El Servicio Penitenciario Federal echó a un alto jefe por el caso del barco de la U-6 de Rawson
Es Rubén Marino Paredes, extitular del Ente de Cooperación Penitenciario (ENCOPE). Investigan un contrato que firmó con el empresario pesquero Ricardo Carminatti, esposo de la intendenta Artero. Se gastaron más de $ 4 millones y nunca salió a pescar.
El barco pesquero de la Unidad 6 de Rawson, que se construyó en un astillero local en 2012; un contrato firmado con el empresario rawsense Ricardo Carminatti, esposo de la intendente Rossana Artero; la compra de un camión térmico; y la obra de la planta procesadora de pescado que se construyó dentro del penal, que nunca funcionó, están siendo investigados por la División Asuntos Internos del Servicio Penitenciario Federal (SPF).
Por el caso no sólo ya hubo una denuncia penal ante las irregularidades detectadas, sino que hace pocas semanas también echaron a un alto jefe penitenciario.
La causa
La causa CFP 15.661/16 fue radicada en el Juzgado Federal Nº 12 de la Ciudad de Buenos Aires y se investiga toda la operación por la que el Estado argentino pagó $ 4.013.356,42 sin recibir jamás ninguna contraprestación.
El escándalo ya hizo rodar escaleras abajo a Rubén Marino Paredes, un contador con una extensa carrera en el SPF, extitular del Ente de Cooperación Penitenciario (ENCOPE), el organismo interno que impulsó el proyecto.
En 2014, Paredes firmó un contrato con Carminatti, apoderado de la firma Puerto Rawson Patagonia S.A., que ahora está bajo la lupa.
Paredes vino varias veces a Rawson en los últimos años: la última, el 3 de diciembre del año pasado, cuando junto a la intendente Artero cortaron las cintas de un local comercial ubicado en la U-6, que ofrece productos y materia prima que los internos realizan en los distintos talleres del establecimiento.
La relación de Paredes con el esposo de la intendente lo ayudó a conseguir algo a cambio: la mandataria municipal entregó ese día la ordenanza de adjudicación de 48 terrenos para el personal del SPF.
Virgen del Carmen II
La idea era que el barco saliera a pescar con presos de la U-6 y que proveyera de materia prima a la planta ubicada en el predio de la cárcel.
El pesquero, que primero se pintó de azul y blanco y luego fue botado con los colores tradicionales de la Flota Amarilla bajo el nombre “Virgen del Carmen II”, hoy flota sin destino entre otras embarcaciones en Puerto Rawson.
Sumarios
Fue adquirido en 2012 durante la gestión del exdirector nacional del Servicio Penitenciario Federal, Víctor Hortel. El propio Hortel fue quien inició los primeros sumarios internos antes de dejar el cargo en 2013. Fue tras visitar la U-6 para saber cómo marchaba el proyecto. Dicen que se fue furioso por el nivel de desprolijidades que encontró.
Hortel desplazó del cargo al entonces director de la cárcel, Gumersindo Gómez, que había asumido hacía muy poco.
La investigación, según pudo confirmar Jornada de fuentes oficiales, incluyó también la compra de un camión con caja térmica para trasladar el pescado y el contrato celebrado entre el ENCOPE y Carminatti para arrendar el barco y pescar langostinos que luego serían procesados en la unidad penitenciaria.
A raíz del sumario interno y la denuncia penal, se le dio de baja al contrato con el esposo de la intendente Artero sin haber sido ejecutado, ya que nunca se pudo conseguir el permiso pesquero obligatorio para que salga a pescar.
Pero, además, la falta de documentación respaldatoria por la compra del barco y del camión, derivó en otra investigación que aún está en curso.
En la Justicia Federal sospechan que las presuntas irregularidades no terminarían en Paredes. Y están auditando, junto al SPF, toda la operación local, que incluye tanto a las distintas autoridades que pasaron por la U-6 en los últimos tres años como al esposo de la intendente de Rawson. Resta aguardar ahora cómo finalizará la pesquisa.
El barco pesquero de la Unidad 6 de Rawson, que se construyó en un astillero local en 2012; un contrato firmado con el empresario rawsense Ricardo Carminatti, esposo de la intendente Rossana Artero; la compra de un camión térmico; y la obra de la planta procesadora de pescado que se construyó dentro del penal, que nunca funcionó, están siendo investigados por la División Asuntos Internos del Servicio Penitenciario Federal (SPF).
Por el caso no sólo ya hubo una denuncia penal ante las irregularidades detectadas, sino que hace pocas semanas también echaron a un alto jefe penitenciario.
La causa
La causa CFP 15.661/16 fue radicada en el Juzgado Federal Nº 12 de la Ciudad de Buenos Aires y se investiga toda la operación por la que el Estado argentino pagó $ 4.013.356,42 sin recibir jamás ninguna contraprestación.
El escándalo ya hizo rodar escaleras abajo a Rubén Marino Paredes, un contador con una extensa carrera en el SPF, extitular del Ente de Cooperación Penitenciario (ENCOPE), el organismo interno que impulsó el proyecto.
En 2014, Paredes firmó un contrato con Carminatti, apoderado de la firma Puerto Rawson Patagonia S.A., que ahora está bajo la lupa.
Paredes vino varias veces a Rawson en los últimos años: la última, el 3 de diciembre del año pasado, cuando junto a la intendente Artero cortaron las cintas de un local comercial ubicado en la U-6, que ofrece productos y materia prima que los internos realizan en los distintos talleres del establecimiento.
La relación de Paredes con el esposo de la intendente lo ayudó a conseguir algo a cambio: la mandataria municipal entregó ese día la ordenanza de adjudicación de 48 terrenos para el personal del SPF.
Virgen del Carmen II
La idea era que el barco saliera a pescar con presos de la U-6 y que proveyera de materia prima a la planta ubicada en el predio de la cárcel.
El pesquero, que primero se pintó de azul y blanco y luego fue botado con los colores tradicionales de la Flota Amarilla bajo el nombre “Virgen del Carmen II”, hoy flota sin destino entre otras embarcaciones en Puerto Rawson.
Sumarios
Fue adquirido en 2012 durante la gestión del exdirector nacional del Servicio Penitenciario Federal, Víctor Hortel. El propio Hortel fue quien inició los primeros sumarios internos antes de dejar el cargo en 2013. Fue tras visitar la U-6 para saber cómo marchaba el proyecto. Dicen que se fue furioso por el nivel de desprolijidades que encontró.
Hortel desplazó del cargo al entonces director de la cárcel, Gumersindo Gómez, que había asumido hacía muy poco.
La investigación, según pudo confirmar Jornada de fuentes oficiales, incluyó también la compra de un camión con caja térmica para trasladar el pescado y el contrato celebrado entre el ENCOPE y Carminatti para arrendar el barco y pescar langostinos que luego serían procesados en la unidad penitenciaria.
A raíz del sumario interno y la denuncia penal, se le dio de baja al contrato con el esposo de la intendente Artero sin haber sido ejecutado, ya que nunca se pudo conseguir el permiso pesquero obligatorio para que salga a pescar.
Pero, además, la falta de documentación respaldatoria por la compra del barco y del camión, derivó en otra investigación que aún está en curso.
En la Justicia Federal sospechan que las presuntas irregularidades no terminarían en Paredes. Y están auditando, junto al SPF, toda la operación local, que incluye tanto a las distintas autoridades que pasaron por la U-6 en los últimos tres años como al esposo de la intendente de Rawson. Resta aguardar ahora cómo finalizará la pesquisa.