La “Chica 10” busca su segundo Nacional

Macarena Silva Ferreyra recibió el diploma de honor de la Legislatura al recibirse con uno de los promedios más altos de los secundarios de la Provincia . Ahora, la  jóven del barrio Amaya de Trelew sueña con ir a Viedma y jugar otro torneo a nivel país.  “El ´No puedo´ no existe para mí”, sentenció.

Finalizó el secundario en la Escuela 793 el año pasado, con un promedio de 9,50. Se trató del segundo más alto de Trelew y uno de los más elevados de Chubut. Por esto, recibió un diploma de honor de la Legislatura.

Pero no fue el único reconocimiento recibido por esta joven de 19 años en estos meses. Sobresale tanto en las aulas como en las canchas. A la par del estudio, Macarena se destacó en el torneo femenino de la Liga del Valle en Racing Club. Hoy, esta chica del Barrio Amaya integra el seleccionado femenino. Y se ilusiona con competir en el Nacional de Viedma, en febrero.

Orden y progreso

“El no puedo no existe. Mi sueño ahora es el Nacional. Jugué el de 2014 para Independiente, que era campeón y me pidió para reforzarse. Pero esto es distinto. Representar a Chubut es bien diferente”, enfatizó.

“Fue muy lindo recibir el diploma. Me dieron dos, junto a una medalla y una tablet. Empecé este año Educación Especial, pero dejé. Ahora, estoy estudiando para ser entrenadora deportiva, en Rawson”, remarcó. “Quiero entrenar en Racing a las jugadoras que recién empiezan”, dijo Macarena. “En realidad mi primer nombre es Marcela. Pero todos me conocen por Macarena”, indicó ella, quien se desempeña en la izquierda de la defensa, de lateral o de central.

El inicio

Como muchas futbolistas liguistas, comenzó a jugar al fútbol con varones. “Empecé a los 12 años, con varones. Luego jugué futsal, en Atlético Trelew, que teníamos con mis cuatro hermanas. Tuve que dejarlo porque sino no podía jugar en la selección”, señaló Macarena.

La directiva del Departamento de Fútbol femenino liguista, que sólo permite a las seleccionadas jugar fútbol oficial, fue respetado a rajatabla. “Me tentaban. Ya no lo hacen más. Mi respuesta es siempre la misma: No. Quiero integrar la selección y jugar el torneo”, resaltó.

“Lo que no dejo es la bicicleta. A todas partes voy con la bici (sic). Si hay que ir a Rawson o Madryn, la dejo en la terminal y luego la recojo”, dijo.

“Tengo mucha fe. Voy a todas las prácticas del seleccionado y de Racing. Cuando no hay práctica me voy a patear (sic) con mi novio, Andrés Yáñez. Me acompaña siempre, al igual que mi papá José, mi mamá Haydeé, mis cuatro hermanas y mis tres hermanos”, comentó.

Los recaudos, sin embargo, van más allá de la tenacidad y la disciplina. El año pasado, mientras se preparaban para hacer una gira por Esquel, las “Valletanas” sufrieron varias bajas de jugadoras adolescentes, por embarazos. “Desde el cuerpo técnico (NdR: Paola Soto, Maximiliano Soler y Aimé García), siempre nos hablan de los cuidados. Un embarazo implica que te quedás sin torneo. Además, no quiero tener un hijo ahora”, remarcó. “Veo a chicas más jóvenes que yo que son mamás. No es lo mejor a esta edad”, comentó.

Los sueños

Macarena considera que a nivel deportivo, las “Valletanas” tienen posibilidades en Viedma. “Hay un grupo con mucho nivel. El fútbol femenino ha crecido muchísimo. No podés relajarte. Iremos al Nacional a ganar. No nos conformamos con participar”, puntualizó. “Somos un seleccionado joven. Pero el fútbol es una cuestión de técnica y compromiso, no de edad. Podemos hacer algo bueno”, deslizó.

A largo plazo, ella también sueña. “Me gustaría ser profesional. Johana Barrera está en Boca. Se pueden seguir sus pasos. Todo se puede. El no puedo, no existe”, remató. Macarena Silva Ferreyra, la “Chica 10” con botines de talento y sueños de acero.