La historia de “Pipi”, el adolescente que tiene en vilo a las Mil Viviendas

El fin de semana pasado usurpó, a mano armada, uno de los departamentos del barrio Constitución. La Policía ya no sabe qué hacer con él. Una vida de marginalidad y violencia con ingresos permanentes a las comisarías locales.

28 SEP 2016 - 20:29 | Actualizado

Un menor de 16 años mantiene en vilo al barrio Constitución, más conocido como “Las Mil Viviendas”. Hace tiempo que circula armado por esa zona y la Policía ya no sabe qué hacer con él. El fin de semana pasado usurpó por la fuerza el departamento de vecinos de ese sector al oeste de Trelew. Previamente, disparó al menos dos veces contra el departamento.

Ahora está internado en una sala del Hospital Zonal Adolfo Margara. Lo tienen sedado y esposado con custodia policial.

En el barrio lo conocen con un apodo: “Pipi”. Jornada estuvo ayer en el lugar y pudo hablar con una vecina que refirió: “Ha sembrado el pánico en todo este sector (el D). Es normal verlo con una pistola larga y cada tanto, se escuchan balazos. Más bien, todos los días. La Policía está en la zona y hace lo que puede. Va a matar a alguien o lo van a matar. No sé si llega a los 16 años”.

Es que los hechos se acumulan y los vecinos no ocultan su preocupación. La misma que demostró el jefe de la Comisaría Tercera, Ariel González y el propio jefe de la Unidad Regional, Miguel Gómez.

“Lo hemos demorado ya varias veces. Ahora por disposición del juez de garantías José García, fue internado en el Hospital Zonal por un período de 30 días. Este menor tiene problemas de adicción a pastillas y vive armado”, refirió Gómez preocupado.

Indicó que el joven porta un arma calibre 358, algo parecida al calibre 38, sólo que posee un cañón y una corredera un tanto más larga. De manera que el poder intimidatorio es significativo.

Usurpación

Según pudo averiguar este diario, el fin de semana, el menor produjo un robo en el que acumuló varios elementos. Los fue a ofrecer a un vecino del barrio que se los iba a comprar. Pero la esposa se negó a que comprase cosas de dudosa procedencia. Ante la negativa del vecino, activó su pistola y disparó contra la vivienda. Previamente le habían ofrecido 1.500 pesos para calmarlo y generar que se fuese a otro lado.

La actitud extorsiva del adolescente armado causó terror entre los vecinos, muchos de ellos vieron lo que pasó. Incluso hasta por las rendijas de las puertas, como si fuese una escena en primera persona de una película del Lejano Oeste, donde las armas atemorizan a sangre y fuego.

Esta circunstancia causó que la familia se fuese del lugar unos días. Pero el lunes pasado, cuando retornaron a su departamento de la escalera 117, en el lugar había ropa acumulada que representaba una mudanza. Era el menor que procuraba usurpar el sitio. “Yo a vos te eché. ¿No te acordás?”, le habría dicho al damnificado que en ese momento iba con uno de sus hijos de 2 años. El menor iba junto a 5 menores que también protagonizan vidas conflictivas.

Cuando el damnificado consiguió deshacerse de los maleantes, se produjo un incendio. El menor incendió un colchón que pudo ser apagado por los bomberos algunos minutos después. Mientras el joven corría, el arma que portaba cayó al suelo. Sin que la Policía pudiera alcanzar el revólver, otro menor se lo llevó.

Lo que las autoridades se preguntan es cuál será el futuro de este menor y cómo se recuperará de sus adicciones. El comisario mayor Gómez, aseguró que “no tiene motivaciones. No le da importancia ni a la escuela, ni al fútbol, ni al arte… nada. Es muy preocupante. No nos gusta hacer que tome contacto con los calabozos. No queremos empeorar su situación”.

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28 SEP 2016 - 20:29

Un menor de 16 años mantiene en vilo al barrio Constitución, más conocido como “Las Mil Viviendas”. Hace tiempo que circula armado por esa zona y la Policía ya no sabe qué hacer con él. El fin de semana pasado usurpó por la fuerza el departamento de vecinos de ese sector al oeste de Trelew. Previamente, disparó al menos dos veces contra el departamento.

Ahora está internado en una sala del Hospital Zonal Adolfo Margara. Lo tienen sedado y esposado con custodia policial.

En el barrio lo conocen con un apodo: “Pipi”. Jornada estuvo ayer en el lugar y pudo hablar con una vecina que refirió: “Ha sembrado el pánico en todo este sector (el D). Es normal verlo con una pistola larga y cada tanto, se escuchan balazos. Más bien, todos los días. La Policía está en la zona y hace lo que puede. Va a matar a alguien o lo van a matar. No sé si llega a los 16 años”.

Es que los hechos se acumulan y los vecinos no ocultan su preocupación. La misma que demostró el jefe de la Comisaría Tercera, Ariel González y el propio jefe de la Unidad Regional, Miguel Gómez.

“Lo hemos demorado ya varias veces. Ahora por disposición del juez de garantías José García, fue internado en el Hospital Zonal por un período de 30 días. Este menor tiene problemas de adicción a pastillas y vive armado”, refirió Gómez preocupado.

Indicó que el joven porta un arma calibre 358, algo parecida al calibre 38, sólo que posee un cañón y una corredera un tanto más larga. De manera que el poder intimidatorio es significativo.

Usurpación

Según pudo averiguar este diario, el fin de semana, el menor produjo un robo en el que acumuló varios elementos. Los fue a ofrecer a un vecino del barrio que se los iba a comprar. Pero la esposa se negó a que comprase cosas de dudosa procedencia. Ante la negativa del vecino, activó su pistola y disparó contra la vivienda. Previamente le habían ofrecido 1.500 pesos para calmarlo y generar que se fuese a otro lado.

La actitud extorsiva del adolescente armado causó terror entre los vecinos, muchos de ellos vieron lo que pasó. Incluso hasta por las rendijas de las puertas, como si fuese una escena en primera persona de una película del Lejano Oeste, donde las armas atemorizan a sangre y fuego.

Esta circunstancia causó que la familia se fuese del lugar unos días. Pero el lunes pasado, cuando retornaron a su departamento de la escalera 117, en el lugar había ropa acumulada que representaba una mudanza. Era el menor que procuraba usurpar el sitio. “Yo a vos te eché. ¿No te acordás?”, le habría dicho al damnificado que en ese momento iba con uno de sus hijos de 2 años. El menor iba junto a 5 menores que también protagonizan vidas conflictivas.

Cuando el damnificado consiguió deshacerse de los maleantes, se produjo un incendio. El menor incendió un colchón que pudo ser apagado por los bomberos algunos minutos después. Mientras el joven corría, el arma que portaba cayó al suelo. Sin que la Policía pudiera alcanzar el revólver, otro menor se lo llevó.

Lo que las autoridades se preguntan es cuál será el futuro de este menor y cómo se recuperará de sus adicciones. El comisario mayor Gómez, aseguró que “no tiene motivaciones. No le da importancia ni a la escuela, ni al fútbol, ni al arte… nada. Es muy preocupante. No nos gusta hacer que tome contacto con los calabozos. No queremos empeorar su situación”.


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