La planta de Soriano al borde del cierre por las importaciones que llegan desde China

Los productores asiáticos ya fueron denunciados por competencia desleal.

La histórica empresa de Gaiman ya está pensando en una reestructuración ante los productos chinos que han copado el mercado local.
07 DIC 2016 - 22:16 | Actualizado

La principal planta de producción de la histórica empresa de Gaiman, Soriano, está al borde del cierre. Las importaciones provenientes de China a precios irrisorios han puesto en jaque a la firma, que se ha destacado por la industrialización de algas para sus distintas elaboraciones.

Si bien el Gobierno Provincial viene monitoreando esta situación, las respuestas de Nación para frenar el ingreso de los productos asiáticos no aparecen y la compañía llegó a su límite, ya que en los últimos tres años se ha descapitalizado, funcionando a pérdida.

La reestructuración sería inminente, de hecho algunas autoridades ya están al tanto de los planes que tiene la empresa gaimense como plan de crisis. La planta en cuestión es la de agar-agar. Significa nada más y nada menos que el 65% de lo que produce Soriano. Por lo cual su virtual quiebra complicaría al resto de las unidades de negocios.

La producción de agar-agar, una sustancia que sirve como gelificante para el dulce de batata y el dulce de leche, se hace a partir de las algas marinas. Desde 2013 que el producto final se viene importando desde China, a un precio 7 dólares menor, fuera del alcance de la competencia en cualquier parte del mundo.

En diálogo con Jornada, Gonzalo Soriano explicó la delicada situación que vive la compañía. “Los importadores traen agar-agar de China a un precio que está 6 o 7 dólares por debajo del precio internacional. Con ese costo van a ver a nuestros clientes y por ahí deciden pasarse al agar-agar chino. Nosotros abastecemos desde hace 60 años al mercado interno pero con estas herramientas no vamos a poder competir”.

En enero de este año las autoridades iniciaron un proceso anti-dumping para analizar una competencia desleal, por precios que están fuera del alcance del mercado. “Si no ponen un arancel donde pongan agar-agar a un precio competitivo para nosotros, tenemos que pensar en una reestructuración seguro”, aseguró Soriano, lo que en concreto significaría cerrar.

El empresario destacó el apoyo que hubo tanto desde el Gobierno Provincial como desde el municipio de Gaiman, pero hizo hincapié en que la llave la tiene el Gobierno Nacional: “Nos acompañaron, nos abrieron las puertas, pero no hay una respuesta del Gobierno Nacional. Obviamente para una persona sentada en un escritorio en Buenos Aires, una empresa de 80 empleados en Gaiman no parece ser muy importante”.

Luego describió el difícil escenario por el que han atravesado para llegar a una situación límite: “Con Das Neves y Aranibar (intendente de Gaiman) nos reunimos y les dijimos que estamos en un cuello de botella grande. Y que si esto seguía así estamos muy complicados”.

“Hace 4 años que venimos con este tema, pidiendo que nos defienda un poco el Gobierno Nacional y no tuvimos una salida factible y buena para la producción nacional. Estuvimos autofinanciando las pérdidas de la empresa hace tres años. Nos estamos descapitalizando vendiendo propiedades, terrenos, campos para bancar todo esto, pensando que algun día va a cambiar, pero no tenemos suerte por ahora”.

Encuentro con Alonso

La semana próxima habrá un encuentro entre las autoridades de la empresa y el ministro de la Producción, Hernán Alonso, para ver cuáles son las alternativas. El propio Alonso estuvo la semana pasada en Buenos Aires gestionando por este tema, aunque aún parece que no ha surgido ninguna alternativa.

La actual disputa entre el Gobierno Provincial y Nación por los reembolsos también dificultará encontrar salidas en el corto plazo.

“Tendrían que hacer un estudio que lo presentamos en enero, un estudio primero del costo de dumping del producto que viene de China. Nosotros presentamos todos los datos de países que producen como nosotros, como Chile. Aún en Chile teniendo costo laboral más alto. Con Chile competimos toda la vida bien, pero con China no se puede. Hoy un empleado nuestro nos cuesta alrededor de 2.000 dólares por mes contra 400 dólares en China y los niveles de producción son mucho mayores allá. Estamos compitiendo con algo casi imposible”, sintetizó Soriano.

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La histórica empresa de Gaiman ya está pensando en una reestructuración ante los productos chinos que han copado el mercado local.
07 DIC 2016 - 22:16

La principal planta de producción de la histórica empresa de Gaiman, Soriano, está al borde del cierre. Las importaciones provenientes de China a precios irrisorios han puesto en jaque a la firma, que se ha destacado por la industrialización de algas para sus distintas elaboraciones.

Si bien el Gobierno Provincial viene monitoreando esta situación, las respuestas de Nación para frenar el ingreso de los productos asiáticos no aparecen y la compañía llegó a su límite, ya que en los últimos tres años se ha descapitalizado, funcionando a pérdida.

La reestructuración sería inminente, de hecho algunas autoridades ya están al tanto de los planes que tiene la empresa gaimense como plan de crisis. La planta en cuestión es la de agar-agar. Significa nada más y nada menos que el 65% de lo que produce Soriano. Por lo cual su virtual quiebra complicaría al resto de las unidades de negocios.

La producción de agar-agar, una sustancia que sirve como gelificante para el dulce de batata y el dulce de leche, se hace a partir de las algas marinas. Desde 2013 que el producto final se viene importando desde China, a un precio 7 dólares menor, fuera del alcance de la competencia en cualquier parte del mundo.

En diálogo con Jornada, Gonzalo Soriano explicó la delicada situación que vive la compañía. “Los importadores traen agar-agar de China a un precio que está 6 o 7 dólares por debajo del precio internacional. Con ese costo van a ver a nuestros clientes y por ahí deciden pasarse al agar-agar chino. Nosotros abastecemos desde hace 60 años al mercado interno pero con estas herramientas no vamos a poder competir”.

En enero de este año las autoridades iniciaron un proceso anti-dumping para analizar una competencia desleal, por precios que están fuera del alcance del mercado. “Si no ponen un arancel donde pongan agar-agar a un precio competitivo para nosotros, tenemos que pensar en una reestructuración seguro”, aseguró Soriano, lo que en concreto significaría cerrar.

El empresario destacó el apoyo que hubo tanto desde el Gobierno Provincial como desde el municipio de Gaiman, pero hizo hincapié en que la llave la tiene el Gobierno Nacional: “Nos acompañaron, nos abrieron las puertas, pero no hay una respuesta del Gobierno Nacional. Obviamente para una persona sentada en un escritorio en Buenos Aires, una empresa de 80 empleados en Gaiman no parece ser muy importante”.

Luego describió el difícil escenario por el que han atravesado para llegar a una situación límite: “Con Das Neves y Aranibar (intendente de Gaiman) nos reunimos y les dijimos que estamos en un cuello de botella grande. Y que si esto seguía así estamos muy complicados”.

“Hace 4 años que venimos con este tema, pidiendo que nos defienda un poco el Gobierno Nacional y no tuvimos una salida factible y buena para la producción nacional. Estuvimos autofinanciando las pérdidas de la empresa hace tres años. Nos estamos descapitalizando vendiendo propiedades, terrenos, campos para bancar todo esto, pensando que algun día va a cambiar, pero no tenemos suerte por ahora”.

Encuentro con Alonso

La semana próxima habrá un encuentro entre las autoridades de la empresa y el ministro de la Producción, Hernán Alonso, para ver cuáles son las alternativas. El propio Alonso estuvo la semana pasada en Buenos Aires gestionando por este tema, aunque aún parece que no ha surgido ninguna alternativa.

La actual disputa entre el Gobierno Provincial y Nación por los reembolsos también dificultará encontrar salidas en el corto plazo.

“Tendrían que hacer un estudio que lo presentamos en enero, un estudio primero del costo de dumping del producto que viene de China. Nosotros presentamos todos los datos de países que producen como nosotros, como Chile. Aún en Chile teniendo costo laboral más alto. Con Chile competimos toda la vida bien, pero con China no se puede. Hoy un empleado nuestro nos cuesta alrededor de 2.000 dólares por mes contra 400 dólares en China y los niveles de producción son mucho mayores allá. Estamos compitiendo con algo casi imposible”, sintetizó Soriano.


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