Emar Acosta. Nacida en la provincia de La Rioja y luego radicada en San Juan. Se recibió de abogada en el año 1926, y los antecedentes cuentan que fue la primera magistrada de la provincia, con su cargo de Defensora de Pobres y Ausentes. Militante política del partido Demócrata Nacional, fue elegida legisladora provincial en el año 1934, la primera en nuestro país y en América Latina, como así también fue fundadora y participante de diversas instituciones de alcance público.
Este es solo un dato, el de este encuentro, de tantos que hay y habrán, que son la gota en el mar, diría la Madre Teresa de Calcuta, que hace que el mar esté completo lo que no sucedería sin esa gota, aportada aquí y allí. Confío, porque así elijo hacerlo, que el respeto, la escucha, la construcción de la sociedad justa, equitativa, con valores a cuidar, solo se hace, haciéndolo. Día a día, en el espacio que cada uno desarrolla. En el desenvolvimiento de una responsabilidad individual con vista a edificar lo colectivo, donde febo asoma iluminando.  #

Daniela Patricia Almirón es abogada-mediadora.

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18 SEP 2016 - 20:07

Soy sanjuanina patagonizada, y para algunos no ha de ser una novedad. Como el público se renueva lo cuento otra vez. San Juan es, son y están mis raíces, y las raíces son importantes para la vida, desde el comienzo, durante y al final. Así es que a San Juan regreso, a mis afectos familiares, al paisaje, y por la motivación más variada, regreso. Cómo todo es circular en el universo uno nunca sabe de antemano cómo, qué, cuándo, se producen los encuentros,  los regresos, las conexiones. Desde siempre y hasta que vine a estos lares en el año 1995, formaba parte del paisaje de la ciudad de San Juan, ahí frente al Parque y sobre las Avenidas España y Libertador Gral. San Martín, un mega edificio a medio construir. Una gran estructura que se mostraba abandonada, sucia y sujeta a cuanto habitante variado que no tuviese donde recalar. Hasta que hace unos ocho años atrás ese edificio, la obra a medio hacer, fue terminada. No tengo muy claro si desde el origen estaba pensado que fuera lo que es ahora, la cuestión es que hoy es el Centro Cívico. En este confluyen todos los organismos y dependencias de la administración central, del Poder Ejecutivo de la Provincia de San Juan. Preparado de manera moderna e inclusiva, y con unas vistas maravillosas de la ciudad de San Juan, de la Precordillera y el cerro Pie de Palo.
Cuenta además con un auditórium digno de eventos académicos y artísticos para disfrutar.
Semanas atrás en este lugar, al que apenas si había entrado una vez anteriormente, me recibía tantos años después de mi partida hacia el sur, en esas condiciones, ya adulta y con una profesión y pertenencia institucional que viene a esto de la circularidad.
Entre el 24 y 27 agosto pasado se realizó en la ciudad de San Juan y en ese precioso lugar el XXIII Encuentro Nacional de Mujeres Jueces de Argentina. Con el detalle que su presidenta, la Dra. Susana Medina, es también la presidenta de la Agrupación Internacional que nuclea a las mujeres jueces del mundo. 
El tema eje del encuentro y de los diferentes paneles fue “Crimen Organizado y Género. Trata de Personas y Narcotráfico”.
AMJA tiene la particularidad de receptar como asociados a todos aquellos miembros del ámbito judicial que les interese participar y compartan valores, principios y objetivos.
Un encuentro que dejó a la hotelería, y comunidad toda sanjuanina, anonadada. Concurrentes de todos los extremos del nuestro país, y vecinos, estaban allí. 
Cuando la presidenta de AMJA Susana Medina dio la bienvenida, se fue develando en los saludos de cada provincia, la presencia federal.
Lo recuerdo y me emociono.

Un encuentro que como los que contienen estas características masivas y abarcadoras, se generó a partir de aportes y trabajos conjuntos de diversas instituciones y organismos, del ámbito gubernamental y no gubernamental.
Y esto entre otras cuestiones fue notable, los tres poderes del Estado provincial y nacional estaban presentes y participando, con sus máximos responsables y referentes.
El encuentro estuvo armado en paneles con expositores de variada extracción funcional y disciplinar, en cada uno, lo que permitió la amplitud de miradas y criterios.
El objetivo era compartir lo construido en cada ámbito y provincia las acciones concretas llevadas adelante, y los proyectos a realizar.
Ustedes podrán pensar y con razón, que si uno entra a internet se entera de todo esto. Yo les digo que no es lo mismo. Estar frente a frente con colegas de Catamarca, Tucumán, Santa Fe, Formosa y hablar, dialogar y escucharse. La radiografía federal es tan rica que no la salva internet en esto de encontrarse. Hasta les diría por el placer de escuchar los cantos al hablar, y esos modos amorosos de los habitantes de nuestro norte argentino, o el salto del cordobés, y así en cada caso.
Se devela entre otros que en estos temas que nos ocuparon en el encuentro, crimen organizado, género, trata de personas y narcomenudeo, todos y cada uno en su lugar, trabaja en ello. Desde la investigación, la prevención, el juzgamiento, la sanción, el abordaje interdisciplinario y el análisis y evaluación de medidas, mejores y más certeras al respecto.
Referiré dos momentos notables que dieron nota, compartiendo con damas y caballeros de todo el país, inquietudes, preocupaciones, acciones y anhelos en relación a los temas ejes del encuentro. 
Uno fue el momento para recordar los años de vida de la organización a nivel internacional y nacional. Quienes arrancaron con los primeros pasos como  la Dra. Gladys Álvarez, presente allí, ex juez y además promotora e impulsora de la mediación en nuestro país desde los comienzos, cuando seguramente muchos la miraban raro al hablar del tema. Recordar a la Dra. Carmen Argibay, quien honrara a nuestra Corte Suprema de Justicia de la Nación siendo ministra de la misma, y a aquellas mujeres que formaron parte del Poder Judicial de San Juan, y que abrieron camino, en épocas donde era una extrañeza que una mujer ocupara la magistratura.
El otro momento fue que se recordara a una mujer de esas poco comunes, de quién asumo no tenía referencia. Y quiero referir este detalle, que tuve una compañera de trabajo hace más de viente años atrás, con ese nombre, que siempre me resultó especial. La mujer que nos llevara a recordar el ministro de gobierno de San Juan fue a Emar Acosta. Nacida en la provincia de La Rioja y luego radicada en San Juan. Se recibió de abogada en el año 1926, y los antecedentes cuentan que fue la primera magistrada de la provincia, con su cargo de Defensora de Pobres y Ausentes. Militante política del partido Demócrata Nacional, fue elegida legisladora provincial en el año 1934, la primera en nuestro país y en América Latina, como así también fue fundadora y participante de diversas instituciones de alcance público.
Este es solo un dato, el de este encuentro, de tantos que hay y habrán, que son la gota en el mar, diría la Madre Teresa de Calcuta, que hace que el mar esté completo lo que no sucedería sin esa gota, aportada aquí y allí. Confío, porque así elijo hacerlo, que el respeto, la escucha, la construcción de la sociedad justa, equitativa, con valores a cuidar, solo se hace, haciéndolo. Día a día, en el espacio que cada uno desarrolla. En el desenvolvimiento de una responsabilidad individual con vista a edificar lo colectivo, donde febo asoma iluminando.  #

Daniela Patricia Almirón es abogada-mediadora.


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