En la tarde de ayer en Rawson, desconocidos violentaron un acceso de la casa del jefe de Policía, Juan Luís Ale, llevándose una suma de dinero que no superaría los 7 mil pesos y un televisor.
El hecho se registró entre las 15.30 y 18.30 en momentos que el jefe de la Policía había salido a realizar tareas propias de la jefatura.
En dialogo con Jornada, el funcionario prefirió no explayarse “en caliente”, pero deslizó que “una de las posibilidades es que detrás de esto hay gente maligna. Quisiera pensar que es un hecho como cualquier otro, pero es muy raro que haya pasado a esa hora y que nadie haya visto ni escuchado nada. “Tengo derecho a pensar que es un claro mensaje intimidatorio”. Se me pasan muchas cosas por la cabeza”, indicó.
Ale contó que saltaron un paredón perimetral y destruyeron una puerta. “Yo no gozo de ningún privilegio de seguridad. Vivo como cualquier vecino, sin custodia. No la tengo ni la quiero tener”.
Consultado por si sospecha que le quisieron enviar un mensaje indicó que “se equivocaron de forma. No me van a intimidad. Si es un mensaje de la escoria que queremos limpiar de la Policía me han declarado la guerra y no me va a temblar la mano”, arremetió. Anoche verificaban si faltaba un arma calibre 9 milímetros del domicilio.
En la tarde de ayer en Rawson, desconocidos violentaron un acceso de la casa del jefe de Policía, Juan Luís Ale, llevándose una suma de dinero que no superaría los 7 mil pesos y un televisor.
El hecho se registró entre las 15.30 y 18.30 en momentos que el jefe de la Policía había salido a realizar tareas propias de la jefatura.
En dialogo con Jornada, el funcionario prefirió no explayarse “en caliente”, pero deslizó que “una de las posibilidades es que detrás de esto hay gente maligna. Quisiera pensar que es un hecho como cualquier otro, pero es muy raro que haya pasado a esa hora y que nadie haya visto ni escuchado nada. “Tengo derecho a pensar que es un claro mensaje intimidatorio”. Se me pasan muchas cosas por la cabeza”, indicó.
Ale contó que saltaron un paredón perimetral y destruyeron una puerta. “Yo no gozo de ningún privilegio de seguridad. Vivo como cualquier vecino, sin custodia. No la tengo ni la quiero tener”.
Consultado por si sospecha que le quisieron enviar un mensaje indicó que “se equivocaron de forma. No me van a intimidad. Si es un mensaje de la escoria que queremos limpiar de la Policía me han declarado la guerra y no me va a temblar la mano”, arremetió. Anoche verificaban si faltaba un arma calibre 9 milímetros del domicilio.