El jefe de la comisaría de El Hoyo, Cristhian Azócar, dijo que “todo comenzó a la 1.30, cuando un policía que vive en el sector rural a unos 5 km del casco urbano advirtió a la guardia sobre la presencia en el sector rural de una camioneta sospechosa”.
Cuando se despachó una patrulla, “se encontraron de frente con el utilitario que se alejaba por un camino vecinal. Lejos de acatar la orden de detención, sus ocupantes llegaron a toda velocidad hasta la ruta nacional 40, tomando hacia El Bolsón”.
Los alcanzaron a la altura de Las Golondrinas, pero debido a la velocidad y a las maniobras temerarias del conductor de los sospechosos (por poco vuelca), optaron por seguirlos a poca distancia, informó el Diario Río Negro
Ya en el límite interprovincial, los sospechosos ingresaron por un camino alternativo hacia el barrio Esperanza con el objetivo de perderse en un terreno mejor conocido. No obstante, los uniformados chubutenses pidieron ayuda a sus pares de la comisaría de El Bolsón, sin dejar de perseguirlos, hasta detenerlos.
El jefe de la comisaría de El Hoyo, Cristhian Azócar, dijo que “todo comenzó a la 1.30, cuando un policía que vive en el sector rural a unos 5 km del casco urbano advirtió a la guardia sobre la presencia en el sector rural de una camioneta sospechosa”.
Cuando se despachó una patrulla, “se encontraron de frente con el utilitario que se alejaba por un camino vecinal. Lejos de acatar la orden de detención, sus ocupantes llegaron a toda velocidad hasta la ruta nacional 40, tomando hacia El Bolsón”.
Los alcanzaron a la altura de Las Golondrinas, pero debido a la velocidad y a las maniobras temerarias del conductor de los sospechosos (por poco vuelca), optaron por seguirlos a poca distancia, informó el Diario Río Negro
Ya en el límite interprovincial, los sospechosos ingresaron por un camino alternativo hacia el barrio Esperanza con el objetivo de perderse en un terreno mejor conocido. No obstante, los uniformados chubutenses pidieron ayuda a sus pares de la comisaría de El Bolsón, sin dejar de perseguirlos, hasta detenerlos.